Las personas que entran ilegalmente en el Reino Unido podrían acabar siendo reubicadas en el país africano de Ruanda, según ha anunciado el primer ministro británico, Boris Johnson.
Se espera que se entreguen 120 millones de libras esterlinas (157 millones de dólares) al gobierno ruandés en el marco de un plan de prueba, y el ministro del Interior, Priti Patel, cerró el acuerdo durante una visita a la capital, Kigali.
Las primeras personas que serán reubicadas en Ruanda recibirán notificaciones formales dentro de unas semanas, según el gobierno, y se espera que los primeros vuelos tengan lugar en los próximos meses.
En una rueda de prensa celebrada en Kent el 14 de abril, Johnson dijo que el acuerdo no tiene límite y que Ruanda tendrá «capacidad para reasentar a decenas de miles de personas en los próximos años», incluidas las que han llegado ilegalmente desde principios de año.
Johnson dijo que, aunque Gran Bretaña ha proporcionado generosamente refugio a innumerables personas que huyen de conflictos y persecución, «no podemos sostener un sistema ilegal paralelo».
«Nuestra compasión puede ser infinita, pero nuestra capacidad para ayudar a la gente no lo es», dijo. «No podemos pedir al contribuyente británico que extienda un cheque en blanco para cubrir los gastos de cualquiera que quiera venir a vivir aquí».
El primer ministro dijo que espera que la amenaza de reubicación en Ruanda ayude a acabar con «la más trágica de todas las formas de migración ilegal», es decir, «el bárbaro comercio de miseria humana que llevan a cabo los traficantes de personas» en el Canal de la Mancha.
«Estos viles contrabandistas de personas están abusando de los vulnerables y convirtiendo el Canal en un cementerio acuático, con hombres, mujeres y niños, ahogándose en barcos no aptos para la navegación, y asfixiándose en camiones refrigerados», dijo.
«Debemos detener este espantoso comercio y derrotar a los contrabandistas de personas», dijo.
Johnson prometió 50 millones de libras esterlinas (66 millones de dólares) en nuevos fondos para embarcaciones, vigilancia aérea y personal militar para ayudar a garantizar que las medidas sean un «elemento disuasorio muy considerable» para las operaciones de contrabando de personas a través del Canal.
Y dijo que los individuos que logren llegar al Reino Unido «no serán llevados a hoteles con un enorme gasto público» y en su lugar serán alojados en centros de detención al estilo griego, el primero de estos se abrirá «pronto».
Dijo que el 14 de abril la Marina Real asumirá el mando operativo de la Fuerza de Fronteras en el Canal de la Mancha para garantizar que «ninguna embarcación llegue al Reino Unido sin ser detectada».
El principal partido de la oposición, el Partido Laborista, acusó al primer ministro de intentar distraer del escándalo del «partygate» con el plan de reubicación «inviable, poco ético y extorsionador».
Pero Johnson dijo que el plan «cumplirá plenamente con nuestras obligaciones legales internacionales», e insistió en que Ruanda es «uno de los países más seguros del mundo» y está «mundialmente reconocido por su historial de acogida e integración de inmigrantes».
El primer ministro reconoció que el gobierno espera que el sistema sea impugnado en los tribunales por lo que llamó un «formidable ejército de abogados con motivaciones políticas».
«Así que sé que este sistema no entrará en vigor de la noche a la mañana», dijo.
Con información de PA Media.
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