El proyecto de ley anual de gastos de defensa de Estados Unidos exigirá varios informes y acciones destinadas a mejorar la postura estratégica de la nación en caso de una guerra con China.
La Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA), de USD 886,000 millones, contiene cientos de referencias a la China comunista y su ejército, y establece caminos para comenzar a fortalecer las defensas estadounidenses en caso de un conflicto militar con el Partido Comunista Chino (PCCh).
Se espera que el Congreso apruebe el proyecto de ley fiscal 2024 a finales de esta semana y lo envíe a la Casa Blanca para que el presidente Joe Biden lo promulgue.
El proyecto de ley (pdf) ordenaría al Departamento de Defensa (DOD) analizar casi todas las facetas de la competencia con China, desde competir por influencia diplomática en el extranjero hasta defender aviones estadounidenses en el Pacífico y prohibir el uso del dinero de los contribuyentes para contratar servicios de tutoría chinos.
Preparándose para la guerra en el Pacífico y en la Patria
Lo más notable de esos informes es una evaluación de las consecuencias geopolíticas y económicas que probablemente se derivarán de una hipotética guerra entre Estados Unidos y China en 2030.
El informe examinaría la “variedad de consecuencias de la guerra con [China]” en el año 2030 y describiría posibles vías de ataque, acciones cibernéticas y amenazas a la infraestructura, así como las consecuencias económicas globales de tal guerra.
También buscaría proyectar la pérdida calculada de vidas en ambos lados, así como “los impactos en las poblaciones civiles de Japón, Taiwán, Australia y otros países de la región del Indo-Pacífico”.
La NDAA también exigiría varios informes de investigación, análisis y sesiones informativas del Congreso vinculados a asuntos relacionados.
Los temas incluyen los riesgos y las implicaciones de un “bloqueo militar sostenido” a Taiwán por parte del Partido Comunista Chino (PCCh), y un resumen de la capacidad del régimen para atacar aviones militares estadounidenses que operan en el Indo-Pacífico.
Un estudio clasificado tiene como objetivo identificar los lugares de operación clave de Estados Unidos dentro de la Primera, Segunda y Tercera Cadena de Islas, «que pueden usarse para responder militarmente a la agresión de [China]» y que no son «suficientemente capaces de mitigar el daño» a aviones de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en caso de un misil, un avión no tripulado u otra forma de ataque por parte de [China]”.
El proyecto de ley también buscaría descubrir y analizar las inversiones del PCCh en infraestructura crítica en todo el mundo, incluidos puertos y minerales, los medios por los cuales el régimen podría amenazar las cadenas de suministro globales y el papel del PCCh en el fomento del tráfico de fentanilo.
El Congreso permite discretamente el envío de petróleo estratégico a China
Aunque los temores de una confrontación catastrófica con el PCCh han aumentado en los últimos años, la administración Biden hasta ahora ha evitado desacoplar las economías de Estados Unidos y China en preparación para tal eventualidad.
El Congreso parece estar adoptando un enfoque similar con la NDAA de 2024, incluidas varias enmiendas que prohibirían pequeños compromisos con la economía china y al mismo tiempo seguirían permitiendo al régimen acceder a recursos críticos.
Una enmienda prohibiría al Pentágono financiar proyectos de televisión y cine si hubiera pruebas de que el proyecto podría haber “cumplido o es probable que cumpla” con las demandas de los censores del PCCh.
Otra prohibiría la financiación del Pentágono al uso de “servicios de tutoría en Internet” de propiedad u operados por entidades afiliadas al PCCh.
Mientras tanto, sin embargo, el Congreso parece haber eliminado las enmiendas propuestas que impedirían el flujo de petróleo estratégico de Estados Unidos a China.
En particular, tanto la versión del proyecto de ley de la Cámara como la del Senado habrían requerido que el secretario de Energía prohibiera la exportación de productos petrolíferos de la Reserva Estratégica de Petróleo a China.
Sin embargo, ambas enmiendas están notoriamente ausentes en la versión final del proyecto de ley, a pesar de contar con el apoyo abrumador de ambos partidos a principios de año.
El presidente Biden ha vendido más de la mitad de las reservas estratégicas de petróleo del país desde que asumió el cargo, lo que llevó las reservas del país a su nivel más bajo en 40 años.
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