La recién estrenada política del gobierno de Joe Biden hacia China no fue bien recibida por los expertos en defensa y seguridad, quienes criticaron la decisión de la administración de no emprender ninguna desvinculación económica de Estados Unidos con China, así como su decisión de anunciar las políticas en un evento organizado por un grupo que tiene vínculos con el Partido Comunista Chino (PCCh).
Por su parte, otros afirman que se trató de un reconocimiento del fracaso de los esfuerzos realizados por Estados Unidos durante mucho tiempo para atraer a China al mercado mundial.
«El discurso de Blinken sobre China dice esencialmente que décadas de compromiso diplomático y económico con China han fracasado en alejar al Partido Comunista del camino de la agresión», dijo Edward Wong, un miembro de la Universidad de Harvard, en un tuit.
El secretario de Estado, Antony Blinken, esbozó la tan esperada política sobre China el 26 de mayo, durante la cual subrayó continuamente que Estados Unidos no desvincularía su economía de China. La elección de darle énfasis puede haber sido un intento de calmar a Beijing, tras las señales del ministerio de Asuntos Exteriores chino por iniciar una campaña de propaganda a principios de la semana acusando a Estados Unidos de tratar de desvincularse de China.
La desvinculación, el acto de cortar o limitar severamente ciertos compromisos económicos, fue cada vez más promovida en los últimos años por algunos congresistas quienes consideran tal esfuerzo como algo vital para prevenir el continuo robo de tecnologías críticas por parte de China.
«Tenemos que desvincular nuestra economía de la economía china en sectores estratégicos y vitales», dijo el senador Tom Cotton (R-Ark.) durante una reciente entrevista para Fox. «No podemos depender del régimen comunista chino, que quiere reemplazarnos como la potencia dominante del mundo, en relación a los bienes que nos alimentan y visten y nos proporcionan defensa y literalmente salvan nuestras vidas».
«Si Biden hablara en serio sobre China, desacoplaríamos nuestras líneas de suministro, en tierra y echaríamos al PCCh de nuestros mercados», dijo Joe Kent, el candidato al Congreso por el estado de Washington. «En lugar de ello, nosotros estamos permitiendo que nos controlen económicamente y que desenvainen sus sables para guerras que no nos podemos permitir».
Otros criticaron la elección de Asia Society (Sociedad de Asia) por parte del gobierno de Biden como un lugar inapropiado o cuestionable para el anuncio de su política, debido a que tiene varios vínculos con el PCCh.
«¿Por qué los altos cargos como Blinken se empeñan en elegir una organización afín al Partido Comunista Chino, patrocinada por la empresa estatal China Investment Corp (1.2 billones de dólares de capital) como lugar para un importante discurso político?», dijo Anders Corr, director de la empresa de gestión de riesgos Corr Analytics, en un tuit. «Hay cientos de organizaciones que merecen más el apoyo del Departamento de Estado».
Otros arremetieron contra la relación que mantiene Asia Society con Ning Gaoning, un miembro del PCCh que actualmente forma parte de su consejo de administración y que también es presidente de Sinochem, una empresa estatal china que fue incluida en la lista negra de inversiones de Estados Unidos en 2020, cuando la administración Trump determinó que estaba respaldada por el ejército chino.
«Tony Blinken va a desvelar la política de la administración hacia China esta mañana en un evento organizado por Asia Society, la organización blanda con China que estableció docenas de Institutos Confucio y tiene un miembro del PCCh en su junta directiva», dijo el periodista Chuck Ross en un tuit.
Sin embargo, otros expresaron menos ira y más decepción por el hecho de que la administración aprovechara la oportunidad para limitarse a repetir las mismas frases que había dicho anteriormente y no se comprometiera significativamente con nuevas iniciativas o ideas, dado que la política ha estado en proceso de elaboración durante 17 meses.
«El importante discurso de Blinken de hoy sobre China no cubrió ningún terreno nuevo», dijo Derek Grossman, un analista del Indo-Pacífico para la Rand Corporation, en un posteo de Twitter, indicando que fue una «oportunidad perdida».
The Epoch Times se puso en contacto con Asia Society y el Departamento de Estado para obtener comentarios.
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