La administración Biden se centrará en cuatro áreas clave en el futuro compromiso bilateral entre Estados Unidos y China, dijo el martes el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan.
Hablando horas después de una cumbre virtual de tres horas y media entre el presidente Joe Biden y el líder chino Xi Jinping, Sullivan dijo que el futuro de la relación entre Estados Unidos y China se puede clasificar mejor dando prioridad a cuatro «recipientes» de compromisos.
El compromiso de Estados Unidos con China se intensificará en múltiples niveles para garantizar que la competencia entre las dos potencias no se desvíe hacia el conflicto, dijo Sullivan en un webinar de la Brookings Institution.
«El presidente Biden planteó al presidente Xi la necesidad de un conjunto de conversaciones sobre la estabilidad estratégica (…) las que deben ser guiadas por los líderes y dirigidas por equipos altamente capacitados en ambas partes, que abarquen la seguridad, la tecnología y la diplomacia», dijo Sullivan.
«Se verá en múltiples niveles una intensificación del compromiso para asegurar que hay barreras alrededor de esta competitividad para que no se desvíe hacia el conflicto».
Los dos líderes trabajarán juntos en cuestiones «urgentes», como el aumento de las tasas de vacunación mundial contra COVID-19 y la aplicación del acuerdo climático de la COP26, dijo Sullivan al abordar el primer «recipiente» de compromisos.
Biden y Xi también se centrarán en abordar retos «inmediatos» como la escalada de pruebas de misiles en Corea del Norte y las conversaciones nucleares con Irán.
También se mejorará la comunicación directa entre Washington y Beijing para «gestionar eficazmente las diferencias» en temas clave como Taiwán, dijo Sullivan sobre la tercera prioridad de la administración Biden.
«Tener una comunicación clara y evitar la falta de comunicación va a ser un aspecto importante e intenso del trabajo entre nuestros militares, entre nuestros consejos de seguridad nacional y entre nuestros diplomáticos», dijo.
Por último, China y Estados Unidos se esforzarán por resolver las cuestiones pendientes de la primera fase del acuerdo comercial, al tiempo que trabajarán para hacer frente a las prácticas económicas «no comerciales» de Beijing, añadió Sullivan.
Biden y Xi hablaron el lunes por la noche durante unas tres horas y media, pero parecieron hacer poco para reducir las diferencias entre las superpotencias y no lograron ningún «avance» en los temas que conciernen a ambas naciones.
Biden dijo que Estados Unidos trabajará para «avanzar en un sistema internacional que sea libre, abierto y justo», y planteó su preocupación por el historial de derechos humanos del Partido Comunista Chino y los abusos de los que tiene conocimiento que ocurren en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong.
De acuerdo con la Casa Blanca, Biden aprovechó las conversaciones para «hablar con franqueza y sin rodeos» a Xi sobre las intenciones y prioridades de su administración en una serie de temas.
«No esperábamos que esta reunión fuera una especie de punto de partida fundamental en la relación entre Estados Unidos y China. No esperábamos un avance y no lo hubo», dijo un alto funcionario de la administración a los periodistas tras la conclusión de la cumbre.
Con información de Frank Fang y Reuters
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