La secundaria Mountain de Durango (Colorado) prohibió los celulares en las aulas hace doce años.
El director de la escuela, Shane Voss, recordó entonces que el flujo constante de mensajes de texto y fotos era demasiado para tolerarlo.
«Ya era una distracción masiva antes de eso, en 2010», dijo a The Epoch Times. «De repente, todo el mundo tiene una cámara en el bolsillo».
Antes del inicio del curso 2012-2013, Voss preguntó a su profesorado si a alguien se le ocurría una razón que justificara que los alumnos tuvieran su teléfono en el aula. No se levantó ni una sola mano.
Con ello, entró en vigor una política que exige que los teléfonos estén apagados y guardados en las mochilas hasta que los alumnos salgan del edificio al final de la jornada escolar. El director puede contar con los dedos de una mano el número total de infracciones cometidas durante la aplicación de esta política.
«En realidad, los chicos anhelaban esto», afirma Voss, quien añade que los alumnos de los últimos años le han dicho que disfrutan de las mañanas y las tardes sin tener que revisar sus mensajes o leer las actualizaciones sobre las personas, equipos o eventos que siguen en las redes sociales.
«Hablan entre ellos. Aprenden de esa comunicación personal y de la colaboración».
Más de una década después de la prohibición de Mountain, los dispositivos inalámbricos personales y las aplicaciones en línea a disposición de los niños son mucho más avanzados y atractivos; las distracciones no se limitan a los flashes de las cámaras y las notificaciones de texto. Los sitios de redes sociales accesibles mediante teléfonos móviles están cada vez más relacionados con la adicción, la ansiedad, la depresión y los problemas de conducta de los jóvenes.
En California, el estado más grande del país, el gobernador Gavin Newsom promulgó el 23 de septiembre una ley que exige a los distritos promulgar sus propias políticas para limitar o prohibir el uso de celulares en las escuelas. En los estados de la costa este hay leyes similares pendientes de aprobación.
Por su parte, la mejora académica en Mountain, una escuela pública que imparte clases de 4º a 8º curso, se disparó tras la entrada en vigor de su política. Voss afirmó que los resultados de los exámenes estatales de matemáticas, lengua y literatura inglesas y ciencias pasaron del último lugar en la región de la Ladera Oeste de Colorado al primero durante esos 12 años, y que esta institución de unos 300 alumnos sigue siendo una de las mejores del estado. Voss fue nombrado Líder del Año 2024 de las Escuelas Charter del Estado de Colorado.
El Departamento de Educación de Colorado catalogó a Mountain Middle School como una escuela que cumplía los requisitos de rendimiento académico y crecimiento académico con una puntuación del 75 por ciento en ambas categorías en 2016. Siete años más tarde, su puntuación de rendimiento académico fue del 99.3 por ciento, y el crecimiento académico fue catalogado en un 86.8 por ciento.
«La prohibición tiene mucho que ver con eso», afirma Voss. «No hay distracciones, los alumnos están concentrados y todos en el aula entienden el protocolo. Con los teléfonos, de lo contrario, el profesor sólo está hablando consigo mismo».
Voss dice que las restricciones son más difíciles de aplicar ahora porque los profesores no dan ejemplo apagando sus teléfonos. Además, los padres insisten en que deberían poder ponerse en contacto con sus hijos o rastrearlos en cualquier momento. Dos o tres veces a la semana, consulta con responsables de centros escolares y estatales que buscan restricciones similares en sus propios distritos.
«Para mí es un segundo trabajo», afirma. «Ahora mismo es un movimiento».
Aunque las restricciones del uso del celular pueden determinarse a nivel de aula, donde los profesores y los responsables de los centros escolares carecen a menudo de voluntad para hacer frente a la resistencia, la crisis de salud mental de los jóvenes ha impulsado la acción de las legislaturas estatales sólo en los últimos nueve meses.
En total, California, Indiana, Luisiana, Minnesota, Ohio, Carolina del Sur y Virginia aprobaron leyes que prohíben el uso de celulares durante el horario escolar o que exigen a los distritos individuales establecer políticas antes de 2025, según la página web de seguimiento de proyectos de ley de educación de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.
La prohibición de los celulares en Florida, aprobada en 2023, también prohíbe el uso de relojes inteligentes durante el horario escolar.
Hay leyes similares pendientes de aprobación en Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y Puerto Rico.
La semana pasada, el sindicato New York State United Teachers (NYSUT) se reunió con legisladores estatales, proveedores de atención médica, líderes de las fuerzas del orden, padres y estudiantes como parte de la Conferencia Desconectados en Albany. NYSUT quiere una política estatal que restrinja los celulares y los dispositivos personales durante toda la jornada escolar, según un comunicado de prensa del 27 de septiembre.
«Los alumnos tienen dificultades para hablar con sus compañeros, hablar con los adultos, resolver problemas sobre cómo desenvolverse en situaciones sociales, cómo mirar a la gente a los ojos y, simplemente, cómo enfrentarse al mundo que los rodea», dijo Nick Harris, un psicólogo escolar en Guilderland High School, en el comunicado de prensa. «La mayoría de las veces, nuestros estudiantes nos informan de que, sea cual sea el sitio en el que están, sea lo que sea lo que están haciendo, se están deprimiendo más, están más ansiosos y más distraídos».
Muchos distritos escolares de todo el país no están esperando a un mandato estatal.
