La persona con la que uno se casa no es, estrictamente hablando, la persona con la que uno pasará su vida. Esto es porque la gente crece y cambia.
En un buen matrimonio, la gente cambia para bien, pero muy a menudo, el crecimiento está precedido por dificultades y errores.
A veces, las parejas se hacen miserables durante años antes de hacer el esfuerzo de cambiar, como en este ejemplo del libro de ayuda para el matrimonio, «Fascinante Femineidad»:
«Los dos teníamos una voluntad muy fuerte. Creo que hubo una lucha de poder inconsciente para ver quién podía tener la delantera, la última palabra, y en última instancia ganar la discusión. … El matrimonio me dejó tan deprimida y desilusionada con la vida. …estaba tan desanimada y cansada de todo. Después de considerar el divorcio por enésima vez porque estaba injustamente unida a un hombre imposible, encontré [el libro] Fascinante Femineidad.
Me ha abierto los ojos para ver la verdad sobre mí y mi relación matrimonial. Actuar según los principios de F.F. ha salvado mi matrimonio y mi hogar. … [Mi marido] es mucho más tierno y gentil ahora. Incluso cuando ocasionalmente se enfada conmigo, es diferente. Él es más amable y no tan duro. Es tan considerado y generoso, también. Ahora sé que siempre fue así. Pero tuve que aprender a amarlo y comprenderlo para poder averiguarlo».
«Fascinante femineidad» fue publicado a mediados de los 60 por Helen Andelin, esposa y madre de ocho hijos. Andelin reunió ideas sobre el matrimonio y la femineidad del cristianismo, la literatura clásica y los folletos de consejos para mujeres de los años 20. Estas ideas, como la de apreciar las diferencias inherentes entre los sexos, adoptar los roles masculinos y femeninos, y trabajar en el carácter de uno, trajeron gran alegría a su matrimonio y el libro se convirtió en un best-seller.
El libro comparte muchas historias de mujeres que escribieron a Andelin acerca de cómo su matrimonio se transformó después de que comenzaron a tratar a sus maridos de manera diferente.
Tensiones y desprecio
Todo matrimonio sano tiene sus puntos de tensión, y si no se tratan adecuadamente, se intensifican.
El viejo proverbio «la familiaridad alimenta el desprecio» nos recuerda que la relación estrecha con una persona muy probablemente llevará a una pérdida de respeto por ella, como vemos que sucede con las debilidades humanas. Si usted está casado, probablemente ha experimentado desprecio por su cónyuge en pequeñas cosas —hábitos irritantes como la ropa sucia que deja en el suelo— o tal vez en graves defectos de carácter como la irresponsabilidad financiera.
Si se deja correr sin control, el desprecio puede arruinar un buen matrimonio. Eclipsa la admiración y el respeto que tiene por su cónyuge, y él o ella se convierte en la suma de sus defectos ante sus ojos.
Cuando se está en medio de este desprecio, es difícil ver más allá de él para sentirse emocionalmente conectado y empatizar con el dolor y las luchas de su pareja.
Sin embargo, estas molestias, frustraciones, ciclos negativos e incluso algunos defectos graves de carácter, son una invitación al crecimiento, tal vez individualmente y/o en pareja.
Y con las herramientas y circunstancias adecuadas, muchos matrimonios infelices pueden llegar a ser felices.
Citando un estudio del Instituto para los Valores Estadounidenses, Diane Medved, psicóloga y autora del libro «No te divorcies: Argumentos poderosos para salvar y revitalizar tu matrimonio», escribe, «Casi tres de cada cuatro cónyuges que se consideran ‘infelices’ en sus matrimonios, pero que se resisten a ello, dicen que son ‘felices’ o ‘muy felices’ tan solo cinco años después».
Algunos matrimonios pueden tardar más tiempo para llegar a ser felices y requieren más esfuerzo, como en la historia de «Fascinante Femineidad» a continuación:
«Mi marido y yo llevábamos quince años casados. Once de esos años los pasamos luchando contra la enfermedad del alcoholismo. Cualquiera que haya tenido que lidiar con el desconcertante problema con un amigo o pariente sabe la agonía de ver a los que amas destruirse a sí mismos. Pero mirando hacia atrás, puedo ver que el problema de mi marido con el alcohol fue un muy conveniente pretexto para mis propios defectos. Siempre pude echarle la culpa a su forma de beber por mis actitudes».
Su marido finalmente dejó de beber por su cuenta, pero después de dos años más de lucha, ella se creyó enamorada de otra persona y acordaron separarse en tres meses. Entonces, empezó a leer «Fascinante Femineidad» y se dio cuenta de que tenía muchas ideas equivocadas sobre los hombres y el matrimonio. Fue una lucha al principio aceptar y apreciar a su marido, pero lo hizo.
