El presentador de «Crossroads» de Epoch TV, Joshua Philipp, entrevistó a Zilvinas Silenas, presidente de la Foundation for Economic Education, sobre las recientes protestas anticomunistas que están ocurriendo en Cuba y el tema más amplio sobre qué es el socialismo y cómo hablar con los estadounidenses bien intencionados que se identifican con las ideologías socialistas de hoy.
Philipp le preguntó a Silenas un resumen de lo que está sucediendo actualmente en Cuba y la razón.
“Los cubanos te dirán que [las marchas] son anticomunistas”, explica Silenas, al tiempo que citó que muchas personas en Estados Unidos dicen que es estrictamente por la COVID o ciertas políticas comerciales. Cuando se le preguntó si las ideologías socialistas crean una tendencia a pasar por alto las injusticias que no apoyan sus narrativas, Silenas estuvo de acuerdo.
«Los socialistas siempre son inconsistentes». Silenas continuó explicando que esta tendencia hipócrita es un hilo conductor entre los pensadores socialistas, citando sus antecedentes de crecer en Lituania bajo el socialismo en los años 80, y este mismo patrón que se remonta a 1939, donde muchos intelectuales occidentales, aunque eran muy inteligentes en su ámbito, no pudieron ver a través de la propaganda de su tiempo.
“¿Hasta qué punto las narrativas reflejan realmente aquello en lo que creen? ¿No les importa realmente eso o se trata de otra cosa?», preguntó Philipp.
“Esa es una pregunta difícil de responder porque estás pidiendo entrar en la mente de otra persona”, dice Silenas, y continúa diciendo que probablemente hay tres grupos de personas. Primero, las personas que creen lo que dicen–que el socialismo es bueno y que realmente es lo mejor para el mundo. En segundo lugar, la gente que utilizará cualquier cosa mala que esté sucediendo en Estados Unidos para justificar el socialismo, y tercero, la gente que no lo sabe.
“El mundo es un lugar difícil y cuando sucede algo malo en el que hay múltiples factores detrás, puede ser difícil de entender”, dice Silenas. «Creo que lo mejor que podemos hacer todos nosotros, y lo mejor que pueden hacer los medios de comunicación y las redes sociales es simplemente proporcionar los hechos y dejar que las personas decidan. Lamentablemente, creo que en muchos casos tenemos muy pocos hechos y muchas opiniones. Una vez más, no hay nada de malo, pero las opiniones deben ser opiniones y los hechos deben ser hechos, y no hagamos pasar opiniones como hechos y viceversa».
Philipp y Silenas analizaron lo que es el comunismo y socialismo reales, y si los ejemplos actuales son una representación precisa de estas ideologías.
“Muchas veces la gente dice que esto no es comunismo real. Hablan de la Unión Soviética, Cuba, etc. y dicen que esto no es comunismo real–que es nacionalsocialismo o socialismo de estado–y le dan todo tipo de nombres. O dicen que estás criticando al comunismo, no al socialismo. ¿Cómo ves eso?», preguntó Philipp.
Silenas dijo que su contra pregunta es, «¿qué es el comunismo real o qué es el socialismo real?».
“El juego que obviamente se está jugando aquí es que cuando las cosas se ponen mal, los socialistas dicen ‘bueno, eso no era socialismo real’. Supongo que el contrapunto sería, bueno, muéstrame un país donde realmente funcionó, muéstrame un país que fuera socialismo real, y si realmente ningún país fue socialista, entonces tal vez el socialismo sea solo una construcción teórica».
Philipp y Silenas también explicaron la idea de que el modelo nórdico en los países escandinavos que a tantos socialistas les gusta citar como un éxito no es en realidad socialismo. “Sí, algunos de sus impuestos son más altos; el sector gubernamental es algo más grande; pero al mismo tiempo, tienen cosas como elección de escuela, en términos de competitividad; tienen una competitividad muy alta, muchos de ellos tienen leyes muy interesantes que les permiten ser competitivos; así que una vez más, de cualquier forma que se separe, de los propios daneses, de cualquier indicador objetivo, Dinamarca, [y] los países escandinavos, no son socialistas».
Cuando se le preguntó a Silenas qué encuentra con más frecuencia en sus conversaciones con las generaciones más jóvenes sobre el tema del socialismo, dice: “Mi hallazgo es que están confundidos. Se preocupan por la igualdad, se preocupan por el medio ambiente, se preocupan por la justicia, y dicen socialismo. Y a ellos les digo, todas esas cosas que les importan—la igualdad, la justicia, el medio ambiente— están absolutamente ausentes en el socialismo”.
El episodio continúa detallando estos elementos y cómo les va en los sistemas políticos socialistas, desde el pobre desempeño ambiental bajo la Unión Soviética, hasta el tema de la justicia, diciendo que la justicia era una burla bajo la Unión Soviética.
“Lo que está bien y lo que está mal, lo que es verdad y lo que es mentira, lo definen el partido y los políticos, no los tribunales independientes”. Citando el tema de la igualdad, Silenas continúa hablando de su experiencia viviendo bajo el socialismo, y cómo no vio ninguna igualdad en áreas de libertades, dinero e incluso vivienda.
“De seguro que había mucha gente pobre, pero al mismo tiempo, había gente conectada, había gente rica, todos estaban conectados al Partido Comunista”.
Cuando se le pregunta si la gente puede aprender del socialismo pasado y perfeccionar el sistema, Silenas responde: “¿Cuántas veces tenemos que fallar hasta que veamos que esto no funciona? La Unión Soviética fue un fracaso. China intentó emularlo, fue un fracaso, murieron millones de personas. Camboya, fue un fracaso».
El episodio continúa sumergiéndose en la cantidad de personas que murieron como resultado de los sistemas socialistas, lo cual demuestra que en cualquier momento en los regímenes y sistemas políticos a lo largo de la historia donde la gente murió como resultado intencional, la historia revela el socialismo.
Philipp toca el clima político actual de nuestros días, con la gran tecnología y el gobierno ahora hablando de reportar a amigos y familiares por extremismo. Ellos se sumergen en la cuestión de si existe una similitud entre lo que sucedió en el pasado y lo que está sucediendo actualmente. Silenas concluye que hay una similitud en el método, aunque aclara que ser expulsado de las redes sociales no es nada comparado con ser enviado a Syberia durante 30 años. Sin embargo, Silenas admite que el tono y la intención es lo que recuerda inquietantemente. “Es la misma idea que la gente no es lo suficientemente inteligente para determinar qué tipo de información es correcta. Las personas no son inteligentes y pueden ser manipuladas. Esa es una noción muy peligrosa, y esa parte parece de regímenes totalitarios».
Entre otros temas, como el comercio entre países capitalistas y socialistas, Philipp finaliza la entrevista preguntando si este tema del socialismo y los ejemplos históricos están desactualizados, y que si incluso vale la pena hablar de ellos.
A esto, Silenas responde: “Lo más poderoso de este mundo, y lo que gobierna este mundo, no es el dinero, y no es el poder, son las ideas. Y si tienes ideas equivocadas, y si crees en cosas horribles, sucederán cosas horribles. El poder, el dinero, los políticos, simplemente siguen las ideas».
Su recomendación para quienes están realmente interesados en el futuro y realmente quieren hacer un mundo mejor, es estudiar realmente las ideas y aprender de qué trata el socialismo y de qué trata el capitalismo. «Lean sobre esto y lean el historial mundial, aprendan y luego tomen una decisión, porque las ideas son lo más importante en este mundo».
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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