El 6 de diciembre, los republicanos bloquearon los esfuerzos demócratas en el Senado para prohibir ciertos tipos de rifles semiautomáticos y exigir la comprobación universal de antecedentes penales para la venta de armas de fuego.
El senador John Barrasso (R-Wyo.) se opuso a que el senador Chuck Schumer (D-N.Y.), líder de la mayoría del Senado, pidiera el consentimiento unánime para prohibir las armas de asalto.
El Sr. Schumer dijo que los crímenes violentos con armas de fuego se ha convertido en una «epidemia».
«El pueblo estadounidense está harto de soportar un tiroteo masivo tras otro», dijo.
Afirmó que la «Prohibición Federal de Armas de Asalto» entre 1994 y 2004 redujo el número de asesinatos en masa y crímenes con armas de fuego.
«Tenemos una década de pruebas de que la prohibición de las armas de asalto de tipo militar funciona y salva vidas, simple y llanamente», afirmó Schumer.
Varios estudios, incluyendo una revisión de cinco estudios realizados por la Rand Corporation en 2020, encontraron que la Prohibición Federal de Armas de Asalto tenía poco o ningún impacto en la delincuencia.
El Sr. Barrasso dijo que la legislación propuesta prohibiría las armas de fuego que son de uso común sobre la base de las características superficiales de un arma. Dijo que la clave para mantener a los estadounidenses realmente seguros sería abordar la financiación de la atención de la salud mental y permitir que la policía haga cumplir la ley.
«[Los republicanos] quieren que los estadounidenses estén más seguros en sus comunidades, sus hogares y sus escuelas», dijo Barrasso. «Los estadounidenses tienen el derecho constitucional a poseer un arma de fuego. La Segunda Enmienda es la salvaguarda esencial de la libertad».
El senador Dick Durbin (D-Ill.) dijo que, en su opinión, nadie necesita un «arma militar diseñada para matar gente».
La legislación, S 25, titulada «Prohibición de armas de asalto de 2023», fue patrocinada por primera vez por la difunta senadora Dianne Feinstein (D-Calif.).
La ley prohibiría los rifles semiautomáticos con empuñadura de pistola, empuñadura delantera y culatas plegables o telescópicas. La lista también incluye rifles con lanzagranadas, protectores de cañón y cañones roscados que pueden aceptar supresores de ruido y flash.
El proyecto de ley prohíbe específicamente más de 200 rifles por marca y modelo. El proyecto de ley también enumera las armas que estarían exentas de la prohibición.
En la lista de exenciones se encuentran versiones del M1 Garand, que fue el principal rifle de combate de las fuerzas estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial, y el Remington Modelo 700 de cerrojo, un rifle que ha sido utilizado como rifle de francotirador militar y policial.
El senador Chris Murphy (D-Conn.) pidió el consentimiento unánime para su proyecto de ley, 2 494, la «Ley de Expansión de Verificación de Antecedentes».
Dijo que las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan la ampliación de las verificaciones de antecedentes y que el Congreso debería responder a esa demanda.
«Esto simplemente se siente como una prueba de democracia», dijo.
Según los demócratas, la ley es necesaria para detener la venta ilegal de armas.
«Debemos aprobar la Ley de Expansión de Verificación de Antecedentes liderada por el senador Murphy, que cerraría la peligrosa laguna jurídica de las ferias de armas que permite a los vendedores de armas sin licencia, como los de las ferias de armas, vender un arma sin una verificación de antecedentes», dijo la senadora Amy Klobuchar (D-Minn.).
Ella y el Sr. Murphy dijeron que las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan la comprobación de antecedentes en todas las ventas de armas de fuego.
Según la ley actual, cualquier persona que se dedique a la venta de armas debe tener licencia y realizar una comprobación de antecedentes para cada venta de armas, incluso en ferias de armas. Las transacciones entre particulares que pueden poseer legalmente armas de fuego no requieren una comprobación de antecedentes. La S 494 cambiaría esta situación.
En su oposición, el Sr. Lee señaló que al Senado «no se le pide que vote sobre cuestiones electorales. Se nos pide que votemos sobre legislación».
Dijo que una pregunta en una encuesta no describe adecuadamente el impacto de una ley. Según el Sr. Lee, el plan daría al gobierno más poder al tiempo que disminuiría los derechos de los ciudadanos respetuosos de la ley.
El Sr. Lee dijo que la S 494 convertiría en delito prestar o regalar un arma a un familiar o amigo sin una comprobación de antecedentes.
«Se trata del padre que desea pasar un rifle de caza a su hijo, o del amigo que quiere prestar una escopeta a su vecino que necesita protección», dijo.
«Al fin y al cabo, deberíamos elegir el sentido común frente al miedo. Deberíamos elegir la libertad sobre el control, y deberíamos elegir los derechos de la mayoría que respeta la ley sobre los derechos de unos pocos con mentalidad criminal».
Los defensores de la Segunda Enmienda afirman que la lucha no ha terminado. Prometieron permanecer vigilantes y oponerse a cualquier ley que consideren que infringe la Segunda Enmienda.
«Estamos agradecidos de que los senadores republicanos hayan dado un paso adelante para bloquear estos proyectos de ley radicales de control de armas. Seguiremos vigilantes para cuando los demócratas vuelvan a intentar estas tonterías», escribió Dudley Brown, presidente de la Asociación Nacional por los Derechos de las Armas, en un correo electrónico enviado a The Epoch Times.
Alan Gottlieb, fundador y vicepresidente ejecutivo de The Second Amendment Foundation, se mostró de acuerdo.
«Chuck Schumer lleva intentando prohibir las armas desde que llegó al Capitolio hace décadas», señaló Gottlieb.
«Para él y Joe Biden, lograr la prohibición total de toda una clase de armas de fuego sería una victoria simbólica, pero completamente carente de sustancia porque los delitos violentos continuarán».
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