El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), dijo el 7 de julio que los republicanos bloquearán la aprobación de un proyecto de ley para aumentar la competitividad de Estados Unidos con China si los demócratas no abandonan los esfuerzos para revivir el paquete de gasto social Reconstruir Mejor.
En diciembre de 2021, el senador Joe Manchin (D-W. Va.) acabó con el paquete Reconstruir Mejor, de 1.75 billones de dólares, cuando dijo que no votaría a favor por la continua preocupación por la inflación. Desde entonces, algunos demócratas han trabajado entre bastidores para revivir el paquete.
Estos esfuerzos han cobrado fuerza recientemente, consiguiendo el apoyo del líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), que ha trabajado para negociar con Manchin un paquete más pequeño centrado principalmente en la política sobre el clima.
Según se informa, el nuevo intento del proyecto Reconstruir Mejor gastaría alrededor de 500 mil millones de dólares en programas climáticos, reforzaría algunos aspectos del Obamacare y compensaría los nuevos gastos deshaciendo muchos de los recortes de impuestos en la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017 del presidente Donald Trump.
Para aprobar el proyecto de ley, que casi con toda seguridad no contaría con el apoyo del Partido Republicano, los demócratas tendrían que utilizar el proceso de reconciliación. Bajo las reglas de reconciliación, solo se necesitan 51 votos en la cámara alta, lo que permite a la mayoría superar el umbral de 60 votos del filibusterismo que debe ser superado para la mayoría de otros tipos de legislación.
Ahora, McConnell ha vuelto a exigir a los demócratas que descarten este esfuerzo si quieren el apoyo necesario del Partido Republicano para un proyecto de ley destinado a aumentar la competitividad con China.
«Permítanme ser perfectamente claro: no habrá [proyecto de ley de competitividad] bipartidista mientras los demócratas sigan con un proyecto de ley de reconciliación partidista», escribió McConnell en un tuit del 30 de junio.
El proyecto de ley de competitividad es una de las principales prioridades tanto de los líderes del Congreso como de la Casa Blanca. Antes de estos esfuerzos renovados, el proyecto de ley parecía estar preparado para llegar fácilmente al escritorio del presidente Joe Biden.
El 4 de febrero, los demócratas aprobaron su propia y controvertida versión del proyecto de ley, Ley América COMPITE, en una votación casi totalmente partidista.
Ese proyecto de ley era una verdadera lista de deseos de los demócratas, que incluía medidas que «[invertirían] en la lucha contra el cambio climático», harían hincapié en la «diversidad» en la financiación relacionada con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y permitirían la importación de miles de nuevos refugiados, incluso cuando Estados Unidos se enfrenta a un nivel de inmigración ilegal sin precedentes en su frontera sur.
El Senado aprobó en junio su propia versión del proyecto de ley, un paquete mucho menos partidista bautizado como Ley de Innovación y Competencia de Estados Unidos (USICA, por sus siglas en inglés).
Actualmente, los líderes de ambas cámaras están trabajando para limar las diferencias entre los dos proyectos de ley antes de que puedan volver a la Cámara de Representantes y al Senado para una votación final.
Pero si los demócratas no cesan en su empeño de revivir el Reconstruir Mejor, el proyecto de ley revisado —que de otro modo probablemente se habría aprobado sin problemas en el Congreso— podría encontrar obstáculos.
En una declaración del 7 de julio a Punchbowl News, David Popp, director de comunicaciones de McConnell, confirmó que la amenaza del 30 de junio de McConnell era muy seria y que los republicanos están preparados para acabar con el proyecto de ley si los demócratas no abandonan el Reconstruir Mejor.
«El tuit se mantiene», dijo Popp.
Sin embargo, McConnell podría enfrentarse a algunos problemas para llevar a cabo la amenaza, ya que muchos miembros de su grupo han dedicado meses de trabajo a la elaboración de la USICA.
Por otra parte, si los informes de que el Reconstruir Mejor revisado anularía elementos del proyecto de ley de recortes de impuestos de Trump son ciertos, esa cuestión puede resultar más importante para los republicanos que la aprobación del USICA.
Sin embargo, este no es el primer juego de política arriesgada que McConnell ha declarado, jugado y perdido durante el 117º Congreso.
Lo más destacado es que McConnell se comprometió a impedir una votación para aumentar el techo de la deuda a menos que los demócratas utilizaran el proceso de reconciliación, pero al final cedió y logró un acuerdo sobre el filibusterismo en las negociaciones entre bastidores con Schumer.
Por lo tanto, queda por ver si McConnell mantendrá la amenaza.
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