El Dr. Anthony Fauci fue «escoltado» a la sede de la CIA en Langley, Virginia, «sin registro de entrada» e «influyó» en la revisión de la agencia sobre los orígenes del COVID-19, dijo el presidente del Subcomité Selecto sobre la Pandemia de Coronavirus, Brad Wenstrup (R- Ohio).
En un comunicado de prensa del 26 de septiembre, Wenstrup dijo que la nueva supuesta evidencia obtenida por el panel se suma a otras supuestas evidencias que lentamente se acumulan contra el Dr. Fauci, quien se desempeñó como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y el jefe del equipo de respuesta COVID-19 del expresidente Donald Trump.
Esto incluye testimonios recientes, adquiridos por el panel, de denunciantes que alegan que la CIA «potencialmente sesgó su revisión de los orígenes del COVID-19 al ofrecer a seis analistas importantes incentivos financieros para concluir que el resultado de su investigación no era concluyente», dijo Wenstrup.
También incluye evidencia descubierta recientemente de que el Dr. Fauci «impulsó» la redacción de un artículo titulado «Los orígenes próximos del SARS-CoV-2», que se publicó en Nature Medicine en marzo de 2020 y fue citado en gran medida por expertos y funcionarios como prueba de que el COVID-19 no se originó en una fuga de laboratorio.
El artículo, al que se ha accedido más de 5.8 millones de veces y se ha citado más de 2800 veces, afirmaba que el SARS-CoV-2 «no era una construcción de laboratorio ni un virus manipulado intencionadamente», sino que probablemente evolucionó de forma natural.
Esta creciente evidencia, dijo Wenstrup, «da credibilidad a las crecientes preocupaciones sobre la promoción de una narrativa falsa sobre los orígenes del COVID-19 por parte de múltiples agencias del gobierno federal».
«Según la información recopilada por el Subcomité Selecto, el Dr. Anthony Fauci, entonces director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, desempeñó un papel en la revisión de la Agencia Central de Inteligencia a los orígenes del COVID-19», dijo el republicano de Ohio en el comunicado de prensa. «La información proporcionada sugiere que el Dr. Fauci fue escoltado a la sede de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), sin registro de entrada, y participó en el análisis para ‘influir’ en la revisión de la Agencia».
“El pueblo estadounidense merece la verdad”
«Nuestro objetivo es garantizar que el proceso de investigación científica sobre los orígenes del COVID-19 sea justo, imparcial y libre de influencias alternativas», escribió Wenstrup.
El legislador compartió una carta (pdf) enviada a la inspectora general del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) el 26 de septiembre, Christi Grimm, en la que detalla la última «información preocupante» supuestamente obtenida por su panel sobre Doctor Fauci.
«El objetivo del Subcomité Selecto es garantizar la rendición de cuentas y la transparencia. El pueblo estadounidense merece la verdad: Conocer los orígenes del virus y si hubo un esfuerzo concertado por parte de las autoridades de salud pública para suprimir la teoría de las fugas de laboratorio con fines políticos o de seguridad nacional», escribió.
«En consecuencia, la información sobre los movimientos específicos del Dr. Fauci a lo largo de la pandemia es razonable y poco intrusiva, especialmente considerando que ya no es empleado del gobierno federal, ya no es un protegido del Inspector General y no solicitamos ninguna información. sobre sus movimientos actuales», afirmó el Sr. Wenstrup.
La carta no detalla exactamente cuándo el Dr. Fauci supuestamente visitó la sede de la CIA y por qué la supuesta visita no fue documentada en los registros de entrada.
Sin embargo, el legislador pidió al inspector general del HHS que entregara una serie de materiales y comentarios para ayudar con la investigación en curso del subcomité selecto, incluidos documentos y comunicaciones entre empleados del HHS, la CIA, el NIAID y el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, que fue asignado a proteger al Dr. Fauci, con respecto a la «admisión o entrada» del Dr. Fauci en «cualquier edificio propiedad, operado u ocupado por la CIA, incluido, entre otros, el Centro de Inteligencia George Bush».
El Sr. Wenstrup también pidió al HHS que entregara documentos «suficientes para demostrar que cualquier Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos autorizó, apoyó o de otro modo afilió los movimientos del Dr. Anthony Fauci desde el 1 de enero de 2020 hasta el 31 de diciembre».
Según Wenstrup, los documentos solicitados deberán entregarse al comité a más tardar el 10 de octubre.
Además, el legislador pidió que el agente especial del HHS, Brett Rowland, esté disponible para una «entrevista transcrita voluntaria» en una fecha que aún no se ha establecido.
«Los Comités se reservan el derecho de realizar entrevistas de seguimiento o solicitar testimonios de otros testigos pertinentes para nuestra investigación», señaló Wenstrup.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el NIAID y la CIA para solicitar comentarios.
Fauci y los NIH ejercieron una “influencia indebida” al restar importancia a la teoría de las fugas de laboratorio
En julio, el Subcomité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Pandemia de Coronavirus publicó un informe que detalla cómo los funcionarios de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el Dr. Fauci y el científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Jeremy Farrar, entre otros científicos destacados, ejercieron » influencia indebida» al restar importancia a la teoría que afirma que el COVID-19 fue el resultado de una fuga de laboratorio.
Ese informe citó varios correos electrónicos y entrevistas transcritas y encontró que el Dr. Fauci sugirió a los funcionarios la redacción del ahora infame documento «Orígenes próximos del SARS-CoV-2» y participó en la creación diaria del documento.
El objetivo del documento, según el subcomité, era «refutar» la teoría de las fugas de laboratorio para evitar culpar a China por la pandemia de COVID-19, y empleó «ciencia fatalmente defectuosa para lograr su objetivo» y contiene argumentos con «suposiciones inexactas e inconsistencias obvias».
A principios de este mes, el subcomité también compartió un testimonio profundamente preocupante (pdf) de un agente anónimo de alto nivel de la CIA, convertido en denunciante, que afirmó que la agencia de inteligencia sobornó a seis analistas para que rechazaran la teoría de que el COVID-19 era el resultado de una fuga de laboratorio, muy probablemente de un laboratorio en Wuhan, China.
«Según el denunciante, al final de su revisión, seis de los siete miembros del equipo creían que la inteligencia y la ciencia eran suficientes para hacer una evaluación de baja confianza de que el COVID-19 se originó en un laboratorio en Wuhan, China», dijo el Sr. Wenstrup en una carta al director de la CIA, William Burns.
«El séptimo miembro del equipo, que también era el de mayor rango, fue el único oficial que creyó que el COVID-19 se originó a través de una zoonosis. El denunciante sostiene, además, que, para llegar a la eventual determinación pública de incertidumbre, los otros seis miembros recibieron un importante incentivo monetario para cambiar su postura», decía la carta.
En ese momento, la CIA dijo que estaba investigando las acusaciones y que estaba «comprometida con los más altos estándares de rigor analítico, integridad y objetividad».
«No pagamos a analistas para que lleguen a conclusiones específicas. Tomamos estas acusaciones extremadamente en serio y las estamos investigando. Mantendremos a nuestros comités de supervisión del Congreso debidamente informados», dijo la agencia.
Según un informe (pdf) recientemente desclasificado de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, la comunidad de inteligencia está dividida sobre el origen más probable del COVID-19, aunque la mayoría de las agencias evalúan con «baja confianza» que el virus «probablemente no fue modificado genéticamente».
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