«Fue algo hermoso ver a mi marido responder. … En enero no se habló de la separación. De hecho, hicimos un viaje de fin de semana con amigos. …mientras caminábamos después del desayuno, dijo: ‘Creo que me estoy enamorando de ti otra vez'».
Las herramientas adecuadas
Hay muchas herramientas —terapias, libros de autoayuda y terapeutas— disponibles para ayudarle si tiene un matrimonio difícil. Algunas ciertamente funcionarán mejor para usted que otras. Encuentre los que encajan con sus valores, ofrecen esperanza y le ayudan a mirar sus propios desafíos, vulnerabilidades y defectos.
Al igual que el matrimonio, reparar uno es también un viaje. Probablemente significará ajustar sus expectativas, mirarse a sí mismo desde la perspectiva de su pareja, y entender cómo los elementos de su temperamento, carácter, antecedentes, expectativas, miedos e inseguridades están alimentando las tensiones.
También significa escuchar más profundamente a su pareja y entender sus miedos, necesidades, esperanzas y prioridades. Puede que usted se sienta vulnerable y sorprendido por lo mucho que le hizo daño a su pareja sin querer. Puede aprender que haciendo solo unas pequeñas cosas por su pareja cada día hará que se sienta amado.
Incluso los matrimonios en los que uno de los miembros de la pareja ha cometido errores graves pueden repararse si existe la voluntad y el deseo, incluso si el deseo es solo unilateral al principio.
«Si usted quiere su relación, realmente tiene que estar dispuesto a lidiar con el hecho de que ha herido y atemorizado a su pareja», dice Sue Johnson, psicóloga y creadora de la Terapia Focalizada en las Emociones, que ayuda a las parejas a entender y trascender los patrones emocionales negativos fomentando la comprensión y la conexión.
«Y su pareja tiene que estar dispuesta a hablar con usted sobre todas las dificultades que se producen como resultado de ello, lo difícil es entonces ponerse en manos de una persona que ha violado su confianza».
«La gente puede tener estas conversaciones. Son conversaciones difíciles, pero pueden tenerlas. Pero a menos que usted tenga una cierta habilidad para crear seguridad y realmente mostrar a la otra persona que usted se preocupa por el efecto que está teniendo, es bastante difícil».
Aprendiendo a amar
En tiempos pasados, las culturas tanto de Oriente como de Occidente hablaban del temperamento como un aspecto de los seres humanos, y comprendían que los diferentes temperamentos son propensos a diferentes fortalezas y debilidades.
Dependiendo de su situación familiar, amar a alguien más puede o no ser algo natural para usted. E incluso si la mayoría de los aspectos del amor y el matrimonio son fáciles y naturales, puede que haya algunos que sean realmente mediocres. Si está dispuesto a aprender y mejorar, casi cualquier deficiencia puede convertirse, si no en una fortaleza, al menos en una auténtica aptitud.
Como todo lo importante y dinámico, un buen matrimonio necesita cierto mantenimiento.
Si somos honestos con nosotros mismos, probablemente algunas de las cualidades que nos atrajeron a nuestra pareja son también lo opuesto a algunas de nuestras cualidades, y pueden llevarnos por el camino equivocado.
Por ejemplo, a su marido le puede gustar hacer las cosas muy rápido, y usted admira lo rápido que trabaja, pero puede sentirse apurada cuando quiere que vaya a su ritmo.
El perdón: Un antídoto para el desprecio
Cuando nos miramos honestamente a nosotros mismos, veremos muchos defectos. Todos tenemos trabajo que hacer. La humildad que viene con ver y corregir nuestras faltas nos quita el desprecio y nos ayuda a perdonarnos a nosotros mismos y a los que amamos.
Gary Chapman, en su libro «El amor como forma de vida», escribe sobre el poder del perdón:
«El reto de vivir una vida de verdadero amor es que en esta tensión debemos ofrecer el perdón a aquellos que nos han hecho mal, incluso cuando reconocemos el daño que han causado. El marido cuya esposa se fue con otro hombre me dijo más tarde: ‘Regresó después de tres meses y me dijo que había cometido un terrible error y quería trabajar en nuestro matrimonio’. No creí que pudiera perdonarla nunca. No sucedió de la noche a la mañana, pero cuando me di cuenta de que era sincera, encontré la capacidad de perdonar. Hoy tenemos un gran matrimonio».
Nuestras relaciones importantes son difíciles porque somos vulnerables en ellas. Se necesita coraje para enfrentar nuestros demonios pero se hace mucho más fácil a medida que construimos una conexión más fuerte con nuestra pareja.
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