Durante toda nuestra vida, enfrentamos el desafío del rechazo en nuestras relaciones personales, en la escuela, en el lugar de trabajo, etc. Por supuesto, algunas personas luchan con este sentimiento de pérdida más que otras. La forma en que las personas afrontan el rechazo puede determinar en cierta medida la trayectoria de sus vidas.
Algunas personas pueden esperar lo peor si se acostumbran al rechazo y como resultado se hunden en un caparazón de ansiedad y depresión. Por el contrario, otros pueden esforzarse por construir rasgos de carácter como la motivación y la perseverancia gracias experimentar a varios rechazos. Los atletas famosos, la gente de negocios, los artistas, los líderes militares, etc., con frecuencia han tenido que esforzarse durante años a través de prueba y error antes de «lograrlo».
Si se encuentra con un escenario de rechazo, es crucial tomarlo con calma como una faceta natural de las eslingas y flechas de la existencia humana. Sin embargo, es normal que se sienta abatido al experimentar una situación de rechazo. Recuerdo varios ejemplos de mi propia vida, cuando intenté superar la depresión después de recibir cartas de rechazo en las esferas del empleo y la escritura. Sí, cartas escritas entregadas por correo, ¡mientras que ahora uno puede recibir una notificación de rechazo por correo electrónico o por texto!
Primero, me presenté hace varios años a la Policía Real Montada de Canadá (RCMP) cuando vivía en Winnipeg desde hacía unos cinco años. No llegué a la fase de entrevista posterior al proceso de solicitud. Recibí una carta «diplomática» de rechazo, pero no se indicaron los motivos. Puede que se debiera al hecho de que, durante mi infancia, nuestra familia se trasladaba casi todos los años por toda Norteamérica. Quizás la RCMP deseaba candidatos cuya educación fuera más estable. Estuve un poco deprimido, pero seguí adelante porque asistía a la universidad y trabajaba, así que no tenía tiempo para sumirme en la depresión.
Luego, durante mis cuatro años de servicio en la Guardia Costera de Estados Unidos, experimenté una montaña rusa. Me interesaba mucho la carrera de piloto, así que me presenté al sector de la aviación de la Guardia Costera. Pasé el examen físico de vuelo y me sometí a una entrevista ante un grupo de oficiales en Mobile, Alabama. Después de unas semanas, recibí una de esas cartas de rechazo de aterrizaje «suave» que no ofrecía ninguna justificación específica. Supuse que podría deberse a que había completado un número mínimo de cursos de matemáticas/física, que son requisitos para el pilotaje y la navegación.
Me costó más superar este rechazo porque me esforcé mucho más en todo el proceso. Sin embargo, continué con mis deberes y juré dar lo mejor de mí en cualquier camino que me llevara la vida, porque algunos acontecimientos están fuera de nuestro control. Perdí la cuenta de cuántas cartas de rechazo recibí de instituciones del sector privado y público, así como de artículos enviados a publicaciones impresas.
Finalmente, mi tercera experiencia tuvo una evolución más feliz. Reforzó el hecho de que rara vez conseguimos exactamente lo que queremos, pero frecuentemente obtenemos lo que necesitamos para fortalecer nuestro propósito en la vida. En la escuela secundaria, me di cuenta que tenía cierto talento para escribir, así que empecé a escribir un diario y crear poemas.
A los pocos años, empecé a escribir ensayos sobre una amplia gama de temas y comencé a presentarlos para que fueran publicados. Durante más de 20 años, también me dediqué a la enseñanza, donde tuve el privilegio de ayudar a los estudiantes que luchaban con las tareas de lectura y escritura.
Descubrí cuán arduo era el proceso para que algunas de mis muestras de escritura fueran aceptadas en algunos medios de comunicación impresos. Recibí innumerables avisos de rechazo por correo electrónico o postal y, con frecuencia, ninguna respuesta por parte de los editores y las editoriales. Estas experiencias de aprendizaje alimentaron mi persistencia a la hora de escribir artículos persuasivos y oportunos que se ajustaran a la filosofía particular de cada publicación. Descubrí que los escritores tienen suerte si el 20 por ciento de sus creaciones son aceptadas para su publicación. A mí me han publicado más de 100 artículos, así que ¡haga la cuenta de cuántos he escrito!
El rechazo hace parte de la vida y puede ser doloroso, pero también puede formar el carácter y conducirlo hacia su destino en la vida. Siempre que enfrente el rechazo, afróntelo arrimando el hombro y buscando el lado bueno de cada situación. Con el tiempo, puede que incluso desarrolle una piel gruesa y se encoja de hombros ante cada puerta cerrada con la vista puesta en la siguiente oportunidad para aprender. La fe en los talentos que nos ha dado Dios también puede generar una perspectiva equilibrada de la vida. Recuerde que la aceptación o el rechazo pueden llegar cuando menos lo espera, así que espere lo inesperado y maneje cada momento con dignidad.
Christian Milord, California
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