Hay muchos grandes colegios y universidades en Estados Unidos. La mejor, sin duda, es «La escuela de los golpes duros de la vida» (College of Hard Knocks), que suele estar cerca de ti en los momentos de lucha o fracaso. Se llama «golpes duros» porque a veces la vida no es fácil ni justa. Las mejores lecciones de la vida suelen llegar en esos momentos. De vez en cuando, un golpe duro nos devuelve a la realidad o nos aleja del camino equivocado para que podamos volver al camino correcto.
Una de las lecciones más importantes de mi vida me llegó mientras estaba en entrenamiento básico en Fort Ord, California. Mi sargento instructor tenía una sabiduría superior a su rango. Un día, en el campo de tiro, uno de mis disparos no dio en el blanco. El sargento se acercó para ver por qué no había dado en el blanco. Sintiéndome avergonzado, le dije que algo andaba mal con mi arma. Me la quitó, la inspeccionó minuciosamente y me la devolvió. Me dijo: «¡Tiene razón, soldado, algo anda mal con su arma. Es la tuerca detrás de la cantonera!».
Después de unos segundos, me di cuenta de que se refería a mí. Yo era el loco de detrás de la cantonera. En mi siguiente disparo, me concentré en el blanco, mejoré la posición de mi cuerpo, respiré hondo y solté la mitad, y apliqué lentamente una presión uniforme al gatillo. Esta vez, el loco detrás de la cantonera dio en el blanco.
Desde entonces, siempre analizo mi comportamiento antes de culpar a los demás. Cada vez que cometo un error, ya sea en los deporte, los negocios, mi familia o en la vida en general, me apresuro a decir «culpa mía» para no implicar a los demás culpándolos ni dejando dudas sobre de quién fue la culpa. Antes de entrar en cualquier situación, hacer comentarios, dar consejos o decidir sobre asuntos importantes, siempre analizo mis motivos para estar seguro de que estoy haciendo lo correcto por la razón correcta.
Si te encuentras en la situación de tener que asumir la responsabilidad de tus actos, celebra el hecho de que cometes errores porque eres humano y que puedes aprender de ellos y seguir adelante.
Enhorabuena, acabas de aprobar tu primera clase, «Crecimiento y desarrollo 101», en la Escuela de los golpes duros de la vida.
Ronald D. Francis, Idaho
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