Senadores anunciaron, el miércoles, la reintroducción de un proyecto de ley bipartidista que impondría duras sanciones a empresas e individuos declarados culpables de robar propiedad intelectual estadounidense. Los legisladores señalaron a China por su robo «rutinario» de secretos comerciales estadounidenses.
Los senadores Chris Van Hollen (D-Md.) y Ben Sasse (R-Neb.) reintrodujeron la Ley bipartidista de Protección de la Propiedad Intelectual Estadounidense (pdf), que exige sanciones para las personas y empresas que “se involucren, se beneficien o permitan el robo significativo y en serie de la propiedad intelectual de EE.UU.»
La legislación fue aprobada por unanimidad en el Senado, en diciembre de 2020, pero no se remitió para ninguna acción en el pleno cuando se devolvió a la Cámara en los últimos días del 116º Congreso, que se cerró el 3 de enero.
“Tenemos que hacer más para proteger la propiedad intelectual estadounidense de los piratas informáticos y los tramposos. Robar nuestra propiedad intelectual es una rutina para los ladrones de China; tomar en serio la lucha contra sus acciones mediante el uso de herramientas económicas fuertes, como las sanciones, es un buen paso para comenzar. Esta legislación bipartidista es una obviedad”, dijo Sasse en un comunicado.
“Muchas empresas extranjeras, y especialmente aquellas con sede en China, están trabajando horas extras para robar tecnología estadounidense, lo que daña nuestra economía, daña la creación de empleo en Estados Unidos y amenaza nuestra seguridad nacional en el proceso. Estados Unidos debe actuar para garantizar que estas empresas, y los gobiernos que las patrocinan, enfrenten consecuencias significativas por sus intentos de engañar al sistema”, dijo Van Hollen en un comunicado.
“Este proyecto de ley traza una clara advertencia, esbozando las claras repercusiones que estos malos actores enfrentarán si roban tecnología estadounidense vital y de vanguardia”, dijo Van Hollen, y agregó que, “dado el apoyo unánime que recibió nuestro proyecto de ley en el último Congreso, presionaremos para que se cumpla rápidamente”.
La Ley de Protección de la Propiedad Intelectual Estadounidense requiere un informe anual al Congreso que identifique a las personas y empresas que participan en, se benefician o apoyan de una u otra manera el “robo significativo” de secretos comerciales estadounidenses. El informe también evaluaría si el robo representa una «gran amenaza» para la seguridad nacional, la política exterior, la salud económica o la estabilidad financiera de Estados Unidos.
El proyecto de ley pide al presidente que castigue a las empresas culpables imponiendo, al menos, cinco sanciones consistentes con la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a través de Sanciones, una legislación aprobada en 2017 que amplió y codificó en la ley las medidas punitivas que se impusieron anteriormente por órdenes ejecutivas. Las sanciones incluyen el bloqueo de la propiedad, la prohibición de las transacciones bancarias, las sanciones de adquisición y la prohibición para que las instituciones financieras estadounidenses e internacionales concedan préstamos a las empresas infractoras.
Las personas identificadas en el informe del Congreso serían castigadas con sanciones de bloqueo de propiedad y la prohibición de entrada a Estados Unidos.
Las sanciones terminarían si el presidente certifica al Congreso que las personas o empresas ya no se dedican a robar secretos comerciales de Estados Unidos.
Según la Comisión sobre el Robo de la Propiedad Intelectual Estadounidense, el robo de la propiedad intelectual le cuesta a la economía estadounidense cientos de miles de millones de dólares cada año, y China es «el principal infractor de propiedad intelectual del mundo».
En los últimos años, las autoridades estadounidenses han procesado casos de ciudadanos chinos, empleados de universidades estadounidenses, que han robado tecnología que beneficiaría al régimen chino.
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