La fruta por excelencia del verano está madura para ser recogida, y viene con una gran cantidad de beneficios para la salud. Más que un postre refrescante o una golosina para los días más calurosos, la sandía es un alimento medicinal con eficacia demostrada.
De nombre científico Citrullus lanatus, la sandía es una fruta que pertenece a la familia de las cucurbitáceas. Aunque es originaria del desierto de Kalahari, en África, hoy se cultiva en muchas regiones tropicales y no tropicales.
Las sandías son una fuente muy apreciada del antioxidante ácido ascórbico, así como de licopeno y citrulina. Éstos pueden ayudar a proteger contra problemas crónicos como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. El licopeno confiere a las frutas y verduras su característico color rojo. En un estudio realizado en 2003, el consumo regular de zumo de sandía produjo un aumento significativo de las concentraciones de licopeno y betacaroteno en el plasma sanguíneo.
Con un 92% de agua, la sandía le ayuda a mantenerse hidratado. Esta es una de las razones por las que las frutas y verduras promueven la sensación de saciedad. Un estudio de 2011 también destacó las semillas de la sandía como una buena fuente de proteínas en la dieta. Estos son algunos de los principales beneficios de las sandías para la salud y el bienestar.
1. Prevención del cáncer
El aumento de la ingesta de frutas y verduras se relacionó con un menor riesgo de cáncer de mama entre las mujeres chinas. Los grupos de frutas y verduras analizados incluían verduras de hoja oscura, verduras crucíferas, zanahorias y tomates, plátanos y sandía.
La misma relación inversa entre las verduras ricas en carotenoides y el riesgo de cáncer de pulmón se desprende de los resultados del Estudio de Salud Masculina de Shanghái de 2002 a 2009, así como entre las verduras y frutas ricas en licopeno y carotenoides y el riesgo de cáncer de próstata en un estudio de casos y controles realizado en Hangzhou, al sureste de China.
La reducción del riesgo de cáncer parece deberse, en parte, a la disminución del factor de crecimiento similar a la insulina (IGF), una proteína que interviene en la división celular. Los niveles elevados de IGF están asociados al cáncer.
2. Combatir el síndrome metabólico
Un prometedor estudio preclínico realizado en 2007 demostró que la sandía, una fuente abundante de L-citrulina, mejoraba significativamente el síndrome metabólico en experimentos con animales diabéticos y con sobrepeso. Esto también ayuda a desmentir las afirmaciones de que el consumo de fruta perjudica a las personas con diabetes de tipo 2.
El zumo de sandía, en particular, mostró ser un potencial antidiabético. Un estudio de 2020 demostró que el zumo presentaba una acción antidiabética en un modelo animal diabético a través de la regulación de los transportadores de glucosa, actividades antiinflamatorias y un sistema de defensa antioxidante.
3. Regulación de la presión arterial y del peso
La suplementación con extracto de sandía tuvo un efecto beneficioso sobre la función arterial y la presión arterial, en particular entre los adultos obesos de mediana edad con prehipertensión o hipertensión en fase 1.
El zumo de sandía también evitó el aumento de la presión arterial sistólica y diastólica después del ejercicio en las mujeres, pero no en los hombres, en un estudio de 2019.
«Se requiere más investigación para examinar el efecto del sexo en la eficacia del consumo de sandía para controlar la presión arterial», escribieron los investigadores.
Entre los individuos prehipertensos, la ingesta de la fruta también mejoró la presión arterial aórtica y la reflexión de la onda, un indicador de la función arterial. Además, con sus propiedades pro-cardiovasculares, el licopeno de la sandía se encontró en estudios entre mujeres posmenopáusicas obesas y hombres finlandeses para reducir la rigidez y el grosor de las paredes arteriales.
En un estudio de 2019, el consumo de dos tazas de sandía al día redujo la presión arterial y el peso corporal. El estudio comparó los efectos de consumir la fruta frente a un bocadillo de galletas bajo en grasa durante cuatro semanas en el peso corporal, la presión arterial, la glucosa, los niveles de insulina y los biomarcadores de inflamación, estrés oxidativo y función hepática.
«Como alimento natural que aporta fibra, micronutrientes y fitoquímicos bioactivos, la sandía puede ser una alternativa más saludable que los aperitivos convencionales», escribieron los investigadores.
4. Prevención de la degeneración macular
El licopeno se encuentra en partes del ojo humano y ayuda a proteger contra el daño oxidativo y la inflamación. Por lo tanto, también puede ayudar a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad, una condición común que causa ceguera en la gente mayor.
En un estudio experimental, los sujetos con bajas concentraciones séricas de licopeno presentaban un alto riesgo de degeneración macular. En otro estudio se observó que el licopeno es eficaz para tratar trastornos de inmunodeficiencia como el VIH y la microangiopatía cerebral, una causa de deterioro cognitivo.
Obtenga más información sobre los beneficios para la salud de la sandía contra una serie de enfermedades en la base de datos GreenMedInfo.com.
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