Se espera que el proyecto de ley de Derechos de los Padres en la Educación llegue al escritorio del gobernador de Florida, Ron DeSantis, «pronto», según su secretaria de prensa, Christina Pushaw, quien dijo a The Epoch Times el 25 de marzo que «el gobernador está entusiasmado por firmarlo» como ley.
Mientras tanto, aumenta el drama en torno a la ley HB 1557, conocida por quienes se oponen a ella como el proyecto de ley «No digas gay».
A pesar de lo que sugiere el apodo, el proyecto de ley no prohíbe la palabra «gay». Simplemente prohíbe la enseñanza en el aula relacionada con la identidad de género y la orientación sexual para los niños desde el jardín de infancia hasta el tercer grado. La enseñanza que se considera apropiada para la edad ya se encuentra en los estándares oficiales del estado a partir de cuarto grado.
El proyecto de ley también dice que las escuelas deben involucrar a los padres en cualquier decisión que implique el bienestar mental o físico del niño. Si no lo hacen, el proyecto de ley daría a los padres una vía para presentar una queja contra la escuela a través del Departamento de Educación del estado.
Sin embargo, los activistas LGBTQ progresistas de todo el país han denunciado la medida, aprobada recientemente por la Asamblea Legislativa de Florida, dirigida por los republicanos. Han organizado protestas en lugares tan lejanos como California.
En respuesta al proyecto de ley, Disney dijo que suspendería las contribuciones a todos los candidatos políticos del estado. Desde entonces, los trabajadores de Disney en Florida y California han abandonado brevemente el trabajo en repetidas ocasiones en señal de protesta, diciendo que su empleador no estaba yendo lo suficientemente lejos para mostrar su indignación por el proyecto de ley. El Partido Demócrata de Florida rechazó aún más a Disney, diciendo que trasladaría una gala de recaudación de fondos que se iba a celebrar en Disney World a otro lugar tras la reacción de los activistas LGBTQ.
Sin embargo, otras personas, menos ruidosas dentro de la comunidad gay, también tienen opiniones firmes sobre el proyecto de ley, dijo David Leatherwood, presidente de Log Cabin Republicans, división de Tampa Bay. El grupo, según su sitio web, es la «mayor organización del país que representa a los conservadores LGBT y a los aliados heterosexuales que apoyan la justicia, la libertad y la igualdad para todos los estadounidenses».
Las personas que se oponen al proyecto de ley «están a favor de la sexualización de nuestros niños», dijo Leatherwood a The Epoch Times.
«No creo, como hombre gay, que sea el trabajo del gobierno utilizar el sistema de educación pública para enseñar a los niños de jardín de infantes sobre el sexo; creo que está muy mal, en realidad. Y creo que forma parte de una agenda más amplia para imponer la sexualidad a nuestros hijos».
«Los demócratas etiquetaron este proyecto de ley como el proyecto de ley ‘No digas gay'», dijo Leatherwood. «El proyecto de ley ni siquiera dice la palabra ‘gay’. Atacaron el Capitolio [de Florida] en señal de protesta, corriendo por los pasillos diciendo: ‘¡Gay! ¡Gay! ¡Gay! Y luego se dieron palmaditas en la espalda por ello. Fue un espectáculo mediático que captó por completo la atención de todo el país, cuando la mayoría de la gente ni siquiera sabía de qué trataba el proyecto de ley».
De hecho, algunos de los asistentes a la manifestación «We Say Gay-nesville», celebrada en Gainesville (Florida) el 19 de marzo, declararon a The Epoch Times, tras ver una copia del proyecto de ley, que se habían equivocado en gran parte del mismo.
Alrededor de 200 personas aplaudieron a los oradores de la manifestación, que reiteraron durante el programa de tres horas que el proyecto de ley es antigay y hace que las personas LGBTQ estén menos seguras. Dijeron que el proyecto de ley aumenta el riesgo de suicidio de los niños que se cuestionan su género u orientación sexual porque prohíbe la enseñanza escolar que puede orientarles sobre las opciones.
Max, que asistió a la protesta, se mostró de acuerdo: «Creo que debería haber una educación temprana [sobre las diferencias en las preferencias sexuales y las expresiones de género], porque al final hay gente de nuestra edad que nunca aprendió que es una opción. Pasamos por mucha confusión, y es un poco más difícil cuando tienes que hacerlo más tarde en la vida… Así que creo que debería seguir habiendo educación, pero no necesariamente como empujar a la transición tan temprano».
