Queridos jóvenes de Estados Unidos:
Nací en 1955 y fui bendecido con una madre y un padre que nos enseñaron a mí, a mi hermano y a mis dos hermanas los Diez Mandamientos, la Regla de Oro y la regla más simple, «la honestidad es la mejor política».
Mamá y papá también nos enseñaron que «dar es mejor que recibir», y me di cuenta de lo cierto que era cuando hacía algo por alguien que lo necesitaba. ¡Los dos salíamos ganando!
Mis padres también me enseñaron el valor del trabajo duro y de ganarse la vida. Mi primer trabajo remunerado fue a los 8 años limpiando establos en un rancho de caballos cercano por 50 dólares la hora, pero el inmenso orgullo de comprar mi primera bicicleta un año después fue poderoso. Desarrollé una fuerte ética en el trabajo que me ayudó a tener una carrera exitosa, de la que me retiré recientemente.
Lo que me lleva a mi último consejo para la siguiente generación: si el gobierno y la sociedad todavía te permiten ganarte la vida en el futuro, asegúrate de que es algo que te guste, porque entonces no «trabajarás» ni un solo día de tu vida.
Atentamente,
Paul Golde
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«Las palabras no tienen poder para impresionar la mente sin el exquisito horror de su realidad».
—Edgar Allan Poe
Cuando te encuentras en un agujero, lo primero que haces es dejar de cavar.
Escucha a la gente mayor que tú. Aprende de sus experiencias de vida. No repitas sus errores.
Escucha a aquellos que tienen una opinión diferente a la tuya. Escucha para entender, no para presionar tu propio punto de vista.
Viaja a lugares que son diferentes al lugar donde te criaste.
Aprende que siempre habrá gente más rica que tú. No intentes seguir su ritmo.
Al mundo no le importa tu aspecto, pero a la gente le importa cómo los tratas.
El mundo te matará si le das la oportunidad de hacerlo.
No hagas trampas. Las reglas están ahí para asegurar que todos tengan la misma oportunidad.
Las leyes están para mantener la sociedad en su lugar. Si rompes una ley, la sociedad te castigará. Prepárate.
Aprende a disculparte sinceramente.
Aprende a perdonarte a ti mismo; no dejes que tus malas decisiones definan quién vas a ser mañana.
Si haces algo mal, arréglalo y hazlo bien, no importa a quién hayas hecho daño.
No mueras como un idiota.
Nunca digas «¡toma, sostén mi cerveza, mira esto!»
El matrimonio no se trata de amor, se trata de compromiso. El amor, el sexo y tu cuerpo se desvanecerán. En el matrimonio, tu cuerpo pertenece a tu cónyuge. Trátalo como tal. Hombres, amad a vuestra esposa. Mujeres, respeten a su marido y sus decisiones. No tengas hijos a menos que estés listo para cuidarlos. No puedes devolverlos.
Tu cuerpo no es un patio de recreo, es un templo que alberga algo sagrado. Cuídalo.
Ten fe ciega, como un niño la tiene la mañana de Navidad.
Las cosas no siempre giran en torno a ti. El narcisismo nunca termina bien.
Dios disciplina a los que ama. Usa las circunstancias difíciles como oportunidades de aprendizaje.
La educación es cara; ser estúpido es aún más caro.
Sé honorable; haz lo correcto aunque te duela.
Lee muchos libros diferentes: viajes, ciencia, filosofía, ficción, historia. Aumenta la profundidad de la sabiduría; sal de la parte menos profunda de la piscina. Mantente alejado de Twitter e Instagram. Lee libros de historia que fueron escritos por la gente que la experimentó, no por los que la interpretan. Compara y contrasta a Fyodor Dostoevsky y Jordan Peterson.
Buena suerte en tus futuros proyectos. Recuerda que cuando los viejos nos hayamos ido, tu futuro dependerá de tus hijos, y de los hijos de tu vecino loco.
Que la paz sea contigo.
Craig Brougher
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Las decisiones que tomamos se convierten en las vidas que vivimos…
Bob Friedman
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