Las características combinadas de impuestos y gastos del conjunto de medidas de infraestructura propuesto por el gobierno de Biden —el Plan de Empleo Estadounidense— conducen a un crecimiento económico más débil y a menos empleos, estimó un grupo de expertos en política tributaria.
La Tax Foundation, un grupo no partidista con sede en Washington, que a menudo somete las políticas de alza de impuestos a un escrutinio crítico, dijo en un nuevo análisis que el Plan de Empleo Estadounidense (AJP, por sus siglas en inglés) reduciría en alrededor de 0.5 puntos porcentuales el crecimiento económico a largo plazo y daría lugar a 101,000 puestos de trabajo menos que con el nivel de referencia de la legislación vigente.
El modelo supone la versión del plan AJP que aumentaría el gasto federal en unos 2.2 billones de dólares a lo largo de 10 años, incluidos 1.7 billones para infraestructuras, financiados parcialmente con un aumento permanente del impuesto de sociedades de unos 1.7 billones de dólares a lo largo del periodo de diez años.
El análisis no especifica la referencia del crecimiento y el empleo con la legislación vigente, es decir, qué nivel de crecimiento del producto interior bruto (PIB) y de crecimiento de empleo se proyecta sin los tipos de cambios significativos que provocaría el PAJ en el marco legal actual. Sin embargo, la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) estima un crecimiento medio anual del PIB real (ajustado a la inflación) del 2.2 por ciento en el periodo 2021-2031, y una media del 1.8 por ciento en el periodo 2021-2051.
Utilizando la información base de la CBO y asumiendo que el «largo plazo» se aplica al periodo 2021-2051, el modelo de la Tax Foundation vería una reducción del crecimiento real anual del PIB al 1.3 por ciento en promedio.
El descenso de la estimación de referencia de la CBO para el crecimiento medio anual del PIB real se debe en gran medida a la demografía, ya que se espera que la población activa crezca más lentamente que en el pasado.
Las estimaciones de la Tax Foundation replican las proyecciones anteriores del modelo presupuestario Penn Wharton de la Universidad de Pensilvania, que estimó que el proyecto de infraestructuras de Biden reduciría el crecimiento medio anual del PIB, en comparación con la legislación vigente, en 0.9 puntos porcentuales para 2031 y en 0.8 puntos porcentuales para 2050.
Aunque ambas proyecciones suponen que el plan AJP se situará entre los 2.2 y los 2.7 billones de dólares, los republicanos en Washington han estado presionando para que el conjunto de medidas sea más reducido.
Después de que el presidente Joe Biden propuso inicialmente un plan de 2.3 billones de dólares, los republicanos presentaron una contraoferta de 568,000 millones de dólares. Posteriormente, la Casa Blanca presentó una propuesta de 1.7 billones de dólares, a la cual los republicanos respondieron con un plan de 928,000 millones de dólares.
Para el fin de semana, las negociaciones entre Biden y los republicanos llegaron a un fuerte desacuerdo. El presidente rechazó la oferta más reciente del partido republicano (GOP), que aumentaba el gasto en otros 50,000 millones de dólares, diciendo que «no cumplía sus objetivos de hacer crecer a la economía, abordar la crisis climática y crear nuevos empleos».
Aunque las dos partes acordaron volver a hablar el lunes, la Casa Blanca señaló que procederá con una vía partidista para avanzar con solo el respaldo de los demócratas.
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