La principal iniciativa de política exterior de Beijing, La Franja y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés), ha estado sumida en la controversia desde su creación, y sus críticos advierten que los proyectos de infraestructura de Beijing colocan a los países en desarrollo en una «trampa de deuda» al ofrecerles préstamos insostenibles, al tiempo que explotan sus recursos naturales para impulsar la economía china.
Ahora, dos cartas del país del Pacífico Sur, Samoa, han revelado cómo un proyecto de construcción chino —que está siendo supervisado por el gobierno de la ciudad de Huizhou, en el sur de China— se ha visto envuelto en problemas de calidad y prácticas de trabajo que podrían dañar el medio ambiente.
Las cartas y un conjunto de documentos internos del gobierno de Huizhou —que fueron filtrados a The Epoch Times por una fuente confiable— muestran que el gobierno provincial de Guangdong ordenó a la ciudad que construyera proyectos en Samoa que encajaran en la agenda política de Beijing. Huizhou es una ciudad de nivel municipal en la provincia de Guangdong.
El proyecto en cuestión es un parque amigo en la capital de Samoa, Apia. Fue anunciado por primera vez en noviembre de 2015, como parte de un acuerdo de ciudades amigas entre Apia y Huizhou, que también incluía la construcción de un centro de arte y cultura en Apia. Sin embargo, los documentos que recibió The Epoch Times no mencionaban problemas con este último. Ambos proyectos comenzaron su construcción en mayo de 2018.
En agosto de 2018, Samoa anunció que se uniría a la Franja y la Ruta. Desde entonces, los dos proyectos se han convertido en parte del BRI.
En un documento interno que el buró de vivienda y construcción de Huizhou envió al buró de relaciones exteriores de Huizhou el 4 de diciembre de 2019 se señalaba que la inversión total para el parque amigo ascendía a 62 millones de yuanes (9.06 millones de dólares). No está claro cuáles son los términos de la financiación del proyecto. Los gobiernos de Huizhou y Samoa no devolvieron las solicitudes de comentarios.
Quejas
Las dos cartas fueron enviadas por el Ministerio de Obras, Transporte e Infraestructura de Samoa. Una de ellas, fechada el 20 de diciembre de 2019, fue enviada al buró de relaciones exteriores del gobierno de la ciudad de Huizhou. La segunda, fechada el 9 de enero, fue dirigida al Shanghai Construction Group, con copia para la ciudad de Huizhou.
Shanghai Construction Group es la empresa que el gobierno de Huizhou contrató para construir el parque amigo.
La primera carta enumeraba 11 problemas relacionados con el parque, que está situado en el vecindario de Eleele Fou, junto al mar, y que da al puerto de Apia. Algunos eran problemas anteriores que la parte china acordó resolver pero no lo hizo, mientras que otros eran nuevos, según la carta.
Entre los problemas figuraban el estancamiento del agua de lluvia en el estacionamiento; un faro del puerto que necesitaba reparación; la falta de vallas alrededor del faro para impedir la entrada de turistas; la continuación de las excavaciones alrededor de una almacén de bombas de agua, que podría causar un derrumbe; y el uso de un techo de aluminio, en lugar de materiales locales y tradicionales, para construir el fale, una cabaña tradicional samoana con techo de paja.
El Ministerio de Samoa sugirió formas de solucionar esos problemas. «Esperamos por la consideración favorable de Huizhou para evitar cualquier otro retraso en el proyecto», dijo.
La segunda carta dirigida a Shanghai Construction Group criticó a la empresa por no seguir las condiciones del acuerdo, como que los materiales de desecho estuvieran «dispersos por todo el sitio». Se trataba de una «clara violación» del compromiso de eliminar los materiales de desecho en un vertedero local, según la carta.
La inadecuada «descarga de sedimentos de las actividades obreras» también provocó que la tierra fuera arrastrada al lago. La erosión cerca del dique hizo que «las rocas y el barro cayeran en el lago», lo que constituye una violación de la condición de que «la actividad propuesta no tenga un impacto perjudicial indebido en el medio ambiente», decía la carta.
