Después de tratar de reducir el uso de estufas a gas, la administración Biden está impulsando una propuesta para prohibir la venta de casi todos los generadores de gas portátiles, lo que, según algunos expertos, sería desastroso para los millones de estadounidenses que dependen de dichos generadores durante los cortes de energía.
La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE.UU. (CPSC) ha propuesto una política (pdf) que eliminaría del mercado casi todos los generadores de gas portátiles existentes. La nueva regla restringe la cantidad de monóxido de carbono que pueden emitir los generadores al obligarlos a apagarse cuando alcanzan un cierto nivel de emisiones.
Los generadores de gas más pequeños tendrían que reducir las emisiones de monóxido de carbono en un 50 por ciento, y los generadores más grandes tendrían que reducir las emisiones hasta en un 95 por ciento. Se ha anticipado que casi todos los modelos disponibles actualmente no cumplen con el nuevo estándar.
Una vez que las reglas propuestas entren en vigor, los fabricantes tendrían que cumplirlas en solo seis meses, un proceso que suele llevar varios años. Las reglas también prohibirían a los fabricantes almacenar generadores que no cumplan con las normas antes de que se promulguen las nuevas normas.
Los fabricantes de generadores hablan
En un comunicado de prensa del 28 de junio, Susan Orenga, directora ejecutiva de la Asociación de Fabricantes de Generadores Portátiles, señaló que la propuesta de la CPSC “creará una escasez de generadores portátiles esenciales durante emergencias regionales y nacionales porque impedirá la venta de generadores portátiles que actualmente están disponibles en el mercado”.
“Además, el momento de los cambios propuestos por la CPSC es particularmente preocupante, dadas las repetidas advertencias de que dos tercios de América del Norte actualmente enfrentan un déficit de energía este verano durante los períodos de alta demanda”, dijo.
Casi 5 millones de hogares en Estados Unidos usan generadores a gas durante los cortes de energía y son particularmente importantes durante la temporada de huracanes, cuando las fuertes tormentas suelen dejar fuera de servicio a las compañías eléctricas.
En mayo, la North American Electric Reliability Corp. advirtió que dos tercios de Norteamérica podrían sufrir apagones y caídas de tensión entre junio y septiembre si se producían olas de calor, incendios forestales y sequías en «amplias zonas». La agencia atribuyó parte de la culpa del problema al impulso dado por la administración Biden a las energías renovables.
La propuesta de la CPSC se produjo después de que el Departamento de Energía revelara su Programa de Conservación y Política Energética en febrero, cuyo objetivo es establecer nuevos estándares para los productos de consumo para cocinar, incluidas las cocinas a gas. Se espera que las reglas prohíban la venta de al menos la mitad de los modelos de estufas estadounidenses.
El Departamento de Energía también está centrando sus esfuerzos en exigir estándares para los lavavajillas.
En un intento por mejorar la eficiencia y reducir el uso de energía, la agencia ha propuesto nuevas regulaciones para el uso de energía y agua para lavavajillas compactos y de tamaño estándar durante sus ciclos regulares.
“Esta Administración está utilizando todas las herramientas a su alcance para ahorrar dinero a los estadounidenses y, al mismo tiempo, promover innovaciones que reduzcan la contaminación por carbono y combatan la crisis climática», declaró la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, en un comunicado sobre la normativa.
Normas de seguridad y daños por emisiones
La CPSC justifica sus nuevas reglas propuestas argumentando que las emisiones de monóxido de carbono (CO) han sido extremadamente dañinas para la salud humana.
“Desde 2004 hasta 2021, hubo al menos 1332 muertes de consumidores relacionadas con el CO que involucraron generadores portátiles, o un promedio de 74 vidas perdidas anualmente, con miles de envenenamientos no fatales de consumidores por año”, se lee en el informe de la CPSC.
“Las muertes han aumentado en los últimos años. Por ejemplo, para los tres años más recientes para los que hay datos completos disponibles (2017 a 2019), las muertes por CO relacionadas con generadores han promediado 85 por año”.
La CPSC espera que la regla propuesta prevenga 2148 muertes en 30 años.
En su comunicado de prensa, la asociación de fabricantes señala que más de 300 modelos de generadores portátiles de 35 marcas ya cumplen con un estándar de seguridad voluntario e implementan una función de detección de monóxido de carbono y apagado automático.
Dichos estándares voluntarios evitan más del 98 por ciento de las muertes que podrían haber resultado del mal uso de los generadores portátiles, afirmó.
La Sra. Orenga dijo: “[La propuesta de la CPSC] podría generar costos más altos para los consumidores y crear consecuencias no deseadas de más preocupaciones de seguridad de incendios y quemaduras, ya que no creemos que la CPSC haya evaluado adecuadamente los riesgos de seguridad de su nueva regla propuesta”.
En una carta del 6 de julio al presidente de la CPSC, el representante Mike Gallagher (R-Wis.) mencionó otra posible consecuencia de la regla propuesta: “Las soldadoras portátiles impulsadas por motor son un equipo vital para los trabajadores de la construcción en todo el país. Estas soldadoras no son productos de consumo, sino maquinaria industrial utilizada en obras de construcción”.
Finalizar la regla de la CPSC en su forma actual “no solo tendrá un efecto perjudicial en los fabricantes de estos productos y sus proveedores, sino que también afectará negativamente a los soldadores que dependen de este equipo”, escribió.
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