¿Qué bien sienta andar descalzo por la playa, sentarse en la hierba en un día soleado o pasear por un bosque y disfrutar de la grandeza de los árboles?
Aunque la mayoría de nosotros podemos sentir los beneficios terapéuticos de estar en la naturaleza, quizá no pensemos en ellos como recetas para algunos de nuestros males más comunes. ¿Podrían los médicos recetar un paseo por el parque para una dolencia del mismo modo que recetan medicamentos para una infección o una afección cardiaca?
La idea no es tan descabellada, según un reciente análisis de 28 estudios que demuestran que pasar tiempo en la naturaleza, especialmente rodeados de árboles, beneficia nuestra salud física y mental. Y aunque parece una conclusión lógica, no ha sido ampliamente explorada científicamente hasta hace poco.
El estudio, una revisión sistemática y un metanálisis publicado en The Lancet Planetary Health en abril de 2023, “tenía como objetivo sintetizar la evidencia sobre la efectividad de las recetas de la naturaleza y determinar los factores importantes para su éxito”, según los autores.
El análisis concluyó que quienes participaban en programas de prescripción de la naturaleza tenían un mayor aumento en el conteo de pasos diarios, tuvieron una presión arterial más baja y mejoraron su depresión y ansiedad.
“Este estudio se basa en un programa de investigación a largo plazo que estamos realizando, donde mostramos que el contacto con la naturaleza, y especialmente con los árboles, es realmente bueno para fortalecer la salud mental y física a lo largo de nuestras vidas”, dijo el profesor Xiaoqi Feng, de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney y uno de los autores principales del estudio.
En Australia, hay un creciente interés público en las recetas de la naturaleza. Según una encuesta reciente dirigida por la Sra. Feng encontró que más del 80 por ciento de los adultos australianos son receptivos a la idea.
Investigaciones anteriores de la Sra. Feng han demostrado que vivir cerca de espacios verdes puede mejorar la salud. En un estudio de casi 47.000 adultos de Nueva Gales del Sur (NSW), los que vivían en el 30 por ciento de las zonas con más árboles declararon tener una mejor salud y bienestar. Esta investigación ha servido de base a la estrategia de 377 millones de dólares de Sídney para alcanzar una cubierta vegetal del 40 por ciento en 2050.
«Pero, aunque tengamos cerca un espacio verde de alta calidad, como un parque, eso no significa que todo el mundo lo visite y se beneficie de él», afirma Feng. «¿Cómo podemos animar y permitir que la gente (re)conecte con la naturaleza? Ahí es donde entra la idea de una prescripción de naturaleza».
El auge de las recetas de la naturaleza en todo el mundo
Los resultados del estudio respaldan una tendencia creciente. Las recetas de la naturaleza están surgiendo como un complemento de la atención médica estándar en lugares más allá de Australia.
Por ejemplo, el Reino Unido invirtió recientemente 5.77 millones de libras esterlinas (7.41 millones de dólares) en un programa piloto de prescripción social ecológica.
El programa vincula a las personas con intervenciones y actividades basadas en la naturaleza, como senderismo local, jardinería comunitaria y proyectos de cultivo de alimentos.
La iniciativa de dos años explorará cómo implementar la prescripción social verde en las comunidades para mejorar los resultados de salud mental, reducir las desigualdades en salud, reducir la demanda en el sistema de atención social y de salud, y desarrollar las mejores formas de hacer que las actividades sociales verdes sean más resilientes y accesibles, según el Servicio Nacional de Salud.
El Reino Unido ya ha estado implementando otros programas de prescripción social para ayudar a las personas a hacer uso de actividades nutritivas como la danza y la artesanía.
Canadá también tiene un programa nacional de prescripción de naturaleza. Las recetas de pasar tiempo en los parques, o PaRx, son el primer programa federal de recetas de naturaleza basado en evidencia de Canadá, según su sitio web. PaRx fue una iniciativa de salud iniciada por BC Parks Foundation en 2020 y ahora se ha presentado oficialmente en todas las provincias de Canadá. La iniciativa está impulsada por profesionales de la salud que quieren mejorar la salud de sus pacientes conectándolos con la naturaleza. Los médicos pueden prescribir tiempo en la naturaleza y dar a los pacientes pases a los parques nacionales para mejorar su salud.
Recetar paseos en los parques comenzó como un movimiento de base en los Estados Unidos hace más de una década y han ido creciendo desde entonces.
Estados Unidos ofrece numerosos programas de prescripción para parques en todo el país, que se pueden buscar a través de un directorio en parkrx.org.
Incluso hubo un censo de National ParkRx de 2020 realizado por el Instituto en The Golden Gate.
La información del censo se utiliza para determinar cómo se están adoptando los programas ParkRx, las diferentes actividades del programa ParkRx (que van desde la meditación autoguiada hasta las caminatas guiadas por guardaparques), los tipos de beneficios para la salud y cómo se recopilan los datos.
El censo representa una población de muestra de 37 programas ParkRx, pero el Instituto plantea la hipótesis de que existen más de 100 programas ParkRx en todo el país.
En Japón, el arte del shinrin-yoku, o baño de bosque, es recomendado por los profesionales de la salud desde 1982 y consiste en conectarse con la naturaleza a través de los sentidos. De hecho, la palabra “shinrin-yoku” fue acuñada por el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón. Una variedad de visitas guiadas ofrece shirin-yoku en todo Japón para enseñar a las personas los beneficios de los baños de bosque.
Aunque todavía no existen programas de prescripción de la naturaleza a gran escala en Australia, es probable que los haya pronto. Según la Sra. Feng, hay algunas preguntas que aún necesitan respuesta.
«Entonces, ¿Cuánto tiempo debe durar la prescripción de estar en la naturaleza? ¿Qué debe contener? ¿Cómo debemos administrarla y por quién? Estas preguntas aún no tienen una respuesta firme», dijo la Sra. Feng.
“Si queremos que las recetas de la naturaleza se conviertan en un esquema nacional, realmente necesitamos proporcionar la evidencia”.
Y luego está la cuestión de la accesibilidad. Las recetas de la naturaleza deberían estar disponibles para todos, independientemente de sus circunstancias.
Investigaciones anteriores realizadas por la Sra. Feng y su colega Thomas Astell-Burt han demostrado que las comunidades de bajos ingresos tienen menos probabilidades de tener acceso a los espacios verdes. Sin embargo, estas comunidades tienen un mayor riesgo de problemas de salud crónicos, como diabetes tipo 2, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
“No queremos que las recetas de la naturaleza sean un artículo de lujo para los ricos que ya tienen acceso a las playas y una gran cantidad de espacios verdes de alta calidad”, señaló la Sra. Feng. “Queremos estos beneficios para todos”.
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