El representante Chris Smith (R-N.J.) ha presentado una ley que despojaría a Beijing de sus privilegios comerciales con Estados Unidos, una medida destinada a castigar al régimen comunista por sus «horrendas atrocidades contra los derechos humanos».
El proyecto de ley, H.R. 7193, presentado el 22 de marzo, eliminaría el estado de relaciones comerciales normales permanentes (PNTR) de China, y «revincularía» el estado comercial de Beijing con la situación de los derechos humanos en China, según un comunicado de la oficina de Smith. La medida requeriría la confirmación anual del presidente estadounidense de que Beijing está haciendo notables progresos en la mejora de su historial de derechos humanos para conseguir el estado de comercio normal.
Al impulsar esta medida, Smith, que lleva mucho tiempo criticando los abusos de China, espera enviar un mensaje contundente de que el Partido Comunista Chino (PCCh) no puede continuar impunemente con sus innumerables violaciones de los derechos humanos, incluida su bien documentada campaña de represión contra la minoría uigur del oeste de China.
Junto a Smith, patrocinan la legislación el representante Tom Tiffany (R-Wis.) y el representante Tom Suozzi (D-N.Y.).
En 2000, el Congreso aprobó una ley para conceder a China el estado permanente de nación más favorecida (NMF), ahora conocido como PNTR, que preparó el camino para la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio. Este estado abrió el mercado estadounidense a los productos chinos con ventajas comerciales como la reducción de aranceles.
La creencia generalizada en aquel momento era que el régimen chino era merecedor de un estado oficial dentro del sistema económico internacional que facilitaría el cumplimiento de sus compromisos comerciales. Pero desde entonces, Beijing ha incumplido sistemáticamente sus obligaciones comerciales y las violaciones de los derechos humanos en China se han deteriorado con la ayuda de la tecnología de vigilancia de alta tecnología.
Antes del año 2000, el estatus del NMF de China era revisado anualmente por Washington, lo que permitía a los críticos del régimen una oportunidad anual para abogar por su remoción.
Smith también se refirió a la decisión del presidente Bill Clinton en 1994 de eliminar la consideración del historial de derechos de Beijing de la revisión anual del NMF por parte de Washington.
«Desde que el presidente Clinton desvinculó el comercio de los derechos humanos con China en 1994–y bajo sucesivas administraciones, incluida ahora la de Biden–el Partido Comunista Chino ha obtenido un pase por sus graves violaciones de los derechos humanos mientras se beneficiaba enormemente robando puestos de trabajo estadounidenses y creciendo hasta convertirse en la superpotencia económica que es hoy», dijo Smith en un comunicado.
Tras la decisión de Clinton en 1994, Smith celebró una conferencia de prensa en el Capitolio en la que criticó duramente al entonces presidente por dar un pase a las «crueles realidades» del régimen del PCCh.
Suozzi se explayó sobre los escollos del antiguo enfoque estadounidense de conceder un estado comercial favorable a China como parte de un esfuerzo de compromiso constructivo con el régimen.
«Han pasado 50 años desde que el presidente Nixon fue por primera vez a China, y siempre hemos creído que cuanto más se exponga al régimen chino a nuestro modo de vida, nuestra democracia y nuestro sistema económico, más se parecerán a nosotros y valorarán los derechos humanos y el libre mercado. Esto no ha sucedido», dijo Suozzi.
«Ahora más que nunca, debemos hacer frente a los crímenes de China contra los uigures y los tibetanos, y a su destrucción de la democracia en Hong Kong. No podemos seguir permitiendo que China actúe con impunidad y socave el orden basado en normas haciendo trampas a costa de otras naciones», añadió.
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