Opinión
En el Día de la Independencia reflexionamos juntos como nación sobre un momento extraordinario de la historia hace 245 años, cuando 56 hombres de 13 colonias se reunieron en Filadelfia para firmar la Declaración de Independencia. Allí, nuestros fundadores declararon con una sola voz: «Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad».
Este acto de valor político y moral cambió el mundo para siempre. Desde 1776, los valores e ideales consagrados en la Declaración de Independencia y en la Constitución de Estados Unidos se han exportado a las democracias de todo el mundo y han sacado a millones de personas de la tiranía, la pobreza y la opresión.
Desgraciadamente, algunos en Estados Unidos pretenden menospreciar la fundación de Estados Unidos, reescribir nuestra historia e invalidar el espíritu de independencia que llevó a nuestros fundadores a crear la nación más grande, más libre y más próspera de la Tierra.
En todo el país, algunas comunidades se están apartando de nuestros principios fundacionales, retirando estatuas y cambiando el nombre de los espacios públicos para borrar y sustituir nuestra historia. En los primeros días de su Administración, Biden disolvió la Comisión 1776, un grupo de historiadores, periodistas y eruditos que pretendían desarrollar una comprensión justa y veraz de la fundación de Estados Unidos.
Así que, este año, también debemos recordar nuestras responsabilidades compartidas como estadounidenses. El gran experimento que nuestros padres fundadores lanzaron en 1776 requiere que cada generación preserve su libertad para la siguiente. Como advirtió Benjamin Franklin, tenemos «una República… si pueden mantenerla». Las lecciones de la independencia de Estados Unidos no estaban destinadas a ser dejadas atrás en 1776. Nuestra libertad es preciosa y no debemos darla por sentada.
Nuestros fundadores se comprometieron con sus vidas, sus fortunas y su honor sagrado en la creencia de que el gobierno debe derivar su poder del pueblo. Como estadounidenses, debemos recordar y renovar esa promesa. Y debemos ser ciudadanos activos que se comprometan con nuestras comunidades, participen en las elecciones nacionales y defiendan nuestra democracia.
¡Esperamos que tengan un maravilloso Día de la Independencia!
De Gingrich360.com.
Callista Louise Gingrich es una empresaria, escritora, productora de documentales y diplomática que fue embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede de 2017 a 2021.
Newt Gingrich, republicano, fue presidente de la Cámara de Representantes entre 1995 y 1999, y se presentó como candidato presidencial en 2012.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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