No importaba que parte de lo que se dijera desde el escenario sobre el proyecto de ley no fuera del todo cierto, dijo una asistente a la manifestación, que pidió que no se mostrara su nombre. Lo que importa, dijo, es que la gente de la comunidad LGBTQ muestre su solidaridad, y que sus hijos lo vean.
Ella dijo que no creía que nadie en la comunidad LGBTQ podría estar a favor del proyecto de ley, y dijo que opta por confiar en organizaciones como Equality Florida para decirle lo que está pasando políticamente con respecto a las cuestiones LGBTQ.
Equality Florida ha lanzado un anuncio de televisión emocional que retrata a una estudiante a la que le impiden compartir durante la clase «Día del Discurso» sobre sus héroes, sus dos mamás.
El proyecto de ley no prohíbe las discusiones sobre los seres queridos LGBTQ de los estudiantes o las cuestiones que les afectan.
El sitio web de Equality Florida dice que es «la mayor organización de derechos civiles dedicada a garantizar la plena igualdad de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer (LGBTQ) de Florida». Un portavoz de Equality Florida aceptó una solicitud de comentarios de The Epoch Times, pero prefirió no hacer comentarios.
Leatherwood, por su parte, afirma que «es completamente falso que se lancen a esta cruzada impía para actuar como si este proyecto de ley fuera antigay o perjudicara a los niños. Está protegiendo a los niños, y también está preservando los derechos de los padres. Si alguien debería enseñar a sus hijos sobre género y sexualidad, no debería ser el gobierno a través del sistema de educación pública. Deberían ser sus padres».
Y añadió: «Los gays están cansados de ser utilizados como peones de la agenda demócrata. Es un insulto a nuestra inteligencia que nos tomen por tontos. Creen que somos tontos y que no podemos leer el proyecto de ley y ver lo que dice por nosotros mismos».
«Cualquier persona normal —hombre o heterosexual, con hijos o sin hijos— suele estar de acuerdo en que es inapropiado enseñar sexo a los niños del jardín de infantes. Eso es preocupante».
Se pregunta por qué alguien se opondría al proyecto de ley, a menos que quiera preparar a los niños para que acepten propuestas sexuales.
«Si no, ¿por qué lo harías? ¿Por qué te opondrías? ¿Con tanta pasión? Ya sabes, como, ¿cuál es tu agenda?», dijo. «Es muy curioso por qué estas personas se oponen tan apasionadamente a un proyecto de ley para preservar los derechos de los padres en la educación sexual de sus hijos».
Dijo que es frustrante ver a la gente jurar lealtad al pensamiento de grupo.
Respondiendo a la pregunta de un reportero el 22 de marzo sobre la controversia sobre el proyecto de ley, DeSantis dijo: «Todo lo que le diría a la gente es, ya sabes, lea el proyecto de ley. Y si tienen problemas con él, expónganlos. Es un país libre».
«Pero sabes qué, no me gustan las narrativas y los eslóganes, y que la gente ponga cosas que son básicamente discursos falsos. Y creo que eso es lo que ha pasado. Creo que, por desgracia, los dirigentes de Disney se creyó muchos de los falsos discursos».
Los niños pequeños no deberían recibir instrucción en las aulas sobre «temas relacionados con la sexualidad, en particular cosas como la transexualidad… que se les enseñe que pueden cambiar de género».
Los padres deberían participar en esas conversaciones, dijo DeSantis, que es padre de tres niños menores de 6 años.
En todo el país, las escuelas que ocultan a los padres las cuestiones de sexo y género han tenido resultados trágicos.
Una madre californiana ha demandado a un centro escolar por haber «entrenado» a su hija sobre cómo pasar a ser un chico sin que ella lo supiera. La adolescente abandonó a su familia, entró en un centro de acogida y empezó a tomar hormonas para cambiar de sexo antes de suicidarse acostándose en las vías del tren.
Los padres de una niña de 12 años de Florida han presentado una demanda contra el colegio de su hija por mantener reuniones secretas con la niña, animándola a hacer la transición a la vida como un chico, y por no informar de sus intentos de suicidio hasta la segunda vez que intentó ahorcarse.
«Entiendan, si salen a protestar contra este proyecto de ley», dijo DeSantis, «están, por definición, poniéndose a favor de inyectar instrucción sexual a niños de 5, 6 y 7 años. Creo que la mayoría de la gente piensa que eso está mal. Creo que los padres, especialmente, piensan que está mal».
Con información de Jann Falkenstern y Brad Jones.
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