«El regreso del hijo pródigo»: amar y perdonar

Recientemente me encontré con «El regreso del hijo pródigo» de Pompeo Batoni y me llamó la atención inmediatamente el cuidado y la calidez entre las dos figuras del cuadro. ¿Qué puede aportarnos hoy este cuadro y la historia que representa?

Pompeo Batoni y el Gran Tour

Pompeo Batoni (1708-1787) ha sido descrito como el «último viejo maestro» de Italia. Durante el siglo XVIII, fue el pintor más famoso de Europa y dominó el retrato italiano. También era conocido por sus pinturas religiosas y alegóricas.

Durante el siglo XVIII, el Gran Tour, que era un rito de iniciación para los jóvenes ricos, y fue muy popular. Los jóvenes viajaban por toda Europa para obtener una conexión más profunda con sus tradiciones y patrimonio cultural.

Muchos mecenas ricos del Gran Tour encargaron retratos a Batoni. El artista halagó a sus modelos representándolos en una gran escena histórica con vestimenta del periodo. En cierto modo, estos retratos se convirtieron en manifestaciones físicas de la conexión del mecenas con la tradición.

Junto a sus retratos, las pinturas alegóricas y religiosas de Batoni también eran muy apreciadas. Pintó escenas que ejemplifican la cultura occidental. Su cuadro «El regreso del hijo pródigo» representa una parábola bíblica que comparte principios de las tradiciones occidentales encarnadas por el Gran Tour.

Parábola del hijo pródigo

Jesús cuenta la parábola del hijo pródigo en Lucas 15: 11-31 (NIV). La historia presenta a un padre con dos hijos.

El hijo menor pide su herencia para poder viajar, y su padre está de acuerdo. Pero después que el hijo menor reúne sus posesiones y se va a una tierra lejana, malgasta su riqueza.

Una terrible hambruna aterroriza la tierra lejana, y el joven encuentra que necesita trabajar; termina cuidando cerdos. Como los tiempos son tan duros, tiene tanta hambre que hasta come alimento para cerdos. Entonces decide volver con su padre.

Al ver que su hijo regresa, el padre corre hacia él y lo abraza. El joven le dice: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo». Pero el padre se regocija: le da a su joven hijo una túnica, un anillo, sandalias y una celebración de regreso a casa, diciendo: «Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido encontrado».

El hijo mayor, sin embargo, se niega a participar en la celebración. A pesar de su obediencia a su padre, cree que su padre está favoreciendo a su hermano menor. El padre le ruega a su hijo mayor que reconozca y aprecie todo lo que le proporciona y que también celebre el regreso de su hermano menor.

Batoni y «El regreso del hijo pródigo»

Batoni describió el momento en que el hijo menor regresa a casa de su padre. Creo que este es el momento en que el hijo cae de rodillas y dice: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo». El padre toma el codo de su hijo para ayudarlo a levantarse, y va a cubrir la espalda desnuda de su hijo con su túnica.

Batoni solo representó al padre y al joven hijo en su composición. Aunque se trata de dos figuras, Batoni mantuvo al padre como el punto focal principal a través de varios métodos de composición.

En primer lugar, el padre tiene una colocación más alta en la composición. Se sugiere una jerarquía de importancia entre el padre y su joven hijo, ya que este último se arrodilla y se hace más bajo en presencia de su padre.

A continuación, se presentan más detalles del padre que sobre el joven hijo. La ropa del padre tiene una variedad de texturas: tiene puesto oro y joyas y posee abrigo de piel con textura y una túnica aterciopelada. El hijo está representado con la espalda desnuda y una sencilla prenda de campesino para cubrirse. Los detalles y texturas hacen que el padre sea una figura compositiva más importante que el hijo.

Finalmente, Batoni utilizó la intensidad del color para mantener al padre como el punto focal primario. La vestimenta del padre es mucho más colorida que la del hijo. Batoni incorporó los colores complementarios rojo y verde en la ropa del padre. Se cree que esos colores naturalmente contrastan entre sí y por lo tanto mantienen nuestra mirada más tiempo que un área de menor contraste como los simples marrones de la ropa del hijo.

