La Comisión Nacional de Salud de la provincia de Jilin, China, informó de decenas de nuevos casos de COVID-19 en los últimos días en su ciudad capital, Changchun, y en la ciudad de Tonghua, en la frontera con Corea del Norte. Sobre las cifras oficiales, la opinión pública se muestra escéptica ya que el Partido Comunista Chino ha mentido u ocultado sistemáticamente la gravedad del brote del virus.
Tonghua lanza su tercera ronda de pruebas de ácido nucleico
El 25 de enero, el centro de mando de Tonghua para la prevención y el control de la pandemia declaró en rueda de prensa que la ciudad lanzaría su tercera ronda de pruebas a todos los residentes. A finales de 2019, la ciudad tenía una población de 2.14 millones de habitantes.
Dos días antes, el organismo de control anticorrupción del Partido local degradó a 14 funcionarios que, según dijo, no cumplieron con sus obligaciones administrativas para evitar la propagación del virus. Entre ellos estaba Cheng Weihua, jefe del PCCh local y director del centro de control y prevención de enfermedades de Tonghua.
Construcción de hospitales con cabinas móviles
Actualmente se están construyendo cabinas móviles como hospitales en las ciudades de Tonghua, Changchun y Huichun, en preparación para una situación más amenazante.
El 24 de enero, una residente de Tonghua, apodada Zhang Jie, declaró a Epoch Times en chino que la situación de la pandemia en su ciudad era más grave que hace una semana.
A todos los residentes del distrito de Dongchang, en la ciudad de Tonghua, se les prohibió salir de sus casas. Las autoridades colocaron sellos de papel en las puertas de cada hogar, dijo la residente. Si el sello de papel se rompe, los funcionarios llevarán por la fuerza a todos los miembros de la casa a una cuarentena en otro lugar.
El distrito de Dongchang fue designado oficialmente como región de alto riesgo de propagación del virus el 20 de enero.
Según Zhang, el ambiente era sofocante. «¡No se permite salir aunque uno no tenga comida! Todos los supermercados están cerrados. Hemos recibido mensajes [del gobierno] de que quien salga de casa tendrá que asumir la responsabilidad legal de sus actos. Un video subido a las redes sociales lo confirmó. Ahora no hay nadie caminando por el barrio».
Las luces brillantes de las ambulancias que pasaban por allí le han quitado del sueño, añadió.
De acuerdo a lo que ella sabe, se detectaron infecciones locales en las escuelas, la oficina de impuestos y los crematorios.
Como los casos de COVID-19 siguen aumentando, las autoridades locales empezaron a construir cabinas móviles para hospitales para el «aislamiento centralizado». Según los medios de comunicación, el proyecto se encuentra en un centro logístico del distrito de Gangwu, en Tonghua. Se están transformando tres almacenes en centros de aislamiento con un total de 1186 habitaciones. La finalización del proyecto está prevista para el 27 de enero.
El 24 de enero, Xin Chun (alias), residente en la ciudad de Changchun, declaró a Epoch Times que ellos también temían del brote local, que no se estaba mencionando en las noticias.
Según los medios de comunicación chinos, en una planta de la ciudad de Fanjiatun, se construirá un hospital de cabinas móviles de Changchun, con 670 habitaciones.
Un usuario chino reveló en las redes sociales que se estaba construyendo otro hospital de cabinas móviles en la ciudad de Huichun, prefectura de Yanbian, provincia de Jilin. Sin embargo, las autoridades no hicieron público ningún detalle al respecto.
Dong Hong, un residente de Yanbian, también declaró a Epoch Times que la pandemia de Jilin es grave y que se están preparando con antelación para más desafíos.
«Todos los nacionales que llegan deben someterse a una cuarentena de 28 días y a pruebas de ácido nucleico, y todo es por prevención», dijo.
Con información de Yi Ru y Annie Wu.
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