El líder ruso, Vladímir Putin, propuso este viernes prolongar al menos un año y sin condiciones previas el Nuevo START, el último tratado de control de armas vigente entre Rusia y EE.UU., y que expirará en principio el 5 de febrero de 2021.
«Tengo una propuesta, es decir, extender el actual acuerdo sin condiciones al menos un año, a fin de poder llevar a cabo negociaciones sustanciales sobre todos los parámetros de los problemas regulados por acuerdos de este tipo», dijo el mandatario en una reunión con miembros del Consejo de Seguridad ruso.
Putin sostuvo que el fin de su iniciativa es «no dejar a nuestros países (Rusia y EE.UU.) ni a todos los países que están interesados en mantener la estabilidad estratégica sin un documento tan fundamental como el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas», el Nuevo START.
En este sentido pidió al ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, que comunique la postura rusa a los socios estadounidenses.
«En un futuro próximo intente conseguir al menos una respuesta inteligible de ellos», se dirigió Putin a Lavrov.
El mandatario ruso considera que la expiración del tratado, conocido en Rusia como START III, sería lamentable.
«Sería extremadamente lamentable si el tratado dejara de existir y no fuera sustituido por otro documento fundamental sobre este tipo de armas», sostuvo Putin.
El líder ruso consideró que en todos estos años, desde la firma del Nuevo START en 2010, el tratado «ha funcionado adecuadamente, cumplido su papel fundamental de limitar, frenar la carrera armamentística y controlar las armas».
Indicó que Rusia posee «nuevo sistemas de armas que EE.UU. no tiene, al menos hasta ahora», pero que Moscú no se niega a abordar esta cuestión con Washington.
El Nuevo START limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire.
En principio, su vigencia puede ser prorrogada por cinco años, hasta 2026, pero eso ya está descartado porque ambas partes no se ponen de acuerdo, sobre todo porque EE.UU. exige la participación de China en las negociaciones, algo que rechaza Beijing.
Rusia a su vez ha dicho que en todo caso habría que incluir en las negociaciones también a Francia y el Reino Unido, las otras dos potencias nucleares declaradas miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
El enviado especial de EE.UU. para el Control de Armas, Marshall Billingslea, aseguró esta semana que ha llegado a un «principio de acuerdo» con su homólogo ruso, Serguéi Riabkov, para prorrogar el Nuevo START «durante algún tiempo, siempre que a cambio acepten (los rusos) una limitación o una congelación de su arsenal nuclear».
«Nosotros estamos dispuestos a hacer lo mismo», sostuvo.
Lavrov, explicó que Rusia entregó a EE.UU. propuestas para un enfoque integral sobre la estabilidad estratégica, pero que en respuesta Washington presentó sus ideas con «numerosas precondiciones para la prolongación del START III».
Los expertos temen que la expiración del Nuevo START lleve a una nueva carrera de rearme nuclear, ya que por primera vez desde 1972 no habría ningún acuerdo de control de armas atómicas en vigor entre las dos mayores potencias nucleares del mundo.
Rusia y Estados Unidos tienen un 90 % de todas armas nucleares que existen en el planeta.
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