Los republicanos de Texas presentaron esta semana una lista de proyectos de ley para la próxima sesión legislativa del estado en enero, que buscan evitar que los niños vean shows de drag queens y clasificar los procedimientos de cambio de sexo para menores como abuso infantil.
El representante estatal Jared Patterson (R-Frisco) presentó el 14 de noviembre el proyecto de ley HB643, que pretende reclasificar los negocios que permiten shows de drag queens como negocios «de índole sexual» según el Código de Gobierno Local de Texas.
«Presenté la HB643 para que cualquier negocio que permita un show de drags sea clasificado como un negocio de índole sexual y si se permite entrar a los niños que haya consecuencias», dijo Patterson en Twitter. «Vives en un mundo bizarro si crees que es algo apropiado para la familia meter dólares en la tanga de un hombre adulto».
Hasta hace unos años, los shows de drags queens se celebraban sobre todo en bares, clubes nocturnos y otros eventos orientados a los adultos. Pero recientemente, se han producido shows drag de carácter lascivo y orientados a los adultos con la presencia o participación de niños pequeños en lugares que no se consideran clásicamente «negocios de índole sexual».
El Código de Gobierno Local de Texas define los negocios «de índole sexual» como los salones de sexo, los establecimientos de desnudos, las librerías para adultos, los cines para adultos, los moteles para adultos o cualquier «otra empresa comercial cuyo negocio principal sea la oferta de un servicio o la venta, el alquiler o la exhibición de dispositivos o cualquier otro artículo destinado a proporcionar estimulación o gratificación sexual al cliente».
Durante el verano, el representante estatal Bryan Slaton (R-Royse City) describió los recientes shows de drags como una «tendencia inquietante en la que adultos pervertidos están obsesionados con sexualizar a los niños pequeños».
Otros proyectos de ley buscan ampliar las definiciones de abuso infantil para prohibir los procedimientos de cambio de sexo
Otros proyectos de ley presentados esta semana por legisladores estatales republicanos en Texas clasificarían las cirugías de cambio de sexo para menores como abuso infantil y prohibirían a los médicos realizarlas.
Con la ley HB42, presentada el lunes, Slanton pretende modificar la definición de abuso infantil para incluir «el propósito de intentar cambiar o afirmar la percepción del sexo de un niño si esa percepción es incompatible con el sexo biológico del niño, tal como lo determinan sus órganos sexuales, sus cromosomas y sus perfiles hormonales endógenos».
El representante estatal Cole Hefner (R-Mount Pleasant) presentó un proyecto de ley similar el lunes. Al igual que el proyecto de ley de Slanton, HB672 modificaría la definición de abuso infantil para incluir la administración de bloqueadores de la pubertad u hormonas del sexo opuesto a los menores para los procedimientos de cambio de sexo, así como la realización o el consentimiento de los procedimientos de cambio de sexo o cirugías para los menores.
Los niños intersexuales están exentos bajo ciertas condiciones.
El representante estatal Steve Toth (R-Woodlands) presentó dos proyectos de ley separados, HB41 y HB122, cuyo objetivo es prohibir que los médicos realicen procedimientos de esterilización en menores.
Los procedimientos de esterilización incluyen castraciones, vasectomías, histerectomías, ooforectomías, metoidioplastias, orquiectomías, penectomías, faloplastias y vaginoplastias.
Los proyectos de ley también prohibirían que las pólizas de seguro de responsabilidad profesional cubran por daños a los médicos o proveedores de atención sanitaria que realicen procedimientos o tratamientos de cambio de sexo que estén prohibidos.
Bajo estos proyectos de ley, los médicos que violan la prohibición podría perder su licencia para practicar la medicina, y podría dar lugar a un delito de segundo grado.
Toth también presentó el proyecto de ley HB631, que prohíbe la enseñanza en las aulas sobre la ideología de género o la orientación sexual desde el preescolar hasta el quinto grado, similar al proyecto de ley de derechos de los padres de Florida, que los críticos etiquetaron como el proyecto de ley «No digas gay».
A principios de este año, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, emitió un dictamen oficial en el que concluía que la realización de ciertos procedimientos de «cambio de sexo» en niños equivalía a un abuso infantil.
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