El gobierno británico presentará una nueva legislación para contrarrestar la interferencia extranjera, dijo la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, luego de que se descubriera que un espía comunista chino operaba en el Parlamento.
La agencia de seguridad MI5 del Reino Unido tomó la medida inusual de enviar una alerta al Parlamento el 12 de enero advirtiendo que una persona llamada Christine Ching Kui Lee ha estado «involucrada a sabiendas en actividades de interferencia política en nombre del Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD) del Partido Comunista Chino (PCCh)».
La alerta establece que Lee había estado facilitando donaciones financieras a políticos y partidos políticos del Reino Unido y que cualquier persona contactada por ella debe estar «consciente de su afiliación con el estado chino y su misión de promover la agenda del PCCh en la política del Reino Unido».
Al hacer una declaración en la Cámara de los Comunes el 17 de enero, Patel dijo que estaba «totalmente consternada de que una persona que se haya involucrado a sabiendas en actividades de interferencia política en nombre del Partido Comunista Chino durante varios años apuntara a miembros de este Parlamento».
Ella dijo que el objetivo de tal actividad de influencia era “hacer que el panorama político del Reino Unido sea más favorable a la agenda de las autoridades chinas y desafiar a quienes expresan su preocupación por las actividades de las autoridades chinas en temas muy apremiantes como los derechos humanos”.
Y dijo que alertas de seguridad similares «se volverán más habituales» conforme las agencias de inteligencia «se hayan adaptado para contrarrestar estas nuevas y emergentes amenazas».
El gobierno del Reino Unido está desarrollando una nueva legislación de seguridad nacional «para dificultar aún más que un estado maligno lleve a cabo tales actividades», dijo Patel, y agregó que dicha legislación «brindará a los servicios de seguridad y a las fuerzas del orden las herramientas necesarias para desbaratar toda la gama de amenazas estatales».
Sir Iain Duncan Smith, exlíder del Partido Conservador, dijo que era «impactante que cualquier miembro de esta Cámara se dejara utilizar por una potencia extranjera».
«El gobierno tiene que ser más duro», dijo. «Es hora de cambiar nuestra postura y calificar a China como la amenaza que realmente es para nosotros».
Bob Seely, otro parlamentario conservador, dijo que escándalos similares «van a continuar» hasta que «actualicemos nuestras leyes de espionaje, hasta que actualicemos nuestras leyes de grupos de presión nacionales y hasta que introduzcamos una ley de grupos de presión extranjeros».
Los partidos de oposición también han pedido que se tomen medidas para promover la defensa del Reino Unido contra la interferencia china.
La secretaria del Interior en la sombra del Partido Laborista, Yvette Cooper, dijo que la información contenida en la alerta de seguridad del MI5 era «obviamente extremadamente grave» y «condenamos en los términos más enérgicos los intentos de China de interferir en el proceso democrático británico».
El diputado laborista Chris Bryant enfatizó que los parlamentarios debían tener «los ojos bien abiertos ante una posible infiltración en la política británica».
Y también pidió que se sancionaran a varios funcionarios chinos, incluida la jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, y cuatro funcionarios de Xinjiang, ya que han estado «socavando los derechos humanos tanto en Hong Kong como en China».
Con información de PA Media.
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