La secundaria Riverton de Wyoming empezó a restringir el uso del celular en 2022. El subdirector Brady Slack dijo que el número de remisiones disciplinarias ha decrecido. No tiene conocimiento de ningún incidente en el último año relacionado con la intimidación o el intercambio de fotos inapropiadas o publicaciones en las redes sociales.
«Simplemente desaparece», dijo Slack a The Epoch Times. «Y a los alumnos y a los padres les parece bien ahora».
En el Distrito de Escuelas Secundarias de San Mateo, California (SMUHSD), dos de sus 10 escuelas tienen una política de campana a campana donde los teléfonos de los estudiantes se colocan en bolsas Yondr que solo se pueden desbloquear con un imán en las salidas del edificio después del último período de clases. La preparatoria San Mateo implementó la política en 2019, y la preparatoria Península la siguió en 2021, Laura Chalkley, directora de comunicaciones del distrito, dijo a The Epoch Times por correo electrónico.
La Junta de Síndicos de SMUHSD revisó la política el 11 de septiembre en anticipación de la ley estatal. Los funcionarios de la escuela no proporcionaron pruebas de mejoras académicas, pero reportaron un mejor comportamiento y compromiso de los estudiantes.
La diferencia más notable: pasillos y cafeterías mucho más ruidosos en comparación con la época en que los estudiantes miraban sus teléfonos durante el almuerzo o entre clases.
Y los estudiantes son menos tímidos y más enérgicos en los mítines y asambleas porque saben que otro estudiante no los grabara si se ven torpes, dijo Yvonne Shiu, directora de la preparatoria San Mateo.
Shiu dijo que los padres son informados si un estudiante es disciplinado por encontrar una manera de acceder a su teléfono durante el día escolar, y la escuela está dispuesta a mantener los teléfonos durante el fin de semana si un padre lo solicita.
«Evita que saqueen una casa si quieren recuperar su teléfono», dijo durante la reunión del 11 de septiembre, y añadió que, durante los últimos cuatro años, los alumnos le han dicho que el miedo a “perderse algo constantemente” que les ataba a sus teléfonos se ha desvanecido. Los chicos se ponen al día con sus mensajes al salir del edificio al final del día y se dan cuenta de que lo que se perdieron no merecía su atención para distraerlos del aprendizaje».
Durante esa misma reunión, el director del instituto Peninsula, Ronald Campana, dijo que las peleas y riñas empezaron a escasear tras la entrada en vigor de la prohibición, y que las pocas que se producían «nunca llegaban a YouTube».
La organización sin ánimo de lucro Escuelas Libres de Celulares fue creada el año pasado por padres cuyos hijos quedaron traumatizados por episodios relacionados con las redes sociales. Defiende la prohibición total de celulares, relojes inteligentes, pulseras fitness y auriculares con Bluetooth. Sabine Polak, cofundadora de la organización, informa un mejor comportamiento de los alumnos en las escuelas de todo el país, menos violaciones de la privacidad y una mejora de la moral y el desempeño de los profesores al desaparecer la carga de vigilar el uso del teléfono.
La organización desaconseja las políticas que permiten el uso de teléfonos o dispositivos personales durante los periodos de almuerzo o para determinadas actividades en el aula, y mucho menos dejar la elección en manos de cada profesor.
«Es el efecto del hábito, no sólo una elección personal», dijo Polak a The Epoch Times. «[Los dispositivos] apartan a los niños de la enseñanza en el aula, y aquellos que los apagan se siguen preocupando de que los graben».
Oposición
Los defensores de la prohibición de los teléfonos móviles reconocen que la preocupación por la seguridad es la principal razón por la que las familias y los legisladores se oponen a las restricciones.
El 6 de septiembre, la Unión Nacional de Padres publicó los resultados de una encuesta y una declaración en la que reafirmaba su lucha contra las restricciones en las escuelas.
«Las prohibiciones de los celulares no tienen en cuenta las trágicas situaciones de la vida real que, por desgracia, se producen con demasiada frecuencia en las escuelas. Y las escuelas todavía tienen que mejorar la comunicación con nosotros», dijo Keri Rodrigues, Presidenta de la Unión Nacional de Padres, en el comunicado de prensa.
«Las preocupaciones de los padres estadounidenses son reales y merecen ser consideradas también en la creación de cualquier política que afecte a nuestra capacidad de comunicarnos con nuestros hijos».
De vuelta en Colorado, otro director de escuela que se llevó los honores del estado por dirigir una escuela de alto rendimiento, muy parecido a Voss en Mountain Middle School, está encantado de discutir sus políticas con otros distritos que buscan orientación. Pero este hombre, Chris Page, de la preparatoria Highlands Ranch, permite e incluso fomenta el uso de teléfonos móviles durante las clases.
Page dice que la misión de la escuela es preparar a los estudiantes para la vida después de la graduación, ya sea la universidad o un trabajo a tiempo completo que requiera que los trabajadores presten mucha atención a sus teléfonos. Él aboga por un plan de estudios de ciudadanía digital K-12 que capacite a los niños para equilibrar el uso de dispositivos con la interacción humana y el aprendizaje.
«Es nuestra responsabilidad enseñar a los niños a usar los celulares de la manera correcta», dijo Page, Director del Año de la Escuela Secundaria 2023 de Colorado, a The Epoch Times. «Puedes quitar los celulares, pero los abusadores seguirán molestando después de las 4 de la tarde.
«Ya no controlamos así la tecnología. Las disrupciones siempre han existido. Cómo las guiamos es el arte de la enseñanza».
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