Los candidatos republicanos consiguieron sobrepasar a los demócratas en las elecciones intermedias, pero la pronosticada ola roja parece haber sido poco más que una onda expansiva.
Hasta las 3:30 a.m. hora del este, el Partido Republicano sigue en camino de tomar el control de la Cámara de Representantes, pero podría ser que solo logre una estrecha mayoría.
En el Senado, es probable que el balance de poder no cambie, ya que los demócratas tienen más posibilidades de conseguir al menos 50 escaños, y que la vicepresidenta Kamala Harris sea quien desempate para mantenerlos en el control.
Los republicanos registraron el éxito más llamativo en Florida, donde el gobernador Ron DeSantis fortificó su mandato, arrasando con casi el 60 por ciento de los votos, frente a menos del 50 por ciento en 2018, cuando se aseguró la victoria por solo un 0.4 por ciento.
«Nosotros hicimos promesas al pueblo de Florida y las hemos cumplido. Por eso hoy, luego de cuatro años, el pueblo ha dado su veredicto. La libertad está aquí para quedarse», dijo DeSantis en su discurso de victoria ante una multitud de partidarios en el Centro de Convenciones de Tampa el 8 de noviembre.
El gobernador contrastó las condiciones del Estado del Sol con las de otros estados que están bajo control demócrata.
«Nosotros establecimos una visión y ejecutamos esa visión. También produjimos resultados históricos y la gente de este estado ha respondido de manera récord», dijo. «Ahora, mientras nuestro país se tambalea debido a un liderazgo fallido en Washington, Florida está en el camino correcto».
Los demócratas solo pudieron defender ocho escaños de la Cámara de Representantes de Florida, frente a los 11 escaños hace dos años.
En Ohio, J.D. Vance venció al representante Tim Ryan (D-Ohio) y gano un escaño abierto en el Senado. «Estoy lleno de gratitud», dijo Vance a sus partidarios en Columbus. «No puedo expresar con palabras lo agradecido que estoy».
«Necesitamos un mejor liderazgo en Washington, D.C., y eso es exactamente por lo que prometo luchar cada día», añadió.
Sin embargo, en el resto del país los demócratas obtuvieron mejores resultados.
El demócrata Josh Shapiro derrotó al republicano Doug Mastriano por más de 11 puntos en la carrera por la gobernación de Pensilvania.
El mandato de cuatro años de Shapiro alargará el dominio demócrata en el cargo ejecutivo a 12 años. El actual gobernador demócrata Tom Wolf está terminando su segundo mandato. Ocho años es el límite en Pensilvania.
Shapiro, quien actualmente es fiscal general del Estado, posiblemente mantendrá muchas de las políticas que Wolf ha defendido, como la Iniciativa Regional de Gases de Efecto Invernadero, un programa de límites e intercambio que los consumidores están empezando a notar en sus recibos de luz más altos.
Los demócratas también ganaron las gobernaciones de Maryland y Massachusetts, aunque ambos estados se inclinan generalmente por los demócratas, haciendo que esos escaños sean propicios para un cambio.
En Arizona, la republicana Kari Lake sigue manteniendo la esperanza de reducir la diferencia de 11 puntos que la separa de la demócrata Katie Hobbs, ya que aún falta contar gran parte de los votos.
Lake subió al escenario a las 10 p.m. y dijo a los asistentes de la fiesta que estaba lista para «luchar para ganar», y, aunque le tome horas o días, ella confía en sus posibilidades. También dijo que su campaña ha obtenido resultados que la favorecen en el voto en persona.
En una amarga lucha hasta el final, Hobbs y Lake se enfrentaron en la campaña y cortejaron a los votantes de Arizona hasta el día de las elecciones. También se presentaron con puntos de vista totalmente opuestos sobre la mejor manera de gobernar Arizona.
Los gobernadores demócratas de Kansas y Wisconsin, Laura Kelly y Tony Evers, consiguieron mantener sus escaños, pero por menos de 3 puntos porcentuales. Todavía quedan por contar algunos votos en dichos estados.
En las contiendas al Senado, la muy vigilada contienda de Pensilvania fue declarada por el Associated Press a favor del demócrata John Fetterman, aunque el republicano Mehmet Oz no ha concedido el triunfo a su contrincante. Debido a varias controversias sobre las normas electorales en el estado, los resultados aún pueden ser impugnados en los tribunales.
