Los republicanos exigieron a la Casa Blanca que haga pública la transcripción de la conversación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, ya que según unos informes no confirmados, Biden habría dicho a Zelensky que Kiev sería pronto «saqueada» por las fuerzas rusas.
Las acusaciones proceden del principal corresponsal de Seguridad Nacional de CNN, Alexander Marquardt, quien informó de la conversación en un posteo en Twitter. De acuerdo a Marquardt, la información fue transmitida por un alto funcionario ucraniano no especificado.
«Una invasión rusa es ahora prácticamente segura una vez que el suelo se congele, dijo Biden a Zelensky(…) Kyiv podría ser ‘saqueada’, las fuerzas rusas podrían intentar ocuparla, ‘prepárense para el impacto’, dijo Biden», escribió Marquardt’s en Twitter.
Este jueves, Emily Horne, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, rechazó los supuestos comentarios a través de Twitter.
Horne retuiteó el posteo de Marquardt y respondió que: «Esto no es cierto. El presidente Biden dijo que existe una clara posibilidad de que los rusos invadan Ucrania en febrero. Ya lo ha dicho públicamente y llevamos meses advirtiendo de ello. Los informes sobre algo más o diferente que eso son completamente falsos».
La Casa Blanca también emitió una declaración sobre la llamada entre Biden y el presidente ucraniano en el que se afirma que el presidente estadounidense «subrayó el compromiso de Estados Unidos con la soberanía de Ucrania» y que los líderes «discutieron los esfuerzos diplomáticos coordinados en materia de seguridad europea».
La embajada de Ucrania indicó a través de una declaración que los informes eran «completamente falsos».
Pero los republicanos creen que puede haber más verdad en los informes de Marquardt de lo que sugieren los funcionarios estadounidenses y ucranianos por lo que pidió a la Casa Blanca que publique la transcripción completa de la conversación del jueves por la noche.
Los republicanos Elise Stefanik (R-N-Y.), presidenta republicana de la Cámara de Representantes y miembro del Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, y Jim Jordan (R-Ohio), miembro de rango del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, señalaron en una declaración que los demócratas habían exigido de manera similar la transcripción de una llamada entre el presidente Donald Trump y el presidente ucraniano en 2019.
«La Casa Blanca debe publicar la transcripción de la llamada del presidente Biden con el presidente Zelensky inmediatamente», exigieron Stefanik y Jordan.
«Fueron los demócratas de la Cámara de Representantes, encabezados por el presidente Schiff y la presidenta Pelosi, quienes pasaron meses desperdiciando los dólares de los contribuyentes estadounidenses en un ataque puramente partidista apuntalado por su llamada selectivamente editada entre el presidente Trump y el presidente Zelenskyy. El propio Joe Biden pidió al presidente Trump que ‘publicara la transcripción (…) que la Cámara la viera'», dijeron los miembros del GOP.
«Ahora, mientras los desastres de la política exterior de Biden se acumulan, los demócratas están exponiendo otro doble estándar al no publicar la transcripción de la llamada del presidente Biden con Zelensky», continuaron Stefanik y Jordan. «Parafraseando a nuestros colegas del otro lado del pasillo, si no hay nada malo en la llamada, esto no debería ser un problema».
«La debilidad del presidente Biden en la escena mundial ha envalentonado a los enemigos de Estados Unidos, ha abandonado a nuestros aliados y nos ha puesto en medio de una crisis internacional», concluye la breve declaración. «Ahora, el gobierno de Biden está jugando al ‘él dijo, ella dijo’ con respecto a la llamada de ayer con el presidente Zelensky».
Los republicanos han estado criticando duramente la política exterior del presidente desde agosto, cuando la decisión de Biden de retirar las fuerzas estadounidenses de Afganistán provocó la caída del gobierno democrático respaldado por Estados Unidos en manos de la organización terrorista talibán.
Después de dos décadas de combate en la lejana nación desértica, los republicanos argumentaron que la decisión de Biden de retirarse repentinamente envió el mensaje equivocado a los adversarios de Estados Unidos.
Tras la retirada, que dejó a cientos de estadounidenses atrapados en el país, los republicanos advirtieron que enemigos de Estados Unidos como Rusia y China se envalentonarían con estas acciones. Desde entonces, los temores de una inminente invasión china a Taiwán o de una invasión rusa a Ucrania han sido constantes.
En 2014, los ciudadanos de la península ucraniana prorrusa de Crimea votaron abrumadoramente a favor de abandonar Ucrania y unirse a Rusia. Rusia aceptó los resultados y anexó la región. Kiev y los países occidentales condenaron la medida, que consideraron ilegal e impusieron duras sanciones a Rusia como respuesta.
En las últimas semanas, Rusia ha estado acumulando sus tropas a lo largo de la frontera oriental de Ucrania, lo que ha despertado la preocupación de que el Presidente ruso Vladimir Putin intente invadir toda o parte de Ucrania.
Putin, por su parte, niega cualquier intención de este tipo, y ha insistido en que el conflicto puede evitarse si Estados Unidos acepta no intentar añadir a Ucrania al pacto de la OTAN. Si Ucrania entra en la OTAN, Estados Unidos podría instalar en el país emplazamientos de misiles nucleares que podrían llegar a Moscú en cuestión de minutos.
La principal exigencia de Rusia es que Estados Unidos y la OTAN bloqueen permanentemente el ingreso de Ucrania en la alianza, exigencia que Biden ha rechazado.
Esta negativa ha provocado que las tensiones sigan aumentando mientras se mantiene sin aclarar qué papel —si es que hay alguno— desempeñarían Estados Unidos y sus aliados en caso de una invasión rusa.
Con la colaboración de Katabella Roberts
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