Un grupo vinculado a Al Qaeda afirmó haber matado a casi 300 personas en el devastador ataque del sábado en el centro-norte de Burkina Faso, pero dijo que su objetivo eran milicianos vinculados al ejército, no civiles, informó la consultora estadounidense Site Intelligence Group.
El atentado a las afueras de la ciudad de Barsalogho fue uno de los más mortíferos en casi una década de violencia islamista en el país de África Occidental. Un grupo de familiares de las víctimas dijo que al menos 400 murieron cuando los yihadistas abrieron fuego contra civiles que cavaban trincheras defensivas por orden de los militares.
La filial de Al Qaeda Jama’a Nusrat ul-Islam wa al-Muslimin dijo que soldados y milicianos estaban excavando las trincheras cuando atacó.
“Los eliminados en este ataque no son más que milicianos afiliados al ejército burkinés… no como mintieron y dijeron que eran civiles”, afirmó JNIM en un comunicado traducido por Site el jueves.
Varios vídeos aparentemente filmados por los militantes y difundidos en las redes sociales mostraban decenas de cadáveres en trincheras, la mayoría de ellos vestidos de civil.
El derramamiento de sangre pone de relieve el peligro de la creciente dependencia de los civiles por parte de las autoridades en su lucha contra los grupos yihadistas que han desestabilizado franjas de la región del Sahel desde que en 2012 se arraigó una insurgencia en el vecino Malí.
“Los civiles están desempeñando un papel importante en el conflicto”, afirma Ryan Cummings, director de análisis de la empresa de gestión de riesgos Signal Risk, especializada en África, refiriéndose a su reclutamiento en las milicias o en la fortificación de ciudades, como parece que han estado haciendo en Barsalogho.
“Pero los civiles que ayudan a los militares son vistos como colaboradores. Esto los ha convertido en blanco de ataques”, afirmó.
La junta gobernante de Burkina Faso no ha dicho cuántas personas murieron, pero afirmó que entre las víctimas había civiles, soldados y auxiliares voluntarios del ejército conocidos como VDP.
La televisión estatal informó que los atacantes atacaron mientras los habitantes de Barsalogho realizaban tareas comunitarias no especificadas.
El miércoles, el grupo de defensa ciudadana Collectif Justice pour Barsalogho afirmó que las autoridades fueron negligentes al utilizar a los militares para obligar a la comunidad a construir trincheras, “que resultaron ser fosas comunes”.
“Nuestros padres fueron llevados al matadero”, afirmó en un comunicado.
Las frustraciones por el empeoramiento de la violencia llevaron a dos golpes de Estado en Burkina Faso en 2022, pero las nuevas autoridades no han logrado detener el derramamiento de sangre. Más de 6500 civiles han sido asesinados desde principios de 2020, según mostró en julio la organización no gubernamental Armed Conflict Location and Event Data. Más de la mitad murieron bajo el gobierno actual.
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