En mi 70º cumpleaños, el 12 de diciembre de 2020, quise bendecir a mis siete nietos (que ahora tienen entre 8 y 20 años) compartiendo con ellos mis «Palabras del abuelo», que escribí para la ocasión. En vísperas de este importante cumpleaños, he estado reflexionando sobre mi vida y me he dado cuenta de que gran parte de mi éxito en mi matrimonio, mi trabajo y mis relaciones con otras personas podría resumirse en estas breves, pero poderosas para mí, palabras de consejo que he vivido y pronunciado a otros a lo largo de mi vida. Por ello, he regalado a cada uno de mis nietos un ejemplar de «Palabras del abuelo», con la convicción de que estos consejos les motivarán a alcanzar grandes metas a lo largo de sus propias vidas.
Donald Hoercher
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«Palabras del abuelo»
– El amor es una palabra de dos letras que se escribe D-A.
(Juan 3:16; 1 Corintios 13:4-8; 1 Juan 4:7)
Que el amor sea el núcleo de lo que eres y de cómo vives.
– Sé agradecido.
(1 Tesalonicenses 5:18)
Esfuérzate por vivir con gratitud. Esto es especialmente importante cuando las cosas en la vida son una lucha. Agradece que Dios fortalezca tu resolución, no agradecido por estar en la situación sino agradecido porque Dios está trabajando poderosamente dentro de ella.
– Piensa en la persona de al lado: podrías ser tú.
(Filipenses 2:1-3; Gálatas 6:10)
Ten la mentalidad de los demás primero. ¿Lo que estoy haciendo o cómo me estoy comportando es una bendición para otros, o estoy siendo egoísta? Cuando uses algo, tómate el tiempo de devolverlo a su lugar para que esté ahí para la siguiente persona; podrías ser tú. Sé desinteresado, porque el egoísmo te frenará. Una persona generosa es una persona de éxito.
– Vive por debajo de tus posibilidades: Comparte algo, ahorra algo, gasta algo.
(Efesios 4:28)
Mantén el equilibrio entre Dios, los demás, el trabajo y el estilo de vida. Trabajamos para tener que dar a los demás. No tener deudas es una gran libertad para darse a sí mismo.
– Haz más de lo que te piden.
(Filemón 21)
Un poco más durante un largo período cosecha grandes resultados en tus finanzas, tu carácter y tu conocimiento.
– Siéntete orgulloso de lo que eres. Hijo de Dios. Americano.
(1 Juan 3:2; Filipenses 2:13)
Ten valor y confianza en tus capacidades, porque Dios está obrando en ti para querer y hacer su voluntad. Sigue buscando caminos para mejorar en todas las áreas.
– Límpiate la nariz. Aprende del ayer. Vive el hoy. Apóyate en el mañana. Ten la vista puesta en el futuro.
(Filipenses 4:11)
Asume la responsabilidad personal, sin culpar a los demás por tu situación en la vida. Hazte cargo de todas las situaciones en las que te encuentres —buenas o malas. ¿Qué puedo aprender y cómo puedo crecer de ellas? Cuando señalas con el dedo a alguien, te estás señalando a ti mismo. Las decisiones que tomaste en el pasado te llevaron a donde estás hoy. Las decisiones que tomes hoy te llevarán al mañana.
– P-I-E-N-S-A.
(Romanos 12:1-2)
A todas las edades, muchos problemas pueden evitarse si PIENSAS. En lugar de apresurarte, respira profundamente antes de actuar, pues una conducta tranquila te permite ser más eficiente con tu tiempo y energía. Mientras haces, PIENSA.
– Improvisa, adáptate, supérate.
Cuando la vida te dé un limón, haz limonada.
– La práctica lo hace mejor.
No esperes la perfección, especialmente en el primer intento de algo. Cierra tu mente para persistir y continuar, porque cada intento te mostrará cómo mejorar.
– Siempre es correcto hacer lo correcto.
Corolario: Siempre es incorrecto hacer lo incorrecto.
Abuelo Hoercher
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