El republicano Glenn Youngkin derrotó el 2 de noviembre al demócrata Terry McAuliffe en la elección por la gobernación de Virginia, de acuerdo a la proyección de Decision Desk HQ.
Youngkin aventajó a McAuliffe con 54-45 por ciento de los votos de un 72 por ciento de los recintos electorales reportados a las 9:17 p.m. ET. Decision Desk HQ anunció la contienda previamente.
Los republicanos arrasaron el martes en las tres elecciones de Virginia, con la victoria de Winsome Sears en la carrera por el puesto de vicegobernador y el triunfo de Jason Miyares en la carrera por el puesto de fiscal general del estado, según las otras proyecciones de Decision Desk HQ.
La competencia en Virginia fue una de las carreras más observadas en las elecciones fuera de temporada de Estados Unidos y fue vista por algunos como un referéndum sobre la presidencia de Biden.
Youngkin y McAuliffe libraron una intensa campaña sobre algunos de los temas más candentes que animan al país, como el aborto, la teoría crítica de la raza y el expresidente Donald Trump.
La carrera fue políticamente una prueba de cómo votaría un electorado más preocupado por la economía que por la pandemia. Según AP Votecast, alrededor del 34 por ciento de los votantes de Virginia calificaron la economía como su principal prioridad, frente al 17 por ciento que prefirió COVID-19 y el 14 por ciento que eligió la educación.
La victoria es una bandera roja para el presidente Joe Biden y los demócratas. Biden ganó el estado en 2020 por un cómodo margen de 10 puntos. La Casa Blanca ha estado en los últimos meses lidiando con las secuelas de la caótica retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, la inflación agravada, la lenta recuperación económica en medio de la pandemia, y una agenda legislativa a riesgo de estancarse en el Capitolio.
La derrota plantea importantes interrogantes para los demócratas de cara al 2022, cuando se decida el destino de las ajustadas mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado.
Biden expresó su optimismo al comienzo de la noche, aunque reconoció que «el año sabático siempre es imprevisible».
«Yo creo que vamos a ganar en Virginia», dijo Biden en una rueda de prensa en Escocia. «Yo no creo —y no he visto ninguna prueba de ello— que el hecho de que me vaya bien o mal, de que me aprueben mi programa o no, vaya a tener un impacto real en la victoria o la derrota».
En 2009, durante el primer año de mandato del presidente Barack Obama, la victoria del republicano Bob McDonnell en Virginia anticipó que la mitad de mandato podría tener un ciclo desastroso para los demócratas, quienes al año siguiente perdieron más de 60 escaños en la Cámara de Representantes.
Este año, los dos candidatos de Virginia dijeron que las implicaciones de las primeras elecciones importantes desde que Biden llegó a la Casa Blanca se sentirían mucho más allá de su estado.
En uno de sus actos finales de campaña, McAuliffe insistió en que «hay mucho en juego». Por su parte Youngkin dijo que la elección enviaría una «declaración que se escuchará en todo el país».
Con información de The Associated Press
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