En un discurso de victoria ante una multitud que lo aclamaba en Pittsburgh, Fetterman repitió su lema de campaña: «Cada condado, cada voto». Luego dijo: «Eso es exactamente lo que ocurrió. Los bloqueamos. Mantuvimos la línea. Nunca esperé que fuéramos a convertir estos condados rojos en azules, pero hicimos lo necesario». Fetterman, quien sufrió un derrame cerebral en mayo, parecía animado y pronunció su discurso de victoria sin problemas.
Entre bastidores, una serie de problemas de recuento de votos podría amenazar con atar los resultados finales y oficiales de las elecciones.
En la víspera de las elecciones, la campaña de Fetterman presentó una demanda federal para obligar a los funcionarios a contar las boletas de voto por correo con fechas incorrectas o sin fecha. Además, en el día de las elecciones, los funcionarios de Filadelfia hicieron un cambio de emergencia en el proceso de recuento de votos, una medida que dijeron que se sintieron obligados a hacer a pesar que podría retrasar los recuentos de votos por varios días.
Los recuentos de votos definitivos y extraoficiales no podrán realizarse hasta el 15 de noviembre y los resultados finales certificados deben presentarse antes del 28 de noviembre, dijo a los periodistas la secretaria interina del Estado, Leigh Chapman, la noche de las elecciones.
La carrera de Georgia entre el senador Raphael Warnock y el republicano Hershel Walker sigue estando muy reñida y es probable que se dirija a una segunda vuelta en diciembre.
Al cierre de esta edición, Warnock obtuvo alrededor de 1.92 millones de votos, consiguiendo el 49.3 por ciento, frente a los aproximadamente 1.89 millones de votos de Walker, lo que equivalen a un 48.6 por ciento, según Decision Desk HQ. Cerca de 99 por ciento de votos se han contabilizado en Georgia.
Warnock se ha mantenido confiado en ganar la carrera. Cerca de las 3:45 p.m. ET escribió en Twitter que tendrá más votos que su oponente.
«Y aunque tengamos que trabajar toda la noche, hasta mañana, o durante cuatro semanas más, haremos lo necesario y llevaremos esto a casa», escribió Warnock.
El martes por la noche, Walker pidió a sus partidarios que «aguanten un poco más».
«Les digo ahora mismo que soy como Ricky Bobby, no vengo a perder», dijo Walker.
Si ni Walker ni Warnock superan el umbral del 50 por ciento, pasarán a la segunda vuelta el 6 de diciembre.
El senador Mark Kelly (D-Ariz.) mantiene una ventaja de casi 17 puntos sobre su contrincante republicano Blake Masters.
La senadora Catherine Cortez Masto (D-Nev.) y el aspirante republicano Adam Laxalt estaban prácticamente empatados, ambos con algo más de 375,000 votos con el 69 por ciento escrutado, a las 3:56 de la madrugada.
En Wisconsin, el senador Ron Johnson podría salvar por poco el escaño para los republicanos, ya que el demócrata Mandela Barnes se encuentra a 1.5 puntos.
«Hemos mirado muy de cerca los números», dijo Johnson. «Nos sentimos muy seguros de que no hay forma de que puedan recuperar esa diferencia».
«Pero no voy a declarar la victoria hasta que estén todos los números, solo quiero darles una idea de que esta carrera ha terminado».
En la Cámara de Representantes, los republicanos consiguieron hasta ahora nueve escaños y los demócratas tres. Se prevé que los republicanos consigan unos 226 escaños, lo que les asegura una ligera mayoría.
El republicano Thomas Kean Jr. consiguió dar la vuelta al 7º Distrito de Nueva Jersey, que solía ser sólidamente rojo, pero que fue ganado para los demócratas en 2018 por el representante Tom Malinowski.
Por otro lado, la representante republicana Lauren Boebert perdió su escaño en el distrito 3 de Colorado frente al demócrata Adam Frisch.
Con la contribución de los reporteros de The Epoch Times Nanette Holt, Jeff Louderback, Beth Brelje, Janice Hisle, Jackson Elliott y Joe Hanneman.
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