MILWAUKEE—Los republicanos pregonaron el valor de la responsabilidad personal, la inmigración legal y el trabajo duro en la primera noche de su convención nacional, como un día dedicado a los mensajes sobre la economía.
Una serie de cargos electos, líderes empresariales y estadounidenses pronunciaron discursos en los que se alternaron sentidas remembranzas personales sobre la consecución del sueño americano e historias en las que se argumentaba que la prosperidad lograda por uno mismo es un sueño que se desvanece para la mayoría de los estadounidenses.
Casi todos los oradores culparon a las políticas económicas y fronterizas del presidente Joe Biden de los problemas financieros de los estadounidenses, especialmente de la clase trabajadora.
«Biden y [la vicepresidenta Kamala] Harris externalizaron nuestro suministro de energía, haciendo subir los precios de la electricidad más de un 29%», dijo la senadora Marsha Blackburn, de Tennessee. «El día que Joe y Kamala llegaron al cargo, la gasolina costaba 2.40 dólares el galón. Hoy cuesta 3.54 dólares».
El mensaje republicano sobre la economía contrastó fuertemente con las declaraciones del presidente Biden de que la economía está mejorando.
«Tenemos más trabajo por hacer, pero los salarios están creciendo más rápido que los precios y más estadounidenses se están incorporando a la fuerza laboral, con la mayor proporción de estadounidenses en edad de trabajar en la fuerza laboral en más de 20 años», dijo el presidente Biden en una declaración del 5 de julio.
Historias de éxito personal
Varios oradores del GOP hablaron de sus humildes orígenes para ilustrar la idea de que el éxito es —o debería ser— alcanzable mediante el trabajo duro y la responsabilidad personal.
Vanessa Faura, inmigrante peruana, contó al público la lucha de su familia para salir de la pobreza. «Cuando llegamos al Bronx, vivíamos en la sexta planta de un edificio pintado de graffiti. Mis padres tenían dos trabajos», dijo.
El representante John James, de Michigan, relató cómo su padre había crecido en la pobreza en medio del racismo de la época de Jim Crow. «Se negó a que la vulnerabilidad se convirtiera en victimismo», dijo James. «Se pagó la universidad, sirvió honorablemente en Vietnam y montó una empresa de camiones con un camión, un remolque y sin excusas».
El representante afroamericano Wesley Hunt, de Texas, habló del rechazo de su familia a ser definida por la raza. «Soy el tataranieto de un esclavo. Soy hijo de un teniente coronel retirado. Soy producto de West Point, junto con mis otros dos hermanos», dijo.
El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, destacó el valor del trabajo duro. «Mi madre era enfermera, y fue mi heroína», dijo. «Sacó adelante a nuestra familia después de que mi padre perdiera su trabajo. A los 15 años, lavando platos y volteando huevos, aprendí que hay dignidad en el trabajo».
Obstáculos para lograrlo
Otros oradores pusieron en duda la posibilidad de alcanzar el sueño americano en la actual coyuntura económica.
Linda Fornos, que emigró de Nicaragua hace 60 años, dijo que había encontrado el éxito, pero que era difícil recuperarse tras perder su casa en un incendio en 2022. «La vida es demasiado dura ahora mismo», dijo la Sra. Fornos. «Uno de mis hijos tiene tres trabajos y el otro mantiene dos. Eso hace seis trabajos para tres personas, sólo para sobrevivir».
El representante Byron Donalds, de Florida, contó cómo su madre se sacrificó para darle de niño una educación en un colegio privado, pero más tarde se vio obligada a aceptar la ayuda pública debido a la pérdida de un empleo.
«Mi madre y mi abuela se sacrificaron para que yo pudiera labrarme un futuro de éxito mediante el compromiso con los logros académicos y el trabajo duro», afirma Donalds. Pero para muchos niños de hoy, «ese sueño se ha esfumado».
Benjamin Joseph, un contratista de remodelación de viviendas de Michigan, relató las dificultades para hacer funcionar su negocio dadas las recientes subidas de precios. «Muchos clientes se aprietan el cinturón, cierran su cartera y reducen sus proyectos de remodelación», dijo Joseph. «Para seguir trabajando, he tenido que reducir mis márgenes. Ahora apenas me llega para pagar las nóminas».
El presidente Biden ha contraargumentado repetidamente que son las políticas republicanas las que están socavando el éxito de los trabajadores estadounidenses.
«La economía ha crecido más desde que asumí el cargo que a estas alturas de cualquier mandato presidencial en los últimos 25 años», dijo, señalando el crecimiento anual del 3% del producto interior bruto en el primer trimestre de este año, con un desempleo por debajo del 4%.
Aun así, el presidente reconoció que los costos continúan siendo demasiado elevados para muchas familias. «Estoy luchando para reducirlos», afirmó.
El presidente dijo el 5 de julio que las políticas republicanas perjudican a las familias trabajadoras al beneficiar a los multimillonarios y aumentar la inflación. «Impondrán altos aranceles al consumo que costarán a las familias de clase media miles de dólares cada año, darán un gigantesco recorte de impuestos a los ricos, derogarán la Ley de Cuidado de Salud Asequible», dijo.
La atención se desvió brevemente del mensaje económico republicano cuando el expresidente Donald Trump, nominado formalmente como candidato del partido a la presidencia a primera hora del día, hizo su primera aparición pública desde que fue herido en un intento de asesinato dos días antes.
El expresidente entró en el Fiserv Forum en medio de una gran ovación y tomó asiento en el auditorio flanqueado por el candidato a la vicepresidencia, el senador J.D. Vance, el comentarista político Tucker Carlson y miembros de la familia Trump, pero no se dirigió a la multitud.
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