Independientemente de cómo elija ganarse la vida, dirigir un negocio es parte de la vida, y la forma en la que dirige su vida es incluso la parte más importante del éxito que tenga en el negocio. En pocas palabras, si quiere tener un negocio exitoso, empiece con una vida exitosa.
Tengo la suerte de tener dos nietos gemelos de 14 años, uno que se llama como mi padre y yo, y el otro como el padre y el abuelo de mi yerno.
Como suele ocurrir con los hermanos, los gemelos se pelearon cuando se quedaron con nosotros durante las vacaciones de primavera en el lago. La pelea no fue física, sino un enfrentamiento verbal, y se dijeron cosas odiosas e hirientes. Interrumpí la pelea y luego senté a cada uno de los chicos por separado para tener una larga charla sobre lo malo que era hablar de esa manera a los demás y, sobre todo, a la familia.
A la mañana siguiente, le pregunté a Patrick, mi tocayo, si había aprendido algo y si recordaba alguno de los puntos que había tratado de exponer la noche anterior. La respuesta de Patrick fue: «¡Ojalá los hubiera escrito, Pawpaw!». Así que lo hice. Hice imprimir mis observaciones en papel fino, las coloqué en un marco y las puse a la vista en su habitación para que pudieran consultar las lecciones de vida que estaba tratando de enseñar. También mandé imprimir y enmarcar otros tres para mis otros tres nietos.
Mi objetivo principal fue enseñar a mis nietos que no se obtiene el éxito en la vida maltratando y engañando a los demás, sino que el verdadero éxito se logra viviendo una vida centrada en los principios. Uno se engaña a sí mismo si piensa lo contrario, y la deshonestidad personal tiene graves consecuencias. Desafortunadamente, las mayores mentiras son las que nos decimos a nosotros mismos.
Por eso, presento las «Lecciones de vida», que preparé hace pocos años.
Lecciones de vida
Por Patrick J. Calhoun, Jr. (alias Pawpaw)
• ¡La vida es un eco! Uno recibe de regreso lo que envía. En la vida, uno recibe lo que da. Si uno es grosero y odioso con los demás, la mayoría de las veces otras personas serán groseras y odiosas a cambio.
• ¡Pruebe sus palabras antes de hablar! Si sus palabras son amargas e hirientes, es mejor tragárselas. Si se escupen, nunca se podrán retirar. Una disculpa puede suavizar el golpe, pero el daño ya está hecho.
• Mantenga su palabra. Diga lo que quiere decir y haga lo que dice. Haga honor a su palabra. Su palabra es la base de su reputación y una buena reputación es más valiosa que el dinero.
• Nunca grite. Gritar o alzar la voz es un comportamiento grosero, ofensivo y de mal gusto. Gritar no hace más válida la idea que se quiere exponer. A no ser que esté gritando por su equipo favorito o avisando que el puente está cerrado, no grite nunca.
• Trate siempre a los demás con amabilidad, cortesía, dignidad y respeto. El conserje debe ser tratado con la misma cortesía que el presidente de la empresa. Todos somos iguales en nuestra condición humana y merecemos respeto independientemente de nuestra posición en la vida.
• Los modales son importantes. Los modales no tienen que ver con usted, sino que están diseñados para mostrar respeto por los demás. Los buenos modales son los cimientos de una sociedad civil.
• No tenemos el control de los principios. Controlamos nuestras acciones, pero las consecuencias que se derivan de ellas están controladas por los principios.
• No podemos controlar a los demás. Lo único que podemos controlar es cómo reaccionamos a las circunstancias y a las acciones de los demás. Se nos enseña en Proverbios 15:1, «La respuesta suave aleja la ira, pero la palabra dura despierta la ira».
• Cambie sus pensamientos y cambiará su mundo. El pensamiento positivo obtendrá resultados positivos. Ya sea que crea que puede o que piense que no puede, de cualquier manera, está en lo correcto.
• No corra chismes ni hable mal de los demás, aunque sea cierto. El carácter de una persona es evidente y el mundo no necesita que uno señale los defectos de otra persona. De hecho, hablar mal de la gente es un mal reflejo de su propio carácter.
• Nunca presuma ni se vanaglorie, porque le hará parecer pequeño. Los demás se darán cuenta si sus talentos lo llevan a la consecución de logros. El pastel de la humildad sabe mucho mejor que la humillación, y el orgullo es la carga que lleva una persona necia.
• No se detenga en sus errores o desgracias, sino que aprenda de ellos y siga adelante. Una actitud positiva lo llevará lejos en la vida y la gente querrá estar cerca de usted.
