La Casa Blanca dijo que los generales rusos están engañando al presidente ruso Vladimir Putin sobre el progreso de la guerra entre Ucrania y Rusia.
«Creemos que Putin está siendo mal informado por sus asesores acerca de lo mal que está desempeñándose el ejército ruso, y cómo la economía rusa está siendo paralizada por las sanciones porque sus asesores de alto nivel tienen demasiado miedo de decirle la verdad», dijo la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, en una rueda de prensa.
Para respaldar esa afirmación, Bedingfield citó a los servicios de inteligencia de Estados Unidos que afirmaron que Putin «se sintió engañado por los militares rusos» y afirmó que «ahora hay una tensión persistente entre Putin y el [Ministerio de Defensa], derivada de la desconfianza de Putin en el liderazgo del Ministerio de Defensa».
El portavoz del Pentágono, John Kirby, repitió esa valoración al afirmar que el comandante en jefe ruso «no ha sido plenamente informado» por el Ministerio de Defensa en el transcurso del conflicto, que comenzó el 24 de febrero. Sin embargo, Kirby no ofreció detalles ni pruebas sobre la afirmación.
Anteriormente, el miércoles, un negociador ruso de alto nivel dijo que el gobierno de Kiev «esencialmente aceptó» algunas de las demandas clave de Moscú de que Ucrania no se uniera a la OTAN o permitiera tropas o bases extranjeras en su territorio.
«Los negociadores ucranianos han aceptado esencialmente las principales exigencias de seguridad de Rusia de rechazar el ingreso en la OTAN y respecto a la presencia de bases militares extranjeras en su territorio», dijo el negociador jefe del Kremlin, Vladimir Medinsky, añadiendo que Kiev ha «manifestado su voluntad de cumplir las principales exigencias rusas», según los medios estatales rusos.
Anteriormente, varias rondas de conversaciones de paz han dado pocos resultados. Funcionarios estadounidenses y occidentales han dicho que creen que Moscú está utilizando las negociaciones para reagrupar las fuerzas en torno a diferentes ciudades.
Anteriormente, varias rondas de conversaciones de paz han dado pocos resultados. Funcionarios estadounidenses y occidentales han dicho que creen que Moscú está utilizando las negociaciones para reagrupar las fuerzas en torno a diferentes ciudades.
Mientras tanto, el presidente Joe Biden dijo al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, durante una llamada de 55 minutos, que estaba en camino una ayuda directa adicional de 500 millones de dólares para Ucrania. Se trata de la más reciente ayuda estadounidense ante la invasión rusa.
Zelesnki ha presionado a la Administración de Biden y a otros aliados occidentales para que proporcionen a Ucrania aviones militares, algo que Estados Unidos y otros países de la OTAN no han querido hasta ahora por temor a que pueda llevar a Rusia a ampliar la guerra más allá de las fronteras de Ucrania.
También el miércoles, los ataques y bombardeos rusos se habrían producido en los alrededores de Kiev y Chernígov, después de que el Kremlin dijera un día antes que reduciría algunas de sus fuerzas en esas regiones. Esto fue recibido con escepticismo tanto por el Pentágono como por la OTAN.
Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, declaró a los medios de comunicación estatales que la fase inicial de la invasión rusa consistía en obligar a los militares ucranianos a «concentrar sus fuerzas, medios, recursos y equipos militares para mantener grandes asentamientos en esas zonas, incluida Kiev». Al mismo tiempo, añadió, las fuerzas rusas tendrían entonces más libertad para operar en la región de Donbás, en el este de Ucrania.
Con información de The Associated Press.
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