McALLEN, Texas—Dos presuntos contrabandistas fuertemente armados conducen por un camino de tierra para entregar su cargamento de inmigrantes ilegales al siguiente vehículo. Uno de ellos, el pasajero delantero, está filmando el accidentado trayecto con una mano, mientras apunta con un AR-15 con cargador de tambor por el parabrisas.
Comentan cuánto falta para llegar. En un momento dado, el conductor se comunica por radio para decir: «ahí estoy, ahí estoy, aguanta».
De repente, el vehículo llega a una puerta, donde una camioneta espera al otro lado, y el conductor y el pasajero gritan a su carga: «Todos, todos, todos, todos, [corran, corran]», junto con un montón de improperios. Los pasajeros del asiento trasero saltan y corren hacia el vehículo que les espera.
El incidente ocurrió en el Condado de Jim Hogg, Texas, a unos 70 kilómetros al norte de la frontera entre Estados Unidos y México.
Algunos terratenientes y rancheros que viven a unas decenas de kilómetros al norte de la frontera llevan mucho tiempo lidiando con los inmigrantes ilegales que atraviesan sus tierras mientras intentan evadir los puestos de control de la Patrulla Fronteriza en las carreteras y las fuerzas de seguridad. Es habitual que dejen las puertas abiertas, lo cual mezcla el ganado; que destruyan las vallas y las puertas; que enciendan fuegos; que entren en las propiedades y que roben bienes.
Pero los contrabandistas de personas y los inmigrantes ilegales que evaden la captura son diferentes, dijo Susan Kibbe, directora general de la South Texas Property Rights Association. Los contrabandistas van armados y los inmigrantes ilegales suelen ser delincuentes convictos.
«Es muy perturbador cuando tienes contrabandistas que tienen una conexión con los cárteles, en suelo estadounidense, portando rifles semiautomáticos de alta potencia», dijo Kibbe a The Epoch Times. Ella obtuvo el video de las fuerzas de seguridad después de que los contrabandistas lo publicaran en Tik Tok.
Las fuerzas de seguridad federales y locales han aconsejado a los propietarios que lleven armas de fuego dentro de su propiedad, dijo.
«Estos [contrabandistas] se han vuelto mucho más agresivos», dijo Scott Frazier, miembro de la junta directiva del Texas Farm Bureau, durante una mesa redonda con congresistas del Partido Republicano el 7 de abril. «Uno se asusta de ellos. Hoy en día te da miedo estar solo en estos ranchos. Definitivamente te da miedo tener a tu familia aquí».
El sector de la Patrulla Fronteriza del Valle del Río Grande, en el sur de Texas, es el más activo del país en cuanto a cruces ilegales. Desde el 1 de octubre de 2020, los agentes del sector han detenido a 1625 extranjeros criminales, casi cuatro veces más que en el mismo periodo del año anterior.
«Estos extranjeros criminales fueron condenados aquí en Estados Unidos por delitos distintos a la inmigración, que van desde el asesinato, los delitos sexuales, la agresión y el tráfico de narcóticos», según una declaración del sector fronterizo de Río Grande.
En la actualidad, más de 1000 inmigrantes ilegales evaden la captura de la Patrulla Fronteriza cada día a lo largo de la frontera, y muchos de ellos acaban atravesando ranchos privados para adentrarse en el interior de Estados Unidos.
Kibbe dijo que la South Texas Property Rights Association se formó en 2006 en respuesta a los problemas de seguridad fronteriza. El grupo aboga por el derecho de los propietarios a disfrutar y sacar provecho de sus tierras.
Dijo que los problemas con los inmigrantes ilegales y el contrabando siempre han existido, pero «no hasta este punto».
«Hay zonas de Texas que nunca habían experimentado esto, como en el sector de la Patrulla Fronteriza de Del Río. Están siendo sobrepasados y no tienen la infraestructura que tiene el sector del Valle del Río Grande», dijo.
«Es un aumento masivo, y se alinea más o menos con las elecciones y luego con la inauguración».
La asociación de Kibbe aboga por el regreso de las políticas de la era Trump, como la de «Permanecer en México», que retenía a los inmigrantes ilegales en México mientras se resolvía su caso. El presidente Joe Biden puso fin a dicha política y volvió a la de «atrapar y liberar», que permite a los inmigrantes ilegales vivir y trabajar en Estados Unidos hasta que se resuelva su caso de inmigración, que a menudo se demora años.
Advertencia a los padres
El pequeño pueblo de Cotulla, a 70 millas al norte de Laredo siguiendo la I-35 hacia San Antonio, se está viendo tan afectado por el contrabando de inmigrantes ilegales que el distrito escolar local ha enviado una carta para advertir a los padres.
La carta advierte a los padres y tutores: «Por favor, estén atentos a sus hijos cuando jueguen al aire libre, cuando vuelvan a casa desde la escuela o, en general, cuando salgan de casa».
La carta del 1 de abril está firmada por el superintendente del Distrito Escolar Independiente de Cotulla, Jack Seals, y por el sheriff del Condado de La Salle, Anthony Zertuche.
«Tanto nuestras comunidades como las zonas rurales del condado han experimentado un gran aumento de las persecuciones de las fuerzas de seguridad y de los ‘bailouts'», dice la carta.
Los «bailouts» ocurren cuando las fuerzas de seguridad intentan detener un vehículo que transporta inmigrantes ilegales, pero el conductor se detiene y los pasajeros se dispersan antes de que puedan ser detenidos.
Zertuche dijo que sus ayudantes han estado respondiendo a entre ocho y diez persecuciones de autos por día en el condado, un «gran aumento» con respecto al pasado. «Estas persecuciones a veces terminan en redadas dentro de los límites de la ciudad», dice la carta. «La oficina del sheriff ha estado al tanto de ellas y está deteniendo a todos los que intentan huir después de pagar la fianza».
La carta dice que la oficina del sheriff ha aumentado las patrullas alrededor de las escuelas, pero aconseja a los padres que cierren los vehículos y las propiedades.
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