• Acepte la responsabilidad personal. Cuando falle o cometa un error, asuma la responsabilidad personal y no ponga excusa ni culpe a los demás. ¡Asuma la responsabilidad de su propia vida!
• ¡Viva la VERDAD y rechace la MENTIRA! La cultura popular, Hollywood, algunos artistas famosos y figuras del deporte nos quieren hacer creer que la felicidad se encuentra a través del alcohol, las drogas, los tatuajes y el desprecio de los límites morales. ¡Rechace la MENTIRA! La verdadera felicidad se encuentra en una vida ordenada de disciplina personal, normas morales y productividad.
• ¡Elija sus batallas con cuidado! No siempre es prudente debatir los méritos de su postura si eso lleva a la confrontación, incluso cuando puede que tenga razón. Sin embargo, hay cosas que deben ser defendidas y que valen la pena la lucha, pero elige sabiamente.
La vida no es fácil, pero si domina estas lecciones, la vida será mucho más agradable. Si se emplean correctamente, estos principios reducirán los conflictos, promoverán la cooperación y se ganarán el respeto de sus compañeros. La vida es demasiado corta para ser infeliz, y tratar a los demás con amor y respeto lleva a la felicidad.
Patrick James Calhoun, Jr., Arkansas
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De vez en cuando, mi padre, que era un hombre sabio y muy amable, solía contarnos la siguiente historia. Cuando llegó a este país de joven, en 1922, procedente de Eslovaquia, se llevó los malos recuerdos de cómo a veces, en medio de la noche, la policía golpeaba las puertas de la gente y los llevaba a la cárcel acusándolos de delitos que no habían cometido. La gente no tenía derechos y no podía defenderse.
Mi padre nos contaba que, mientras estaba en la barandilla del barco que lo trajo a América a través del Océano Atlántico y que ahora navegaba frente a la Estatua de la Libertad, respiró profundamente y olió la libertad. Toda su vida decía que Estados Unidos es el mejor país de todo el mundo (…) y luego siempre añadía: «Pero si uno quiere que se haga justicia, tiene que estar dispuesto a luchar por ella. En este país, se puede hacer».
Siempre recuerdo sus palabras y trato de vivir de acuerdo a ellas. Espero, querida siguiente generación, que hagan lo mismo. Siempre que se encuentren con situaciones en la vida en las que sientan que las cosas están mal, nunca tengan miedo de defender lo que es correcto. Recuerden que el derecho es el poder. No dejen que nadie les quite su libertad, especialmente en estos tiempos turbulentos en los que el movimiento socialista marxista está estrangulando la vida de Estados Unidos y quitando sus libertades de expresión, de prensa, etc. El cementerio de Arlington está lleno de almas valientes que hicieron el último sacrificio por nosotros para que tuviéramos el derecho de luchar por la justicia en cualquier sector de la vida cuando fuera necesario. No los defraudemos. No se defraude a sí mismo. Recuerde aquel viejo y sabio refrán que dice que solo hace falta que unos pocos hombres buenos no hagan nada para que el mal florezca.
Buena suerte. La necesitarán.
Catherine J. Knett, Virginia
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Querida siguiente generación,
Como ahora tengo más tiempo para contemplar y mirar atrás mis más de 30 años en la medicina, reservé algunos consejos sencillos pero significativos para los que están creciendo.
Hagan que cada día cuente. Hagan algo cada día con intención, por pequeño que sea.
Piense a menudo en los demás. Es fácil discutir y pensar en uno mismo. Pero es muy enriquecedor para el alma pensar en los demás y hacer por los demás, por pequeño que sea ese acto de bondad.
No se asuste si las cosas no salen como las había planeado en la vida. La vida tiene una forma de desarrollarse como debería. No se resista ni se rebele demasiado si las cosas no salen como usted quiere. Puede que sea lo mejor.
Y, por último, piense bien las cosas. Incluso el acto de votar en unas elecciones locales es muy importante. Investigue sobre el candidato. Haga preguntas. Piense en el camino. ¿Qué tiene más sentido? Si usted, sigue estos sencillos pasos, creo que la vida será muy enriquecedora.
Dra. Laurette M. Ellis, Florida
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1. Dolor a corto plazo, ganancia a largo plazo. 2. Nunca se equivoca uno por tener razón. 3. Su palabra es su vínculo. Si rompe su vínculo con una persona, es posible que nunca recupere su confianza. 4. Si a lo largo de su vida ha desarrollado suficientes «amigos de verdad» para llenar los dedos de una mano que dejarán lo que están haciendo y vendrán a su lado en momentos de necesidad sin importar lo que ocurra, usted es una persona muy afortunada. Y si es amigo de alguien más, sea ese tipo de amigo.
S. Thomas Tobias, Ohio
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