La presidenta del Partido Republicano de la Cámara de Estados Unidos, la representante Elise Stefanik (R-N.Y.) proclamó una «victoria» el jueves después de que una corte de apelaciones levantara una orden de silencio impuesta contra el expresidente Donald Trump en el juicio sobre fraude civil de la Organización Trump en Nueva York.
«VICTORIA», declaró la Sra. Stefanik. El 10 de noviembre, ella había escrito a la Comisión de Conducta Judicial del Estado de Nueva York expresando «serias preocupaciones» sobre el juez de la Corte Suprema de Nueva York, Arthur Engoron, que supervisa el juicio.
«Me complace ver que después de mi queja ética (…) una corte de apelaciones ha levantado la orden de silencio inconstitucional contra el presidente Trump», dijo la Sra. Stefanik en una declaración.
Lareclamo ético de la Sra. Stefanik acusó al juez de mostrar «sesgo judicial» contra el presidente Trump, que es el principal candidato para la nominación presidencial del Partido Republicano en 2024.
Su declaración del jueves se produjo después de que el juez asociado de la División de Apelaciones de Nueva York, David Friedman, levantara temporalmente una orden de silencio contra el presidente Trump, mientras apela la orden.
El juez Engoron emitió por primera vez la orden de silencio el 3 de octubre, un día después de que comenzara el juicio. La orden prohíbe al presidente Trump hacer declaraciones sobre el personal del juez y su comunicación con ellos.
El juez Friedman levantó la orden de silencio este jueves, señalando los «derechos constitucionales y estatutarios en cuestión».
Además cuestionó la autoridad del juez Engoron de vigilar el discurso del presidente Trump fuera de la sala de la corte, diciendo que las órdenes de silencio a menudo se emiten en casos penales en los que el acusado puede influir en el jurado.
El juicio se centra en acusaciones sobre una demanda de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien alega que el presidente Trump y la Organización Trump cometieron fraude contra el estado al inflar artificialmente su patrimonio neto.
El juez Engoron concedió a la fiscalía general un juicio sumario a su favor, declarando al presidente Trump responsable de fraude, una semana antes del juicio.
Como tal, el juicio solo abordará las penas que deberá enfrentar el presidente Trump. La señora James quiere USD 250 millones en daños y prohibir al presidente Trump y a otros ejecutivos hacer negocios en el estado durante cinco años.
El presidente Trump asiste al juicio con regularidad y proporciona actualizaciones a la prensa.
Sus abogados se han enfrentado con el juez, a veces presentando argumentos prolongados en la sala de la corte, acusando al juez de parcialidad por permitir las preguntas de la fiscalía mientras anula las suyas, así como otros cuestionamientos.
Uno de estos asuntos se relacionó con la asistente legal principal del juez, Allison Greenfield, quien se sienta junto al juez Engoron en la corte.
Los abogados defensores notaron que la Sra. Greenfield «giraba los ojos» durante el interrogatorio de los testigos y al pasar notas al juez, quien la consulta con frecuencia durante el juicio. El juez Engoron se enojó cuando los abogados defensores notaron esto.
Después de que el presidente Trump hiciera un posteo en Truth Social sobre la Sra. Greenfield, el juez Engoron ordenó verbalmente la orden de silencio en el segundo día del proceso.
El posteo mostraba una foto de la Sra. Greenfield posando con el senador Chuck Schumer (D-N.Y.) en un evento político, y una leyenda que vinculaba a su cuenta de Instagram.
El posteo fue eliminado 10 minutos después de que el juez Engoron se enterara de ello.
Después de que se descubriera una copia archivada del posteo en un sitio web de campaña, el presidente Trump recibió una multa de 5000 dólares. Luego recibió otra multa de 10,000 dólares después de hacer comentarios a la prensa sobre una persona «partidista» sentada «al lado» del juez sin mencionar su nombre.
Esto llevó a los abogados defensores a discutir con el juez Engoron sobre la apariencia de irregularidad y, más tarde, sobre un posible sesgo en el caso.
El juez respondió ampliando la orden de silencio para prohibir a los abogados defensores hacer declaraciones sobre su personal o sobre las comunicaciones entre él y su personal.
«Nosotros debemos luchar para proteger la Primera enmienda y los derechos a un juicio debido de todos los acusados», dijo la Sra. Stefanik el jueves.
Ella enfatizó la importancia de este caso más allá de los límites de la participación del presidente Trump, advirtiendo contra posibles repercusiones para otros que enfrentan situaciones legales similares.
«Esto es mucho más grande que el presidente Trump. Si los demócratas pueden hacerle esto a un multimillonario, expresidente y candidato presidencial líder, imagínese lo que pueden hacernos al resto de nosotros», afirmó la Sra. Stefanik.
“Por eso presenté mi denuncia de ética contra el juez Engoron y seguiré luchando por todos los neoyorquinos”, añadió.
Con la contribución de Catherine Yang
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