Comentario
Me puse en contacto con el candidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy sobre el memorándum de preparación del debate antes de que todos nosotros supiéramos que Ron DeSantis se había distanciado de él, afirmando que «no lo he leído (…) esto es algo que teníamos y dejamos a un lado».
Ese memorando se filtró hace varios días a The New York Times y se dice que es obra de los estrategas del Never Back Down PAC de DeSantis.
Este aviso aconsejaba a DeSantis «martillar» a Ramaswamy, que ha estado subiendo en algunas encuestas, y marcarlo, irónicamente al estilo de Trump, con etiquetas como «Vivek el Falso» y «Vivek el Falso».
He aquí la respuesta de Ramaswamy que recibí por correo electrónico:
«Mi consejo para cualquier candidato es: Despida a cualquier estratega político que le diga lo que tiene que decir. La clase directiva en las campañas políticas, como en el gobierno federal, es un cáncer. Acaben con ella. Es una vergüenza que algunos candidatos confíen en sus asesores para las líneas de ataque contra sus oponentes como sustituto de su propio mensaje».
Bastante justo. Pero es un cáncer que ya ha hecho metástasis tan profundamente en nuestro sistema que puede que no haya salida, a menos que se produzca un cambio drástico.
Nosotros ya estamos en un punto en el que solo los candidatos más ricos que son capaces de autofinanciar sus campañas, como Trump y Ramaswamy, son lo suficientemente libres de sus ricos patrocinadores financieros —a través de PAC u otros— como para expresar ideas que son realmente suyas.
Eso es una república constitucional hecha trizas.
Uno se pregunta quién filtró el memorándum al medio NY Times y por qué. ¿Fue alguien dentro de la campaña de DeSantis que quería sabotearlo? ¿Alguien en el PAC, por razones que solo un talmudista podría entender? No tengo conocimiento excepto para decir que es un momento desafortunado para el gobernador de Florida.
Aún más desafortunado es el titular de este artículo en el medio Washington Examiner del 20 de agosto: «Mace critica a DeSantis por su comentario sobre ‘barcos a la deriva’, diciendo: ‘Realmente va más allá de mí'».
A esto se refería la representante de Estados Unidos, Nancy Mace (R-S.C.):
«DeSantis hizo un comentario en una entrevista publicada el viernes, diciendo: ‘Si todo lo que somos son barcos a la deriva que solo se supone que deben seguir cualquier cosa que viene por la lanza de Truth Social todas las mañanas, eso no va a ser un movimiento duradero’. Esta era una clara alusión a los seguidores del expresidente Donald Trump, que fundó Truth Social tras ser expulsado temporalmente de X, antes conocido como Twitter».
Si bien Mace no es amiga de Trump, ya que el expresidente respaldó a su oponente para la reelección en 2022, ella criticó a DeSantis por atacar a cualquier persona del Partido Republicano mientras hace campaña para su nominación.
«‘No sé por qué alguien que se postula para presidente menospreciaría a la mitad del electorado y los identificaría y los llamaría barcos a la deriva porque apoyan al expresidente’, dijo Mace en ‘Lawrence Jones Cross Country‘ el sábado. Por qué él haría eso mientras hacen números es algo que realmente se me escapa'».
Si bien su comentario se produjo en el contexto de que hablaba de los miembros del GOP del Congreso que habían respaldado a Trump, es difícil no ver cómo aquí DeSantis se está disparando a sí mismo en el pie. ¿Quién cree que votaría por él si ganara la nominación? ¿Quiere que un número significativo de ellos se quede en casa, sintiendo que han sido insultados tan crudamente?
Hablando de republicanos MAGA, alias los «deplorables», porque es a ellos a quienes se refería, yo estaba entre un buen número de ellos el 19 de agosto.
Entre ellos estaban Devon Nunes —CEO del Trump Media & Technology Group y por lo tanto el hombre a cargo del «temido» Truth Social, Kash Patel— quien no necesita presentación para los lectores del Epoch Times —y Dan Bongino de Rumble— no precisamente tipos a la deriva.
La ocasión era una celebración del nuevo álbum de John Rich, «The Country Truth». Rich estaba tocando todas sus canciones —incluida la muy divertida y pro libertad de expresión «I’m Offended» (Yo estoy ofendido)— ante una multitud en su club Redneck Riviera de Nashville, Tennessee, todo ello retransmitido por Rumble.
La reacción fue todo menos que a la deriva. El local estaba que saltaba y se vio recompensado por el anuncio de que The County Truth había debutado como nº 1 en álbumes country y nº 2 en todos los géneros.
La sensación entre estos supuestamente a la deriva «deplorables» era que la derecha podía realmente ganar lo que Andrew Breitbart nos dijo hace años, que la política tenía aguas abajo —la cultura. Si combinamos The Country Truth con Rich Men North of Richmond de Oliver Anthony (nº 1 en sencillos) y la película Sound of Freedom, es obvio que algo se está moviendo.
El último libro de Roger L. Simon, American Refugees, será publicado por Encounter el 31 de octubre. «Roger Simon es uno de los muchos refugiados que huyen del neoliberalismo del Estado azul, y ha escrito el mejor relato de la mayor migración de nuestra generación» —Tucker Carlson.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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