Los viajeros que volvieron a casa tras las vacaciones de Acción de Gracias batieron un récord el domingo, ya que los funcionarios de los aeropuertos registraron a más de 3 millones de personas.
La Administración de Seguridad en el Transporte informó el lunes de que el domingo atendió a 3.09 millones de viajeros, batiendo el récord anterior en unos 74,000. Esa marca se estableció el 7 de julio, también un domingo después de un día festivo.
Cientos de miles de viajeros sufrieron retrasos o vieron cancelados sus vuelos. Según FlightAware, las aerolíneas cancelaron unos 120 vuelos en EE. UU. —una cifra nada inusual— y más de 6800 sufrieron retrasos. Los mayores retrasos se produjeron en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta y en el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago.
El lunes también se preveía un día ajetreado. A mediodía, había alrededor de 80 vuelos cancelados y más de 2000 retrasos.
El servicio ferroviario de Amtrak entre Filadelfia y Nueva York se interrumpió temporalmente el lunes debido a los daños sufridos por los cables eléctricos aéreos.
Y algunos viajeros que intentaban regresar a casa sufrieron retrasos en las carreteras.
El tráfico en el Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth se paralizó el domingo por la noche y el aeropuerto utilizó las redes sociales para pedir a los conductores que evitaran una de las dos carreteras principales de entrada. Algunas personas publicaron en X que perdieron sus vuelos debido al atasco.
Una portavoz del aeropuerto de DFW atribuyó el atasco al «alto volumen de tráfico de vacaciones en un marco de tiempo comprimido». Dijo que el aeropuerto desplegó oficiales de policía adicionales para ayudar a mover el tráfico.
La TSA había pronosticado que los viajes aéreos en la semana de Acción de Gracias aumentarían un 6 por ciento con respecto a los mismos días del año pasado, encajando en un patrón de récord de viajes en 2024.
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