Tres policías estatales de Vermont, Estados Unidos, renunciaron como resultado de una investigación sobre tarjetas de vacunación fraudulentas, anunció el Departamento de Seguridad Pública (DPS) del estado.
Dos de los policías, Shawn Sommers y Raymond Witkowski, presentaron su renuncia el 10 de agosto, un día después de que otro policía los denunciara. El tercer policía, David Pfindel, renunció el viernes como resultado de una investigación del Departamento de Seguridad Pública, anunció el DPS este martes.
Los tres policías son sospechosos de haber participado en la creación de tarjetas de vacunación falsas contra el virus del PCCh. Sus compañeros denunciaron la conducta a los supervisores de la Policía Estatal de Vermont, que a su vez informaron de la presunta mala conducta a las autoridades federales.
«Las acusaciones, en este caso, implican un nivel extraordinario de mala conducta —una violación criminal de la ley— y no podría estar más molesto y decepcionado», dijo Matthew Birmingham, director de la Policía Estatal de Vermont, en una declaración. «Si se demuestra que estas acusaciones son ciertas, es censurable que los policías estatales manipulen las tarjetas de vacunación en medio de una pandemia, cuando vacunarse es uno de los pasos más importantes que cualquiera puede dar para mantener a su comunidad a salvo de COVID-19».
«Yo estoy avergonzado de que esta situación haya ocurrido y se haya empañado la reputación de la Policía Estatal de Vermont», añadió Birmingham.
El FBI está investigando las acusaciones, dijo la Policía Estatal de Vermont. El departamento no dio más información, citando la investigación federal en curso.
«Sobre la base de una revisión interna inicial, no creemos que haya nada más que la policía estatal podría haber hecho para evitar que esto ocurra», dijo el Comisionado de Seguridad Pública de Vermont, Michael Schirling, en una declaración. «Tan pronto como otros policías se dieron cuenta de esta situación, plantearon las acusaciones internamente y los comandantes tomaron medidas rápidas y decisivas para responsabilizar a estos individuos e informar de este asunto a las autoridades federales».
La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) incautó en más de una ocasión tarjetas de vacunación falsas procedentes de China. Las plantillas en blanco para las tarjetas, así como las instrucciones para rellenarlas, están fácilmente disponibles en Internet.
Varios estados promulgaron una serie de órdenes de vacunación, lo que lleva a quienes no quieren vacunarse a falsificar su estado de vacunación. Una mujer de Illinois fue detenida la semana pasada por presuntamente intentar utilizar una tarjeta de vacunación COVID-19 falsa para entrar en Hawai.
Más de 176 millones de personas en Estados Unidos recibieron el tratamiento completo de la vacuna COVID-19, hasta el martes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Varios estudios recientes están demostrando que la eficacia de la vacuna ha disminuido con el tiempo.
El virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, es el patógeno que causa COVID-19.
Una investigación reciente realizada en Israel sugiere que las personas totalmente vacunadas con la vacuna de Pfizer tienen 13 veces más probabilidades de infectarse con la variante Delta y 27 veces más probabilidades de desarrollar una enfermedad sintomática en comparación con las personas no vacunadas. Las cifras se aplican al comparar los casos en los que la primera vacunación o infección se produjo entre enero y febrero de 2021.
Con información de Zachary Stieber
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