Los republicanos de la Cámara presentaron el martes una legislación para poner fin a la emergencia de salud pública de COVID-19, aproximadamente tres años después de que se implementara en todo el país.
El 11 de enero, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE.UU. confirmó que extendería nuevamente la emergencia sanitaria por otros 90 días, según una declaración emitida por el secretario del HHS, Xavier Becerra. La emergencia se ha renovado una docena de veces desde que se implementó bajo la administración Trump a principios de 2020.
El representante Brett Guthrie (R-Ky.) propuso poner fin a la declaración de emergencia, presionando de nuevo a la administración de Biden para que rescinda la medida. Si se aprueba en el Congreso, es probable que el presidente Joe Biden intente vetar la ley.
«La pandemia de COVID-19 ha terminado», escribió Guthrie en Twitter el martes. «Hace tiempo que debería haberse puesto fin a la [emergencia de salud pública por] COVID-19 y el presidente Biden debió haber renunciado a sus poderes de emergencia”.
El proyecto de ley, titulado “Ley de Fin de la Pandemia”, estipula que el HHS “terminará en la fecha de promulgación de esta Ley” con la emergencia de salud. Hace unos tres meses, Biden le dijo a un reportero de “60 Minutes” que cree que “la pandemia ha terminado”, lo que provocó que los funcionarios de la Casa Blanca se apresuraran a aclarar su postura.
“La pandemia de COVID-19 ha terminado”, dijo Guthrie en un comunicado. “A pesar de que el presidente Biden admitió esto en septiembre, su administración acaba de autorizar la extensión número 12 de la emergencia de salud pública por el COVID-19. Hace mucho tiempo que el presidente Biden debe poner fin a la emergencia de salud pública por el COVID-19 y renunciar a los poderes de emergencia que acaba de renovar nuevamente”.
La Casa Blanca, dijo, se ha involucrado en una “falta de transparencia” sobre las extensiones de emergencia. “Presenté la Ley de Fin de la Pandemia para evitar más demoras al obligar a la administración de Biden a finalmente publicar y ejecutar un plan que mis colegas republicanos de la Cámara y yo hemos estado presionando repetidamente para poner fin a la [emergencia de salud pública]”, dijo el legislador.
El proyecto de ley puede tener cierto éxito en el Senado, donde algunos demócratas se unieron a los republicanos en la votación para aprobar una legislación similar en diciembre que busca acabar la emergencia federal. Biden dijo que vetaría ese proyecto de ley si llega a su escritorio.
“Han pasado más de dos años y medio desde que se emitió por primera vez esta proclamación declarando la emergencia nacional con respecto a la declaración. El presidente Biden la extendió dos veces desde la declaración inicial, la más reciente en febrero [de 2022]”, dijo el senador Roger Marshall (R-Kan.), quien patrocinó la resolución del Senado, durante los comentarios en la plenaria en ese momento.
Renovación de la emergencia
El 11 de enero, Becerra emitió una declaración diciendo que “después de consultar con los funcionarios de salud pública según fuera necesario”, la Casa Blanca decidió renovar la emergencia. La emergencia impacta principalmente al sistema de atención médica de EE.UU., brindando protección de cobertura de seguro médico a millones y brindando a los hospitales más recursos y más servicios de telesalud.
“La emergencia de salud pública de COVID-19 sigue vigente y, como se comprometió anteriormente el HHS, proporcionaremos un aviso de 60 días a los estados antes de cualquier posible terminación o vencimiento”, dijo un portavoz del HHS a los medios de comunicación. Con base en la declaración de Becerra y las declaraciones públicas del vocero, no está claro cuándo terminará la emergencia.
Sin embargo, funcionarios anónimos de la administración Biden le dijeron a Politico y a otros medios de comunicación la semana pasada que su objetivo es poner fin a la emergencia en la primavera de 2023. The Epoch Times no pudo verificar de inmediato esos informes y la Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.
Mientras tanto, alrededor de dos docenas de gobernadores republicanos le pidieron a la administración Biden que rescindiera (pdf) la emergencia de COVID-19 en una carta emitida en diciembre. Argumentaron que la razón por la que debería terminar es porque la emergencia impone una presión financiera indebida a los estados debido a la expansión de la cobertura de Medicaid.
La emergencia de salud, decía la carta, está “afectando negativamente a los estados, principalmente al hacer crecer artificialmente nuestra población cubierta por Medicaid… independientemente de si las personas continúan siendo elegibles para el programa”.
«Los estados están obligados a aumentar su aportación no federal para cubrir adecuadamente a todos los inscritos», decían, «y no pueden dar de baja a miembros del programa a menos que lo hagan voluntariamente”.
A mediados de diciembre, la Casa Blanca publicó su «Plan de preparación para el invierno COVID-19» que pondría a disposición gratuitamente más kits de prueba de COVID-19. Los funcionarios de la administración también recomendaron nuevamente a los estadounidenses que reciban la vacuna y los refuerzos.
En comparación con los últimos inviernos, los casos de COVID-19 en diciembre de 2022 y enero de 2023 parecen haber disminuido considerablemente, según los datos proporcionados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. al 11 de enero. A mediados de enero de 2022, los datos de los CDC mostraron que hubo más de 5 millones de casos semanales de COVID-19, pero para la semana del 11 de enero de 2023, solo se informaron alrededor de 414,000 casos semanales.
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