El Partido Comunista Chino (PCCh) está perturbando y socavando intencionadamente el sistema internacional que lo convirtió en una potencia mundial, según la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman. Estados Unidos y sus aliados están preparados para competir enérgicamente para contrarrestar este empeño y para sancionarlo fuertemente por su apoyo a Rusia.
«Estados Unidos dejó claro que competirá y competirá enérgicamente, con [China] donde deba hacerlo, incluyendo el comercio y la economía, la tecnología y la innovación, y otras áreas», dijo Sherman, en una reunión del grupo de expertos Friends of Europe en Bruselas el 21 de abril.
«También hemos dejado claro que estamos comprometidos con la gestión de la competencia entre nuestros países para que ésta no se desvíe hacia el conflicto».
Para ello indicó que Estados Unidos cooperaría con China cuando esté interesado en hacerlo y contestaría al PCCh cuando sus acciones fueran contrarias a los intereses estadounidenses y de sus aliados o socavaran de algún modo el orden internacional basado en normas.
Sherman dijo que el orden internacional como tal era el mayor factor impulsor del ascenso de China y que el PCCh era «uno de los mayores beneficiarios de ese orden internacional basado en normas durante el último medio siglo».
«Sin embargo, hoy en día, Beijing está tratando de socavar el mismo sistema del que se benefició, para volver a un sistema en el que la fuerza da el derecho, y las grandes naciones pueden coaccionar a los países más pequeños para que actúen en contra de sus propios intereses», dijo a continuación.
A su vez destacó la agresión del PCCh hacia Lituania, señalando la manera en que Beijing actuó en su economía para bloquear el acceso de Lituania al mercado como represalia por la apertura de una oficina de representación de Taiwán en Vilnius, la capital lituana.
También subrayó que el PCCh ha atacado a empresas estadounidenses, como H&M, Adidas y Nike, las que recibieron duras reacciones en el país tras adoptar una postura contra los trabajos forzados en Xinjiang, donde al régimen comunista chino se le acusa de llevar a cabo un genocidio contra los uigures y otras minorías étnicas y religiosas.
Tal vez lo más importante podría ser que Sherman reiteró el jueves la promesa del presidente Joe Biden de que habría «consecuencias» para el régimen del PCCh en caso de que siga aumentando su alianza de facto con Rusia.
Ella condenó el anuncio del 4 de febrero entre el líder ruso Vladimir Putin y el secretario general del PCCh, Xi Jinping, en que se declaró una asociación «sin límites» entre China y Rusia que no conocería «ninguna zona prohibida».
Desde ese anuncio, el apoyo tácito de China al esfuerzo bélico ruso ha suscitado la condena internacional. Los informes de los servicios de inteligencia internacionales han sugerido además que los funcionarios del PCCh conocían de antemano los planes de invasión de Rusia y pidieron que la guerra se pospusiera hasta que concluyan los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing.
Nuevos informes procedentes de Ucrania sugieren también que hackers chinos respaldados por el Estado llevaron a cabo un ciberataque masivo contra las infraestructuras civiles y militares vitales en Ucrania el día antes de la invasión rusa.
Esto, a pesar del hecho de que China firmó previamente un «Tratado de Amistad y Cooperación» con Ucrania, en el que se comprometió a proporcionar garantías de seguridad no especificadas a Ucrania en caso de amenaza de un ataque nuclear.
La propaganda china también ha trabajado incansablemente para repetir la desinformación estatal rusa, llegando incluso a censurar las publicaciones en las redes sociales que calificaban la guerra en Ucrania de «invasión» y repitiendo como un coro las afirmaciones rusas de que la expansión de la OTAN causó la guerra.
Ucrania no estaba siendo considerada para el ingreso en la OTAN y, aunque lo fuera, se le denegaría por no lograr mantener la integridad territorial en Crimea.
«Yo podría dar docenas de ejemplos de las acciones [de China] que buscan socavar la autonomía política de las naciones, coaccionar la toma de decisiones de las empresas y más, robar literalmente la propiedad intelectual y los secretos comerciales, perseguir y silenciar a los defensores de los derechos humanos y a los miembros de las minorías étnicas y religiosas que se han ido [de China], doblar las reglas del sistema internacional para que se adapten a sus intereses a expensas del resto del mundo», dijo la subsecretaria de Estado.
Los comentarios parecían hacer referencia a una serie de casos de espionaje de alto nivel anunciados por el Departamento de Justicia en el último mes, entre los que se incluyen supuestos complots de agentes chinos para interferir violentamente en la candidatura al Congreso de un veterano del ejército en Nueva York, y para acechar e intimidar a una patinadora olímpica estadounidense y a su padre.
Sin embargo, Sherman dijo que la continua competencia entre Occidente y China iba más allá del apoyo a Rusia o del mero antinorteamericano, y representaba una contienda sobre el carácter mismo del futuro orden mundial. Era una lucha, dijo, entre los valores del gobierno representativo y el autoritarismo puro.
«Esto es lo esencial», dijo la subsecretaria de Estado. «La cuestión a la que nos enfrentamos todos en Estados Unidos, en Europa y en las naciones de todo el mundo es sencilla. ¿Cómo queremos que sea el mundo? ¿Cómo queremos que sea nuestro futuro?».
«¿Queremos tener sociedades en las que la gente sea libre de decir lo que piensa, de llamar a una guerra por su nombre y de protestar pacíficamente, o sociedades en las que los gobiernos sean libres de reprimir con dureza a cualquiera que contradiga la línea del partido?»
«¿Queremos tener gobiernos que sean transparentes y rindan cuentas a su pueblo, o gobiernos que existan para consolidar su propio poder y controlar a su vez a su pueblo?»
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
