El senador Rand Paul (R-Ky.) pidió la derogación de la centenaria Ley de Espionaje tras la redada del FBI en la casa del expresidente Donald Trump el 8 de agosto.
Paul, crítico desde hace mucho tiempo del poder concentrado del Estado, argumentó en Twitter que la Ley de Espionaje de 1917 ha sido «abusada» durante mucho tiempo y fue utilizada para encarcelar a los disidentes de la Primera Guerra Mundial.
“Ya es momento de derogar esta afrenta atroz a la Primera Enmienda. Derogar la Ley de Espionaje”, escribió el republicano de Kentucky en Twitter, posteando un artículo del excandidato presidencial libertario Jacob Hornberger.
La Ley de Espionaje se aprobó en junio de 1917 bajo la administración del presidente Woodrow Wilson, apenas unas semanas después de que Estados Unidos entrara en la Primera Guerra Mundial. La ley prohibía transmitir o copiar información relacionada con la defensa con la intención de causar daño a Estados Unidos o beneficiar a otras naciones extranjeras.
El artículo de Hornberger de 2019 argumentaba que la Ley de Espionaje se utilizó para conseguir la acusación penal de Julian Assange, que actualmente está detenido en el Reino Unido y luchando contra una orden de extradición a Estados Unidos.
«Algunos comentaristas de los medios de comunicación están finalmente llegando a la conclusión de que si la Ley de Espionaje puede ser aplicada contra Assange por lo que hizo, puede ser aplicada contra cualquier persona en la prensa por revelar información interna perjudicial sobre el establecimiento de seguridad nacional—es decir, el Pentágono, la CIA y la NSA. Por lo tanto, piden al Departamento de Justicia que cese y desista de su persecución de Assange», según el artículo.
¿Por qué la redada?
Paul se refirió a la Ley de Espionaje el pasado fin de semana luego de que una orden de registro utilizada para autorizar el allanamiento del FBI al Mar-a-Lago de Trump afirmara que el expresidente está siendo investigado por presuntas violaciones a la ley de 1917. La orden también decía que el FBI lo tiene en la mira por posible obstrucción a la justicia.
Si bien la orden y el registro de propiedad fueron revelados el 12 de agosto por el juez federal Bruce Reinhart, la declaración jurada no se ha hecho pública. Mientras tanto, tanto el Departamento de Justicia como el FBI no han emitido declaraciones públicas sobre por qué se llevó a cabo la redada.
En una breve conferencia de prensa el 11 de agosto, el fiscal general Merrick Garland dijo que aprobó personalmente el registro del FBI, pero se negó a realizar más declaraciones.
El registro mostró que se recuperó de la casa de Trump material supuestamente clasificado, incluidos los llamados documentos «ultrasecretos». Trump dijo la semana pasada en las redes sociales que los documentos que habría incautado el FBI estaban «todos desclasificados» y que los agentes «podrían haber tenido [los documentos] cuando quisieran sin tener que jugar a la política y entrar en Mar-a-Lago”.
Agregó: “Estaba en un almacenamiento seguro, con un candado adicional puesto según su solicitud”.
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