El ministerio pidió a la compañía que arreglara los problemas «inmediatamente».
Según dos documentos internos del buró de relaciones exteriores de la ciudad de Huizhou, Li Jianjun, director del departamento de construcción del buró de vivienda y construcción, envió a dos funcionarios y tres diseñadores a un viaje a Apia para resolver los problemas con el parque del 23 de noviembre al 2 de diciembre de 2019.
Según la fuente que filtró los documentos a The Epoch Times, Shanghai Construction Group no pudo enviar a sus trabajadores a Samoa a tiempo debido a la pandemia del virus del PCCh.
La empresa china no devolvió una solicitud de comentarios.
La Franja y la Ruta en Samoa
Después de que Samoa se uniera al BRI, el embajador de China en Samoa, Chao Xiaoliang, publicó un artículo en abril de 2019 en un periódico de Samoa, para elogiar la asociación, diciendo que «inyecta nueva vitalidad a la cooperación entre China y Samoa».
Las autoridades de Beijing pusieron sus ojos en el fomento de vínculos estrechos con Samoa, un Estado con poder de voto en los foros internacionales como las Naciones Unidas y que está situado cerca de vastos sectores del océano ricos en recursos.
En mayo de 2014, el sitio web oficial de la Franja y la Ruta publicó un estudio sobre la importancia de la ubicación de Samoa, con dos grandes islas situadas entre Hawai y Nueva Zelanda, y a unas 100 millas al oeste de la Samoa Estadounidense.
Después de que Samoa firmara, Beijing planeó construir al menos dos puertos en el país. Uno es el muelle de Asau en la costa noroeste de la isla Savai’i, el otro es el puerto de Vaiusu en la costa centro-norte de la isla Upolu.
A los expertos les preocupaba que el régimen chino tratara de aumentar su presencia militar en el Pacífico mediante las inversiones de Samoa. El centro de estudios con sede en Washington, Brookings Institution, publicó el 20 de julio un análisis sobre los riesgos de las actividades de China en el Pacífico Sur.
«El primer riesgo, que tiene una baja probabilidad de ocurrir pero que tendría un profundo impacto, es que China esté tratando de utilizar su influencia a través de la diplomacia, la deuda, el comercio o la captación de la élite para establecer una base militar en algún lugar del Pacífico Sur», analizaba el artículo.
También advirtió que las naciones del Pacífico Sur «pueden estar dispuestas a alinearse con China en ciertas votaciones de las Naciones Unidas».
El periódico local de Samoa, Iniini Samoa, citó a su primer ministro pro-Beijing Tuilaepa Sailele Malielegaoi en junio de 2019, quien dijo que las inversiones de China eran puramente de apoyo financiero.
Pero los proyectos del BRI ya han endeudado a Samoa.
El medio de comunicación local Loop Samoa, citando cifras del embajador chino Chao, informó en agosto de 2019 que «el 38 por ciento de la deuda nacional de Samoa de 1100 millones de dólares se debía a China».
1100 millones de dólares es igual a la mitad del Producto Interior Bruto anual del país. Según el Buró de Estadísticas de Samoa, el país tiene una población de 202,506 habitantes en 2020, con un PIB de 2,240 millones de dólares en 2019.
Muchos países de la Iniciativa de la Franja y la Ruta han acumulado una fuerte deuda con China, después de no haber podido pagar los préstamos chinos a tiempo. En algunos casos, los países tuvieron que ceder la propiedad de los proyectos de infraestructura como resultado del incumplimiento de los préstamos.
El centro de estudios Center for Global Development, con sede en Estados Unidos, publicó un informe en 2018, en el que se revela que 23 de los 68 países que albergaban proyectos financiados por la Iniciativa de la Franja y la Ruta en ese momento corrían el riesgo de sufrir problemas de deuda debido a préstamos relacionados con los proyectos. Entre ellos, Djibouti, Kirguistán, Laos, las Maldivas, Mongolia, Montenegro, Pakistán y Tayikistán se enfrentaban a una relación deuda/PIB de más del 50 por ciento, y al menos el 40 por ciento de su deuda externa se debía a China, según el informe.
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