MINNEAPOLIS —Las aguas del río Blue Earth ya han dejado un rastro de escombros y destrucción en los bordes de una presa del sur de Minnesota que falló parcialmente la semana pasada, pero las autoridades reconocieron el martes que la estructura más en peligro puede ser el puente que se cierne cerca.
El puente de la carretera 9 del condado corre el riesgo de derrumbarse, y las autoridades dijeron que tienen pocos recursos. La amenaza que se cierne sobre el puente se ha acelerado tras las fuertes lluvias e inundaciones que han azotado el Medio Oeste durante varios días. El nivel del río Blue Earth subió drásticamente y puso a prueba la integridad estructural de la presa. La presa ha resistido, pero el riesgo de derrumbe no ha desaparecido.
Ahora, el puente de unos 40 años de antigüedad que los lugareños utilizan para cruzar la presa desde las zonas rurales hasta las ciudades cercanas podría derrumbarse si el clima empeora.
«Por desgracia, en este momento estamos a merced de la madre naturaleza», afirma Ryan Thilges, director de obras públicas del condado de Blue Earth. «Estamos muy preocupados por la posibilidad de un fallo parcial o total del puente».
El Sr. Thilges se encontraba en lo alto de una ladera en el lado oriental de la presa Rapidan, cerca de la ciudad de Mankato, en Minnesota. Estaba acompañado por el gobernador de Minnesota, Tim Walz, y otros funcionarios que acudieron a la presa para obtener información actualizada sobre las condiciones de la inundación y los esfuerzos de recuperación.
Las autoridades vigilan con cautela tanto la presa como el puente, señalando que el río, aún crecido, ha cambiado drásticamente la zona.
«Creo que la preocupación es si el puente va a ser dañado estructuralmente por esto y si tendrá que ser reemplazado». dijo el Sr. Walz.
Las aguas de la crecida forjaron un nuevo cauce alrededor de la presa que cortó profundamente una empinada ribera, derribando postes de servicios públicos, destrozando una subestación, tragándose una casa y obligando a desalojar una querida tienda. Las condiciones han hecho que sea demasiado peligroso para los funcionarios acercarse lo suficiente para una inspección a fondo del puente, pero ya han identificado signos preocupantes de daños.
El río está arrastrando grandes cantidades de sedimentos, lo que provoca inestabilidad en los pilares de apoyo del puente, construidos sobre un lecho rocoso de arenisca. Las autoridades han podido estabilizar al menos un pilar, pero no han podido llegar a los demás.
Para complicar aún más las cosas, el Sr. Thilges explicó que el domingo se produjo «un pico masivo de árboles que bajaron por el río». Los árboles muertos, producto de la sequía de los últimos años, chocaron contra el puente y algunos están colgando de los pilares. El condado no ha podido encontrar contratistas que se sintieran lo bastante seguros como para retirar los escombros.
«Nadie estaba dispuesto a enviar a su operador y arriesgar su vida para tratar de empujar los árboles a través de», dijo el Sr. Thilges.
Las inundaciones han causado millones de dólares en daños a puentes, viviendas y carreteras de Minnesota, Iowa, Nebraska y Dakota del Sur. La presa acaparó la atención después de que las autoridades dijeran inicialmente que se enfrentaba a una «amenaza inminente» de colapso.
La presa de Rapidan tiene más de un siglo y se terminó de construir en 1910. Aunque se construyó para generar electricidad, se ha visto dañada por varias inundaciones en las últimas décadas. Una evaluación realizada en abril de 2023 por el Inventario Nacional de Presas determinó que Rapidan se encontraba en mal estado, y las autoridades han estado estudiando la posibilidad de retirarla.
Se ha aprobado una declaración federal de catástrofe para el condado de Blue Earth, y las autoridades locales afirman que los recursos adicionales serán fundamentales para los esfuerzos de reconstrucción. Pero esos proyectos podrían verse complicados por un paisaje sensible en el que los esfuerzos de socorro pueden a veces exacerbar el deterioro, dijo el Sr. Thilges.
«Seré totalmente sincero, todas las soluciones que se nos ocurrieron tenían efectos adversos casi tan malos o peores que podrían afectar aún más a la estabilidad de la presa, o podrían provocar daños en el puente o erosión adicional», añadió. «Necesitamos que la Madre Naturaleza nos dé un respiro».
Por Michael Goldberg
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