Cuarenta personas recibieron disparos en 33 tiroteos en Chicago durante el fin de semana, según informes policiales.
Once personas murieron, según el Departamento de Policía de Chicago.
Los tiroteos se produjeron entre el viernes a las 6 pm y el domingo a las 11:59 pm.
La racha de violencia comenzó a las 6:21 p.m. del 9 de julio, cuando un hombre de 39 años que se encontraba en una banqueta de la cuadra 11000 de la Avenida South Vernon fue baleado por una persona en un vehículo que se detuvo a su lado. La víctima fue trasladada al Hospital de la Universidad de Chicago en estado crítico y posteriormente falleció.
Aproximadamente una hora más tarde, un hombre de edad desconocida recibió un disparo de otra persona en la acera del bloque 600 de la calle 80 Oeste. La víctima fue declarada muerta en el lugar de los hechos.
También el viernes, un joven de 28 años fue trasladado al Christ Hospital después de ser herido en el hombro izquierdo mientras conducía en el bloque 8000 de South Marshfield Avenue y un hombre de 59 años fue alcanzado por un disparo mientras caminaba en South Blue Island y llevado a un hospital en una condición estable.
Antes de las 3:30 am del sábado se produjeron cinco tiroteos, entre ellos el de un hombre de 33 años que fue herido en la pierna por un disparo y se trasladó al Hospital Mount Sinai; el de un hombre de 30 años que fue impactado en el abdomen y en la pierna por los disparos procedentes de un coche que pasaba por allí; y el de una mujer de 36 años que sufrió múltiples heridas de bala en el brazo mientras estaba dentro de su vehículo. Todas las víctimas sobrevivieron a las heridas.
También el sábado por la mañana, un hombre de 23 años sufrió heridas de bala en la pantorrilla derecha y en los glúteos en el bloque 7800 de South Marshfield después de que una persona se le acercara y disparara; un hombre de 35 años fue impactado por un disparo mientras estaba en un vehículo en la Avenida South Homan y trasladado al hospital en estado grave; y un hombre de 36 años fue trasladado al Hospital Stroger en buen estado cuando alguien se le acercó en la acera de la Avenida West Chicago y le disparó.
A primera hora de la tarde del 10 de julio, un hombre de 31 años, baleado sobre la misma hora en South Merrion Avenue, fue declarado muerto tras recibir un disparo; un hombre de 26 años fue trasladado al Hospital Roseland en buen estado tras sufrir heridas de bala en ambas piernas; un hombre de 40 años fue alcanzado tras meterse en un altercado con una persona en un callejón del bloque 6700 de South Langley Avenue, y posteriormente fue declarado en estado crítico; y un hombre de 37 años fue herido por disparos cuando un vehículo se puso al lado de su coche en la intersección de las avenidas Harrison y Cicero.
Los tiroteos continuaron durante el sábado y el domingo, y varias personas murieron a causa de sus heridas.
Nadie fue detenido por ninguno de los disparos, según los registros policiales. El departamento, que no respondió a una solicitud para hacer más comentarios, dijo que los detectives están investigando los crímenes.
La oficina de la alcaldesa de Chicago, la demócrata Lori Lightfoot, no respondió a la solicitud de información.
El fin de semana anterior, que tuvo como telón de fondo el 4 de julio, se produjeron 100 disparos y 18 muertes.
La violencia del fin de semana se produjo cuando el presidente Joe Biden tiene previsto reunirse con el jefe de la policía de Chicago, David Brown, y con otros funcionarios de ciudades azotadas por la violencia, incluida la ciudad de Nueva York, según la Casa Blanca.
Los tiroteos y los asesinatos se han disparado en las principales ciudades de Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, y las estadísticas indican que este año se producirá otro aumento si se mantienen las tendencias actuales.
Biden, quien ha tomado algunas medidas ejecutivas para tratar de combatir la ola de delincuencia, «discutirá la estrategia global de su administración» para reducir estos delitos, dijo la Casa Blanca.
Lightfoot y otros han pedido leyes federales más restrictivas sobre las armas en medio de la violencia.
Chicago tiene algunas de las leyes de control de armas más estrictas del país.
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