El pastor de una iglesia cristiana en la capital de la provincia de Guizhou fue detenido ilegalmente el mes pasado por acusaciones de fraude, y después de estos hechos la policía citó a su esposa el 21 de abril y la retuvo con esposas y grilletes durante 24 horas.
Un abogado de derechos humanos reveló a The Epoch Times que creía que las autoridades chinas de la ciudad de Guiyang estaban trabajando para construir un caso de fraude inventado contra Zhang.
Según el abogado de derechos chinos, Sui Muqing, la esposa del pastor Zhang, Yang Aiqing, fue detenida por la policía hacia el mediodía, junto con el hijo y el hermano menor de Zhang.
Esa misma tarde, el hijo y el hermano de Zhang fueron puestos en libertad, mientras que Yang solo fue liberada tras permanecer 24 horas detenida.
Sui y otros abogados de derechos humanos, preocupados por el caso, se arriesgaron personalmente a visitar a Yang el 24 de abril.
Sui se enteró por Yang de que la habían esposado y encadenado durante las 24 horas de detención en la comisaría y que la habían interrogado durante varias horas.
«La acusaron de fraude, pero las preguntas que le hicieron durante el interrogatorio fueron sobre creencias espirituales y el funcionamiento de la iglesia. No hubo preguntas sobre el fraude en absoluto y, de hecho, fue algo que no se mencionó en absoluto», dijo Sui a The Epoch Times sobre el testimonio de Yang.
«Yang estaba esposada y encadenada. Esto está muy mal, porque su situación no constituye un delito. Aunque constituya un delito, no era necesario. Es una mujer delicada y no una delincuente peligrosa. En general, las esposas y los grilletes son para los delincuentes peligrosos y los que se niegan a comparecer. Es un acto de abuso de poder de la policía», añadió.
El 16 de marzo, Zhang, los creyentes cristianos locales y varios cristianos visitantes de otras regiones estaban rezando y estudiando sus escrituras en una habitación del Hotel Wenzhou alquilada por la iglesia y la policía hizo una redada.
Tres cristianos locales, Chen Jianguo, Li Jinzhi y Li Lin, y 10 cristianos visitantes fueron llevados a la comisaría de Yan’an Middle Road, informó la ONG Christian Solidarity Worldwide.
A última hora de la tarde, Zhang fue a la comisaría para informarse sobre la redada. Le empujaron brutalmente al suelo y le detuvieron. A continuación se le mantuvo bajo «detención administrativa» durante 11 días, que luego se amplió a detención penal, informó Christianity Daily.
Sui dijo que después de acusar a Zhang de fraude, las autoridades se están preparando para acusar a toda la iglesia doméstica como un «grupo de fraude» y etiquetar las donaciones de la iglesia como «proyecto de fraude». Esto es realmente irrazonable y muy absurdo, dijo Sui, indicando que es una práctica común en el mundo que los ancianos y el personal de la iglesia obtengan algunos subsidios para vivir con las donaciones.
«Definitivamente tienen la intención de hacer de las iglesia familiares un grupo fraudulento para tener un gran caso y tener más posibilidades de recibir premios y créditos por la represión. Esto es también lo que quieren algunos funcionarios de alto nivel», dijo.
Sui no es optimista sobre las posibilidades de libertad de Zhang. «Se atreven a acusar al pastor de un delito tan ridículo, lo que significa que lo están tratando como un gran caso [político], atreviéndose a desafiar la ley abiertamente. Por tanto, las cosas no parecen ir bien para Zhang», declaró Sui a The Epoch Times.
Persecución de los fieles chinos
El 25 de abril de este año se cumplió el 22º aniversario de la apelación pacífica por la libertad religiosa en China de Falun Dafa, también conocida como Falun Gong. También se cumple el 22º año de la persecución a Falun Dafa por parte del régimen comunista chino.
Durante años, China encabezó las listas de infractores de la libertad religiosa publicadas por el gobierno de Estados Unidos y las organizaciones de vigilancia de derechos humanos por perseguir a tibetanos, budistas, cristianos, practicantes de Falun Dafa, uigures y defensores de derechos humanos.
En 2020, China obtuvo una puntuación global de 9 sobre 100 puntos en el informe de Freedom House, un grupo de vigilancia de los derechos humanos con sede en Washington, situándose en el grupo más bajo de 195 países. El informe señala que las personas que viven en China bajo el régimen comunista son «No libres», y otorga al régimen una puntuación de 0 en cuanto a libertad religiosa.
Con información de Gu Xiaohua.
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