El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, afirmó que el motín abortado de los mercenarios del Grupo Wagner contra las fuerzas armadas rusas demuestra las «fragilidades» del sistema político de Moscú y la debilidad de sus militares.
«La conclusión más importante es que la guerra contra Ucrania lanzada por Putin y el monstruo que Putin creó en Wagner, el monstruo le está mordiendo ahora», dijo Borrell a los periodistas el lunes en Luxemburgo, antes de una reunión de ministros de la Unión Europea, según un tuit del 26 de junio del Servicio Europeo de Acción Exterior. «El monstruo está actuando contra su creador. El sistema político está mostrando sus fragilidades y el poder militar se está resquebrajando. Esta es una consecuencia importante de la guerra en Ucrania».
El Grupo Wagner es una empresa militar privada que actúa como organización paramilitar de Rusia. Ha desempeñado un papel clave en la invasión rusa de Ucrania. El motín de Wagner se desencadenó tras las acusaciones de daños contra sus fuerzas por parte del ejército ruso. La rebelión fue finalmente abandonada el domingo. El jefe del grupo, Yevgeni Prigozhin, ha sido durante mucho tiempo aliado del presidente ruso Vladimir Putin.
Borrell anunció que el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE iba a proporcionar a Ucrania una ayuda militar adicional de 3500 millones de euros (USD 3820 millones), señalando que «es más importante que nunca» seguir apoyando a Kiev, ya que el conflicto interno en Rusia revela que la guerra de Moscú está afectando negativamente a su poder.
Sin embargo, Borrell advirtió de que «no es bueno ver que una potencia nuclear como Rusia puede entrar en una fase de inestabilidad política (…) También es algo que hay que tener en cuenta».
El ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, también compartió preocupaciones similares con los periodistas. «Sería absolutamente peligroso para Europa que el país más grande del mundo y con el mayor arsenal de armas nucleares [sic] se hiciera añicos», dijo Asselborn, según Reuters.
«Es habitual en los estados autoritarios que todo parezca muy estable hasta que un día ya nada lo es», dijo la ministra de Asuntos Exteriores de Finlandia, Elina Valtonen, declarando que espera «una evolución así también para Rusia».
La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, culpó a Putin de destruir Rusia con su «brutal guerra de agresión» contra Ucrania. «Nosotros estamos viendo masivas grietas en la propaganda rusa».
El conflicto de Wagner comenzó el viernes, cuando Prigozhin acusó a los militares rusos de atacar su campamento.
Prigozhin condujo a sus tropas a Rostov del Don, donde afirmó haber tomado algunas instalaciones militares rusas. Aunque Prigozhin no calificó su represalia de golpe de Estado, el Kremlin lo consideró como tal.
El sábado por la mañana, Putin dijo en un discurso televisado que castigaría a quienes estuvieran «en el camino de la traición», al tiempo que calificó la «traición» de Wagner de «puñalada en la espalda de nuestro país y nuestro pueblo». Las fuerzas rusas se desplegaron por toda la capital.
El domingo, Prigozhin retiró sus tropas. Tras negociar con el Kremlin, decidió marcharse a Bielorrusia, mientras que algunos de sus combatientes serían absorbidos por el ejército ruso.
En una entrevista con la CNN, Steve Hall, exjefe de operaciones de la CIA en Rusia, afirmó que «todo el mundo se está rascando la cabeza» sobre lo ocurrido en Rusia en los últimos días.
«El único sentido que puedo sacar de un día como hoy [es] que tenemos a dos tipos que se encontraron en situaciones insostenibles y tuvieron que encontrar la salida».
Hall cree que el presidente ruso quedó peor parado y debilitado. «Putin debería haberlo visto venir, literalmente, hace meses. Veremos cómo acaba. No creo que la historia haya terminado todavía».
Reacción de Estados Unidos y China
En una entrevista concedida el 25 de junio a la cadena ABC, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que la rebelión de Wagner demostraba que había «grietas» en el poder de Putin sobre Rusia.
«Hace dieciséis meses, las fuerzas rusas estaban a las puertas de Kiev, Ucrania, pensando que iban a tomar la ciudad en cuestión de días (…) Ahora, tienen que centrarse en la defensa de Moscú, la capital de Rusia, contra los mercenarios» que fueron inicialmente respaldados por Putin, dijo Blinken. «Nosotros vemos que están emergiendo las grietas».
El expresidente Donald Trump calificó la situación como «un gran lío en Rusia«, según un posteo del 24 de junio en su cuenta de Truth Social. «Pero tengan cuidado con lo que uno quiere que sea. Lo próximo puede ser mucho peor».
El ministerio de Asuntos Exteriores chino calificó la revuelta de Wagner de «asuntos internos de Rusia» y afirmó que Beijing apoya a Moscú para «mantener su estabilidad nacional.»
Con información de Reuters
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