Incluso la carne del padre tiene más color que la del hijo: las mejillas y manos rosadas del padre son más vibrantes que los tonos amarillentos del hijo.

Valores tradicionales: amor perdón

Creo que Batoni sabiamente hizo del padre el punto focal. El padre representa mucho más que un padre. Debido a sus acciones, el padre representa los valores espirituales tradicionales del amor y el perdón, que pueden ser beneficiosos como puntos focales de nuestras vidas.

Veo al hijo menor representando una curiosidad juvenil por su deseo de abrazar la vida mundana y viajar a tierras lejanas. Veo al hijo mayor representando un sentido de derecho porque cree que no recibe lo suficiente de su padre.

Los dos hijos se acercan a los valores de amor y perdón que el padre representa de diferentes maneras. El joven, deseando los placeres de la vida, se aleja de los valores tradicionales y sufre inmensamente. Solamente al regresar a casa se le da al joven hijo un anillo, una túnica y se le celebra por estar «vivo de nuevo»; es decir, es a través de estos valores tradicionales que el joven hijo está verdaderamente vivo y prospera.

El hijo mayor también es tentado por los placeres de la vida. Quiere más de su padre. En otras palabras, siente que el amor y el cuidado que ha recibido no han sido suficientes. Su deseo de más comienza un viaje por el destructivo camino de los celos.

Lo que el hijo mayor no se da cuenta es de lo mucho que su padre ya le ha proporcionado. Nunca desobedeció a su padre; es decir, nunca se desvió de su hogar, y por lo tanto siempre fue rico. Pero sin haber abrazado los valores del amor y el perdón —el fundamento espiritual de la vida— nunca estuvo verdaderamente vivo.

Es el padre quien debe recordar a su hijo mayor que nunca ha sufrido por falta de comodidad o placer. El padre no solo perdona a su hijo menor, sino que también anima a su hijo mayor a amar y perdonar a su hermano. El padre es la fuente de amor y perdón. Por lo tanto, el padre es el punto focal de la historia.

Llevando la tradición hacia adelante

Los principios tradicionales se convierten en tradición porque demuestran ser consistentemente beneficiosos para las personas que los practican. El Gran Tour alentó los valores tradicionales al exponer a los jóvenes a la manifestación exterior de la cultura occidental: hermosa arquitectura, obras de arte y los mejores refinamientos que cada país recorrido tenía para ofrecer.

No olvidemos lo mejor de los refinamientos internos que la cultura occidental ofrecía: los principios tradicionales de amor y perdón. Con esto en mente, tal vez, como Batoni, podemos ser ejemplos para revitalizar estos valores, un Gran Tour de lo que significa ser amoroso y perdonar. Históricamente, estos principios han sido beneficiosos para nosotros cuando los aceptamos y practicamos.

Ahora, cuando veo el cuadro de Batoni, me recuerda que debo perdonar y cuidar a las personas que solo tratan de encontrar su camino en sus propias historias. Me recuerda que no necesito alejarme de estos valores en busca de los placeres de la vida, rehusarme a celebrar con aquellos que parecen tener más que yo, ni atacar a la gente que está actuando según sus celos y su derecho. Necesito, en cambio, encarnar y alentar el amor y el perdón, y tal vez yo también pueda manifestar físicamente mi conexión con la tradición.

Todos los pasajes bíblicos son de la Nueva Versión Internacional.

El arte tiene una increíble capacidad de señalar lo que no se puede ver para que podamos preguntarnos «¿Qué significa esto para mí y para todos los que lo ven?¿Cómo ha influido en el pasado y cómo podría influir en el futuro?¿Qué sugiere sobre la experiencia humana?» Estas son algunas de las preguntas que exploro en mi serie Reaching Within: Lo que el arte tradicional ofrece al corazón.

Eric Bess es un artista representativo activo. Actualmente es estudiante de doctorado en el Instituto de Estudios Doctorales en Artes Visuales (IDSVA).

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