El Reino Unido debería desplegarse hacia la región del Indo-Pacífico, prestando su poderío económico y militar para contrarrestar la creciente influencia de China, recomienda un nuevo informe.
Escrito por el grupo de expertos Policy Exchange, el informe subraya la creciente importancia económica y geoestratégica de la región donde pasan la mayoría de los barcos del mundo.
«Como una potencia mundial líder, Gran Bretaña tiene un papel importante que desempeñar en el Indo-Pacífico», dice el prólogo del informe, escrito por el honorable Shinzō Abe, exprimer ministro de Japón. «Como la sexta economía más grande del mundo, el aumento del comercio entre el Reino Unido y las naciones del Indo-Pacífico contribuirá al crecimiento económico general», escribió.
«Gran Bretaña también puede trabajar con países de toda la región en la defensa de los valores democráticos y en el apoyo a las instituciones multinacionales que se han desarrollado en los últimos años», dijo Abe. «En el frente de la seguridad, las fuerzas armadas británicas, y la Marina Real en particular, serán una presencia bienvenida en los mares del Indo-Pacífico”.
La recomendación, publicada el 23 de noviembre, es consecuencia del creciente interés de las potencias regionales de frenar la agresión china tras la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
En el verano, Estados Unidos rechazó formalmente casi todas las principales reivindicaciones territoriales de Beijing en el mar de China Meridional, mientras el gobierno de Trump marcaba su respuesta a las amenazas a la seguridad planteadas por el Partido Comunista Chino.
Otros países de la región también están fortaleciendo las asociaciones regionales para hacer retroceder a Beijing.
El informe de Policy Exchange dice que un giro del Reino Unido hacia el Indo-Pacífico debería estar en cinco áreas: expansión del comercio, intercambio de tecnología, cooperación en materia de seguridad, compromiso diplomático y promoción de la buena gobernanza y el desarrollo.
«En materia de seguridad, al tiempo que se asocia con Estados Unidos y naciones clave como Japón, India y Australia, el Reino Unido debería centrar sus esfuerzos en particular en las partes meridionales del Indopacífico, que se extienden desde el Océano Índico hasta el Pacífico Sur», concluye el informe.
Fuerzas especiales de entrenamiento
El informe recomienda que el Reino Unido envíe más barcos de la Armada, aviones de la RAF y soldados, con presencia militar durante todo el año. También recomienda «ampliar sustancialmente sus contribuciones militares y de seguridad» para echar una mano a las fuerzas de EE.UU. en la región.
«Incluso con un reequilibrio de la política exterior y de seguridad de Estados Unidos hacia el Indo-Pacífico, a Estados Unidos le resulta difícil mantener una presencia constante en algunas zonas como el Océano Índico o el Pacífico Sur», dice el informe.
El informe recomienda a su vez el envío de fuerzas especiales y tropas del Reino Unido para que entrenen a los soldados locales.
En los dos últimos años, Estados Unidos llevó a cabo un número récord de lo que denomina ejercicios de libertad de navegación en la región, con el fin de establecer el principio de paso libre a través de las aguas en disputa. En los últimos meses, se han unido a ellos barcos de otras armadas de la región.
El primer ministro Boris Johnson, en 2017, cuando era secretario de Relaciones Exteriores, indicó que el portaaviones recién fabricado de la Marina Real se uniría a los ejercicios de libertad de navegación de Estados Unidos al año siguiente.
China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán tienen reclamos en competencia en el Mar de la China Meridional. Los reclamos de Beijing son los más grandes, cubriendo casi todas las vías navegables. Hogar de ricos caladeros y recursos naturales potencialmente valiosos, el mar de China Meridional es también una de las principales rutas de navegación del mundo.
En los últimos 20 años, China construyó la colección más grande del mundo de misiles antibuque de largo alcance y defensas aéreas precisamente para neutralizar a los portaaviones estadounidenses en la región y mantener a otras potencias regionales alerta. El presupuesto militar de Beijing se multiplicó casi por diez en las últimas dos décadas.
El ejército estadounidense ha estado desplegándose bajo la administración de Trump para contrarrestar el aumento militar de Beijing, revisando estrategias de décadas atrás e impulsando estrategias de modernización como los sistemas de armas hipersónicas.
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