El ascenso de la China comunista es una «crisis existencial» para las democracias liberales de todo el mundo, según el activista prodemocracia de Hong Kong, Nathan Law.
«Hong Kong es un excelente ejemplo de cómo un régimen autoritario puede erosionar una ciudad libre (…) los líderes mundiales pueden aprender de ello», dijo Nathan Law, autor de «Freedom: How We Lose It and How We Fight Back», al programa «American Thoughts Líderes” de EpochTV 14 de diciembre.
“Lo que está sucediendo en Hong Kong, lo que está sucediendo en Xinjiang, como el resto de China, es una llamada de atención para el mundo. No se trata solo de (…) ayudar a la gente en Hong Kong o ayudar a la gente en Xinjiang, se trata de cómo podemos defender la democracia”, agregó.
Law, quien cobró notoriedad como activista durante el Movimiento Paraguas a favor de la democracia en la ciudad en 2014 y que ahora está autoexiliado en Londres, ha experimentado la represión del Partido Comunista Chino (PCCh) de primera mano.
“Para mí (…) el declive de la democracia y el auge del autoritarismo no es una teoría abstracta, es una crónica dolorosa y personal”, dijo.
En los últimos siete años, “[pasé] de ser un líder de protesta estudiantil al legislador electo más joven de Hong Kong. [Entonces] me inhabilitaron, me convertí en preso y (…) [ahora soy] un activista exiliado”, dijo Law.
Law dijo que la libertad de Hong Kong se había estado deteriorando durante años, pero que «cayó por el precipicio» en junio de 2020, cuando Beijing impuso la ley de seguridad nacional.
Hong Kong, una excolonia británica, ha experimentado oleadas de protestas en toda la ciudad desde que la región fue entregada al régimen chino en 1997, ya que el PCCh ha ido reduciendo paulatinamente las libertades y la autonomía de la ciudad, algo que había garantizado que se mantendría durante 50 años después de la entrega.
A mediados de 2020, luego de las protestas democráticas a gran escala ocurridas en el territorio gobernado por China el año anterior, Beijing impuso la draconiana ley de seguridad nacional, que reprime significativamente la libertad de expresión y la libertad de asociación en la ciudad. La ley otorga al régimen chino un poder amplio para atacar a las personas por cualquier acto que Beijing considere secesión, subversión, terrorismo o confabulación con fuerzas extranjeras. Los infractores, si son declarados culpables, pueden ser condenados a cadena perpetua.
Decenas de activistas han sido arrestados y encarcelados, o han huido de Hong Kong desde entonces.
«Recesión democrática»
Law dijo que permitir que el régimen chino ingrese a organizaciones internacionales, como la Organización Mundial del Comercio, era como invitar a un «lobo a entrar en casa», ya que el mundo libre no ha desarrollado los mecanismos adecuados para controlar su comportamiento.
El mundo se comprometió con China política y económicamente, esperando que el país comunista se volviera más liberal, dijo Law. En cambio, China se desplazó exactamente en la dirección contraria.
Esta inclusión en la comunidad internacional aportó a China riqueza y tecnología que contribuyeron a que el régimen comunista chino se hiciera más poderoso y autoritario, e incluso totalitario, según Law.
“El Partido Comunista Chino de hoy es literalmente más sofisticado tecnológicamente que el de 1984, el estado orwelliano, y el mundo no ha desarrollado nada para hacerles rendir cuentas”, dijo.
Como resultado, estamos experimentando una “recesión democrática” y debemos contrarrestar el aumento del autoritarismo, dijo. «Deberíamos estar unidos definitivamente para rechazar la expansión autoritaria del Partido Comunista Chino».
Aquellos que defienden la democracia «deben ser como el agua», dijo Law, adoptando un refrán de la leyenda de las artes marciales de Hong Kong, Bruce Lee, que había sido retomado por los activistas de Hong Kong. Esto se debe a que deben adaptarse para contrarrestar las amenazas y los obstáculos cuando se enfrentan al poder autoritario más represivo del mundo.
La «verdad» es la debilidad del PCCh, dijo. “Censuran todas las vías posibles para difundir la verdad en la China continental, y es probable que lleguen a Hong Kong».
Cuando se le preguntó qué podían hacer las personas en China continental para resistir al PCCh, Law les aconsejó que no se dejaran «devorar por el mundo de la propaganda china».
“Si quieres saber más y quieres mantenerte a salvo, asegúrate de estar preparado para vivir una doble vida. Si tiene un teléfono con WeChat, un teléfono con Twitter; si tiene un teléfono con Baidu, un teléfono con Google. Protéjase y (…) obtenga una mejor comprensión acerca de por qué y para qué estamos luchando”, dijo.
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