El Gobierno británico ha instado a sus ciudadanos a abandonar el Líbano y no viajar a ese país debido a las crecientes tensiones en Oriente Medio, señaló el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy.
Durante una sesión en el Parlamento británico, Lammy avisó de que el riesgo de un conflicto a gran escala en la zona está aumentando e instó a todos los nacionales británicos en el Líbano a abandonar el país lo antes posible, para evitar «quedar atrapados en una zona de guerra».
«La historia nos enseña que, en una crisis como esta, es mucho más seguro salir mientras los vuelos comerciales aún están operativos», dijo Lammy, que añadió que, si el conflicto crece, el Gobierno británico no puede garantizar la evacuación inmediata de todos sus ciudadanos en territorio libanés.
El anuncio llega después del incidente del pasado 27 de julio, en el que Israel acusa al grupo chií libanés Hizbulá de haber lanzado un proyectil contra un campo de fútbol en Majdal Shams, donde murieron al menos 12 personas, la mayoría de ellos niños, aunque esa organización ha negado la autoría del ataque.
Lammy subrayó el derecho de Israel a defenderse de acuerdo con el derecho humanitario internacional, aunque también indicó que la ampliación del conflicto «no es de interés para nadie y podría tener consecuencias catastróficas», por lo que presionará para conseguir una «solución diplomática» al problema.
En este sentido, confirmó su intención de visitar el Líbano «tan pronto como las circunstancias de seguridad lo permitan» para reunirse con el primer ministro libanés, Najib Mikati, al igual que hizo recientemente en Israel, donde conversó con el primer ministro, Benjamín Netanyahu y su homólogo israelí, Israel Katz.
Asimismo, Lammy aprovechó su intervención para pedir un alto en fuego en Gaza y la liberación de los rehenes, algo que, según el laborista, ayudaría a «reducir las tensiones en la región, prevendría una escalada en el Líbano y ofrecería la esperanza de un proceso de paz renovado entre israelíes y palestinos.
Se trata de una situación muy volátil, por lo que el personal del Foreign Office trabaja las veinticuatro horas del día para ayudar a «garantizar la seguridad de los ciudadanos» del Reino Unido.
En su guía de viaje, el ministerio británico de Exteriores advierte de que la crisis en la región podría escalar con «poca advertencia» y dejar las rutas comerciales fuera del Líbano gravemente interrumpidas.
«Debe tener un plan de emergencia personal que no dependa del gobierno del Reino Unido. Esto puede incluir la capacidad de salir rápidamente», indica la guía.
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